Los expertos del país iniciaron un ambicioso esfuerzo científico para aclarar sus orígenes y confirmar si los “cinco mil años de historia” eran una realidad o solo leyenda.
Wang Wei, miembro de la Academia China de Ciencias Sociales y presidente de la Sociedad Arqueológica del país, fue uno de los principales responsables del “Proyecto de Rastreo de las Raíces de la Civilización China”.
En declaraciones a Prensa Latina, explicó que hasta finales del siglo pasado, algunos académicos nacionales y foráneos cuestionaron la existencia de una civilización china con más de cinco milenios de antigüedad.
“Muchos historiadores creen que la civilización china comenzó con la dinastía Xia, mientras que algunos académicos argumentan que la entrada de la antigua China en una sociedad civilizada solo puede datarse a partir de la última etapa de la dinastía Shang”, apuntó.
Esta diferencia en las opiniones se debía a que la dinastía Shang cumple con los “tres elementos de la civilización” (metalurgia, escritura, ciudades) y está respaldada por la evidencia de las inscripciones en huesos oraculares.
De acuerdo con Wei, hay indicios que muestran el proceso de formación de la civilización, como la presencia de una flauta de huesos, la cual “es un milagro musical de hace ocho mil años”.
El académico señaló que en ese tiempo comenzó la diferenciación social y, de hecho, los arqueólogos hallaron formas de enterramiento diferentes según la técnica usada y los ornamentos que le acompañaban.
“La idea del jade como belleza en los primeros artefactos son también de hace ocho mil años”, agregó.
Wei comentó la creencia compartida en el gremio de que hace ocho milenios había alguna especie de cooperación entre personas de diferentes lugares, porque “hemos encontrado objetos similares con una distancia de más de mil kilómetros entre ellos”.
IDENTIDAD NACIONAL
El arqueólogo Liu Qingzhu subrayó que la civilización china ha sido ininterrumpida a lo largo de cinco mil años.
Según el experto, este “ininterrumpido” significa que, como país, la historia de los genes humanos de sus ciudadanos y los genes culturales se transmitieron de generación en generación.
La continuidad genética y cultural es una de las razones por las cuales la civilización china ha perdurado a lo largo de los siglos, opinó Liu.
Estudios recientes demostraron que los genes de la mayoría de los chinos actuales son similares a los de las personas que vivieron en la cuenca del río Amarillo hace cinco o seis mil años.
Esta evidencia genética refuerza la idea de una continuidad ininterrumpida de la civilización china a lo largo de milenios.
Además, el estudio de los apellidos en China reveló que “alrededor del 89 por ciento de estos provienen del sistema de apellidos Huangdi Ji (Emperador Amarillo, quien reinó del 2697 al 2598 a.n.e.)”, lo que indica una fuerte continuidad cultural.
En concordancia con los preceptos de ambos investigadores, Han Jianye, profesor de la Universidad Renmin, alegó que el origen de la civilización china se remonta a hace ocho mil años.
Según él, “alrededor de seis mil años antes del presente, los conceptos ideológicos y los sistemas de conocimiento formados con anterioridad se desarrollaron aún más, comenzó el proceso de complejidad social general y las regiones entraron gradualmente en un estado pre-temprano”.
Asimismo, hace unos cinco milenios muchas zonas ya habían alcanzado o entrado en el umbral de las sociedades civilizadas, lo cual dio lugar a la civilización china primitiva.
Han Jianye explicó que hace unos cuatro mil años, la cuenca del río Amarillo aumentó su fuerza y los cursos medio y bajo del río Yangtsé entraron en decadencia.
“Hace tres mil 800 años, con las Llanuras Centrales como centro y con la formación del estado de amplia realeza Erlitou o llamado estado de la Dinastía Xia tardía, la civilización china llegó a su madurez”, agregó.
En relación a este tema, el arqueólogo Liu Qingzhu recordó que aunque la formación de la antigua civilización china es posterior a la del antiguo Egipto, la asiática tiene una historia de desarrollo de “cinco mil años sin interrupción”, que es única en la historia de las “cuatro civilizaciones antiguas” e incluso en el mundo.
