Su vida y gobierno fueron testigos de momentos cruciales que moldearon el destino de la nación y su influencia se extendió más allá de las fronteras de la India.
Nacida el 19 de noviembre de 1917, Indira Priyadarshini Gandhi fue la única hija de Jawaharlal Nehru, el primer ministro de la India independiente, de quien heredó, además de la sapiencia y el coraje, el compromiso político y de justicia social con su país y el resto del mundo, así como la amistad con Cuba y su líder histórico Fidel Castro.
Cuentan que algunos miembros de la familia se sintieron decepcionados por el nacimiento de una niña; sin embargo, el orgulloso padre notó la coincidencia única de uno de los mayores acontecimientos históricos relacionados con la llegada de su hija: el comienzo de la Revolución rusa.
Cuando Indira tenía apenas dos años de edad, sus padres se unieron al Movimiento de Independencia de la India con Mohandas K. Gandhi (Mahatma Gandhi) y la casa de los Nehru era a menudo un lugar de reunión para los implicados.
Con 12 años, creó un movimiento para niñas y niños pequeños, que jugó un papel notable en el Movimiento de Independencia de la India, pues actuaron como mensajeros de información importante para la causa.
Luego del fallecimiento de su abuelo, Motilal Nehru, en 1931, fue trasladada a Poona, en Maharashtra, donde fue testigo de la protesta en la prisión de Yervada de Mahatma Gandhi para la protección de los harijans, comúnmente conocidos como los dalits, quienes integran la clase más baja de la religión hindú, víctimas durante muchos años de discriminación, vejaciones e injusticias.
De 1934 a 1935, estudió en Shantiniketan, Bengala Occidental, hoy Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, donde conoció al poeta y escritor Rabindranath Tagore, Premio Nobel de Literatura, cuyos versos causaron en ella una gran fascinación.
En 1936, tras la muerte de su madre, fue a estudiar a Inglaterra y estuvo muy involucrada en actividades políticas como el boicot de productos japoneses en Oxford cuando Japón atacó China y subastó una de sus pulseras para la causa republicana en la Guerra Civil española.
COMO PRIMERA MINISTRA
Tras asumir varios cargos como miembro del partido del Congreso Nacional Indio y de ministra de Información y Radiodifusión de 1964 a 1966, Indira Gandhi fue elegida primera ministra al ganar la mayor cantidad de votos en los comicios de 19 de enero de 1966, responsabilidad que asumió desde 1966 hasta 1977 y posteriormente, desde 1980 hasta su asesinato en 1984.
Con otros cargos bajo su responsabilidad, como ministra de Energía Atómica desde septiembre de 1967 hasta marzo de 1977, de Asuntos Exteriores desde 1967 hasta 1969, del Interior desde 1970 hasta 1973, fue la segunda jefa de Gobierno de la India con más años en el cargo, después de Jawaharlal Nehru.
Los logros bajo el liderazgo de Indira Gandhi han sido verdaderamente extraordinarios en lo que respecta a lograr la autosuficiencia y garantizar la justicia social.
Como primera ministra, continuó el legado de Nehru en la planificación económica, y se comprometió a lograr la autosuficiencia en sectores cruciales como los cereales, la defensa y la tecnología.
Gracias a las medidas que adoptó, la economía india quedó aislada de cuestiones internacionales adversas como la crisis del petróleo.
También trabajó para reducir la inflación a un nivel razonablemente bajo, tanto a mediados de los años 70 como a principios de los 80. La producción nacional de petróleo crudo se había incrementado sustancialmente durante este período.
Siguió una política de desarrollo de la investigación científica dentro del país mediante el fortalecimiento de varios laboratorios e instituciones científicas con un aumento de la financiación.
La segunda fase de reformas agrarias emprendida a principios de los años 70 modificó el panorama de la India rural al impedir la concentración de la tierra en unas pocas manos y redistribuirlas a familias necesitadas.
PROCESO DE NACIONALIZACIÓN, REVOLUCIÓN VERDE Y MÁS
El Gobierno de la India, bajo el liderazgo de Indira Gandhi, nacionalizó en 1969 los 14 bancos comerciales más grandes que controlaban el 70 por ciento de los depósitos de la India y en 1980 pasaron a manos del Estado seis instituciones bancarias más.
Dicho proceso condujo a la canalización del crédito hacia la agricultura y las pequeñas y medianas industrias, ayudó a aumentar el ahorro de los hogares, proporcionó inversiones considerables en el sector informal, en las pequeñas y medianas empresas y en la agricultura.
Contribuyó significativamente al desarrollo regional y a la expansión de la base industrial y agrícola de la India.
En 1973 extendió la medida a las compañías petroleras privadas de propiedad extranjera, entre las cuales pasaron a manos del Estado: Indian Oil Corporation (IOC), Hindustan Petroleum Corporation (HPCL) y Bharat Petroleum Corporation (BPCL).
Una de las piezas importantes del programa de Indira a mediados y finales de los años 60 fue la Revolución Verde, para dar continuidad a la reforma agrícola del mandato de Jawaharlal Nehru.
Como jefa de Gobierno, dejó su huella con iniciativas como la introducción de variedades híbridas de alto rendimiento de semillas de trigo y arroz, el inicio de subsidios estatales, el suministro de energía eléctrica, agua, fertilizantes y crédito a los agricultores, y liberó de impuestos los ingresos agrícolas.
La financiación institucional puesta a disposición de la agricultura se duplicó entre 1968 y 1973 y se puso a disposición de inversión pública, crédito institucional, precios remunerativos y la disponibilidad de la nueva tecnología a precios bajos.
Los resultados de esa nueva estrategia se vieron en un breve período de tiempo con aumento de la disponibilidad de alimentos y de la producción de cereales, y la disminución de las importaciones netas de productos alimenticios.
En los años 80, la India no sólo era autosuficiente en materia alimentaria con reservas de más de 30 millones de toneladas, sino que también exportaba para pagar sus préstamos y enviaba a países con déficit de alimentos.
Con ella al frente del país, el trabajo en el programa nuclear iniciado en el Gobierno de Jawaharlal Nehru se reanudó con renovado vigor y se impulsó la política dirigida a modernizar la economía a través de la actualización científica y tecnológica con la creación y fortalecimiento de varios laboratorios e instituciones científicas.
Inició una revolución de las comunicaciones en el país mediante el alcance de la red de televisión y adoptó la estrategia de sustitución de importaciones para la tecnología con la intención de estimular y proteger las actividades nacionales de investigación y desarrollo.
MISIÓN ESPACIAL, LUCHA CONTRA LA POBREZA y MNOAL
En 1968, Indira Gandhi inauguró la Estación de Lanzamiento de Cohetes Ecuatoriales Thumba para la investigación de las Naciones Unidas y la propia Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO) se formó el Día de la Independencia en 1969 y pasó a depender del Departamento del Espacio.
Consciente de las persistentes desigualdades en el país, emprendió el programa Garibi Hatao (Eliminar la pobreza) y trabajó para promover con especial cuidado los intereses educativos, laborales y económicos de los sectores más débiles del pueblo.
También contempló medidas como la confiscación de propiedades de contrabandistas y el establecimiento de topes a la propiedad y la distribución de las tierras excedentes entre los pobres rurales.
Su programa de 20 puntos incluyó medidas para reducir los precios de los productos básicos, promover la austeridad en el gasto público, acabar con el trabajo en servidumbre y liquidar la deuda rural.
Durante el mandato de la primera ministra Indira Gandhi en la década de 1980, la India intentó reafirmar su papel en el Movimiento de Países No Alineados, con énfasis en el desarrollo económico y al abordar los agravios en este campo por el mundo en desarrollo, ejerció una influencia en el Mnoal.
En la cumbre del Mnoal , celebrada en Delhi en 1983, el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, le entregó la presidencia del grupo, y ella impulsó la imagen de la India dentro del movimiento.
TRÁGICA MUERTE
Su muerte el 31 de octubre de 1984, a manos de uno de los guardaespaldas, ocurrió solo cinco meses después de una operación militar para expulsar del Complejo del Templo Dorado en Amritsara a militantes sijs.
No obstante la trágica muerte y las sombrías circunstancias que la rodearon, Indira Gandhi es reconocida en la actualidad como una de las personalidades más admiradas en la India y en el mundo, a quien se le recuerda por su fuerte liderazgo y sus importantes contribuciones al desarrollo del país.
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