El especialista analizó los comportamientos desde la “Era de los Cinco Emperadores” hasta las dinastías Xia, Shang y Zhou, Qin y Han, Wei y Jin, del Norte y del Sur, las dinastías Tang, Song, Yuan, Ming y Qing.
“Estos gobernantes y administradores nacionales de diferentes épocas, diferentes dinastías, distintas entidades políticas y grupos étnicos se adhirieron al mismo concepto cultural nacional, que es lo que llamamos identidad nacional”, apuntó.
UNIDAD, PAZ E INCLUSIÓN, PILARES DE LA CIVILIZACIÓN CHINA
Una de las características más notables de esta civilización es su principio político de la “gran unidad”, que está intrínsecamente relacionado con el ideal de “un mundo, una familia”.
Este concepto, según la Academia de Ciencias Sociales aquí, es “una estructura psicológica cultural profundamente arraigada y la identidad cultural del pueblo chino, y es la clave de la ininterrumpida civilización china”.
Para los académicos, ese principio permitió un enfoque unitario a lo largo de milenios, lo cual conllevó a la superación de desafíos internos y externos.
La inclusividad es otro rasgo distintivo de la civilización china. A lo largo de su historia, el país integró diversas culturas de múltiples grupos étnicos en una cultura común.
De acuerdo con el Instituto de Filosofía de la Academia China de Ciencias Sociales, lo anterior permitió mantener una civilización unificada y cohesiva, capaz de adaptarse y evolucionar a lo largo de los siglos.
Según un artículo de ese Centro, “la distinción entre las minorías étnicas y los chinos Han no se ha hecho en función de la geografía, el linaje o el grupo étnico, lo que ha permitido a la nación abstenerse sistemáticamente de considerar las civilizaciones heterogéneas de forma racista”.
Por otro lado, los investigadores refieren que el amor por la paz es otro aspecto destacado de la civilización china.
“Esta búsqueda de una sociedad armoniosa ha facilitado una gobernanza eficaz y relaciones internacionales estables con otras civilizaciones, lo que ha contribuido a la longevidad y estabilidad de la civilización china”, explicó el citado artículo.
AUTOCONFIANZA Y PROYECCIÓN INTERNACIONAL
Para el gobierno del gigante asiático, el legado de la civilización china no solo es un testimonio de su pasado, sino también una fuente de orgullo y autoconfianza para el período actual.
El líder de la Revolución comunista china, Mao Zedong, dijo: “La China de hoy es un desarrollo de la China histórica (…). Desde Confucio hasta Sun Yat-sen, debemos resumir y heredar este precioso legado. Esta es una ayuda importante para guiar el gran movimiento del presente…”.
El secretario general del Partido Comunista y presidente del país, Xi Jinping, enfatizó la importancia de estudiar estos pasajes para fortalecer la conciencia histórica y cultural del pueblo chino.
“Durante mucho tiempo, Occidente ha formado un conjunto de teorías de civilización, de las que debemos aprender, pero no debemos copiar y copiar”, afirmó en mayo de 2022.
El mandatario también destacó la necesidad de “profundizar en el estudio de las características y formas de la civilización china para proporcionar apoyo teórico a la construcción de una nueva forma de civilización humana”.
Xi instó a promover los intercambios y el aprendizaje mutuo, así como a construir una comunidad de destino compartido para la humanidad, para resolver la “teoría del choque de civilizaciones”.
Según el mandatario, la historia de la civilización china “muestra plenamente que las especies, la tecnología, los recursos, las personas e incluso las ideas y culturas se desarrollaron y progresaron a través de la difusión, el intercambio y la interacción continuos.
Estos temas están firmemente unidos a la política exterior del gigante asiático en la actualidad, que se rige por los principios de coexistencia pacífica, respeto e intercambio mutuo, ganancias compartidas y la no intromisión en asuntos internos de otros.
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