martes 2 de diciembre de 2025

Cienfuegos, ciudad y tradiciones junto al mar (+Fotos +Info +Video)

Cienfuegos, Cuba (Prensa Latina) Cienfuegos es una de esas ciudades cubanas que sobresale por el planeamiento urbano, se distingue por sus calles rectas y limpias, y por tradiciones asociadas a la cultura marinera. Estos fueron algunos de los valores que la hicieron merecedora de la condición de Patrimonio Cultural de la Humanidad el 15 de julio de 2005.
Por:
Sabdiel Batista Díaz
Corresponsal en Cienfuegos

Una conocida canción cubana reza “Cienfuegos es la ciudad que más me gusta a mí”, popularizada por Benny Moré, el Bárbaro del Ritmo. Su letra continúa: “Cuando a Cienfuegos llegué / Y esa ciudad quise verla / Ya que la llaman La Perla / Ahora les diré por qué”. Aquí veremos algunas de esas razones por las cuales los visitantes se enamoran de la Perla del Sur.

La ciudad

“Este trazado hacia los ejes cardinales en forma de cuadrícula perfecta que tiene nuestra ciudad nos ayuda mucho para la preservación y conservación, refirió la máster en Ciencias, arquitecta Roxana Labairu Batista, directora de la Oficina del Conservador de la Ciudad de Cienfuegos.

“Esas amplias calles y aceras, con esa ventilación y ese trazado recto ha permitido hasta hoy que la ciudad crezca con el mismo ordenamiento en forma de cuadrícula, lo que permite mejor visibilidad, limpieza y ventilación”, señaló.

“El centro histórico de Cienfuegos se caracteriza porque muchas edificaciones de viviendas mantienen su uso original desde que se construyeron y otras que eran obras de servicios también han mantenido su uso en perfecto estado de conservación, como el Edificio de la Aduana, el teatro Tomás Terry, la iglesia o la actual escuela 5 de Septiembre, incluso la Casa del Fundador de la Villa”, comentó Labairu Batista.

La Oficina del Conservador de la Ciudad de Cienfuegos también lidera la Escuela de Oficios para la Restauración “Joseph Tantete Dubruiller”, dedicada a formar jóvenes en labores patrimoniales como carpintería, forja, albañilería, cerámica y jardinería. Bajo el lema “aprender haciendo”, los estudiantes aplican sus conocimientos en obras del centro histórico, como el paseo peatonal Santa Isabel, donde restauraron adoquines originales.

Además de intervenir en monumentos, áreas verdes y elementos decorativos, los alumnos han construido junto a sus profesores la sede de la escuela y el centro cultural Palacio Leblanc, al transformar espacios abandonados en centros activos. Muchos egresados se integran hoy a microempresas constructoras, y contribuyen a la conservación urbana y al rescate de saberes tradicionales.

“En estos 20 años hemos hecho grandes labores de conservación del patrimonio material de Cienfuegos, como fue el Corredor Santa Isabel (actual Calle 29), que era esa arteria comercial por donde hace 200 años se transportaba la mercancía desde los barcos hasta los comercios del centro de la ciudad, también hemos trabajado mucho en el Paseo de Arango y en el Boulevard San Fernando y por supuesto en el Paseo del Prado, el más largo del país”, declaró.

“Dedicamos mucho esfuerzo a la zona del Muelle Real y sus alrededores, con sus antiguos almacenes frente al mar y el eterno edificio de la Aduana, allí hemos preservado sus valores arquitectónicos e intentamos revivir las tradiciones marineras que alguna vez se desarrollaron en la zona”, comentó.

La ciudad de Cienfuegos, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad, ofrece una interpretación del legado histórico y patrimonial que va más allá de los museos. Espacios como el parque Martí, escenario de la sublevación del 5 de septiembre de 1957, condensan siglos de evolución urbana desde la colonia Fernandina de Jagua hasta la actualidad.

“Hay obras muy grandes como el teatro Tomás Terry, el Palacio de Ferrer, el Palacio Leblanc, el hotel San Carlos o la misma sede de la Oficina del Conservador de la Ciudad de Cienfuegos, antigua casa almacén conocida como Palacio de García de la Noceda, que han requerido más tiempo y recursos, pero hemos mantenido hermosos edificios con valores patrimoniales insuperables”, dijo.

“Fuera del Centro Histórico Urbano de Cienfuegos también tenemos obras arquitectónicas hermosísimas que conservamos con mucho cuidado, como el Club Cienfuegos -antiguo Yacht Club-, el Palacio de Valle y toda la zona histórica de Punta Gorda.

Pero en el ámbito natural tratamos de proteger zonas como la laguna Guanaroca con sus flamencos, el ecosistema de la cueva Martín Infierno con sus estalactitas y estalagmitas, el parque natural El Nicho con su flora privilegiada, la fortaleza Nuestra Señora de los Ángeles de Jagua, el Jardín Botánico de Cienfuegos o los dos Cementerios de la ciudad, ambos Patrimonio Nacional”, afirmó Labairu Batista.

Las tradiciones

Cienfuegos conserva un rico entramado de tradiciones que reflejan su identidad cultural y el vínculo con el mar. Entre ellas destaca el “entierro de la sardina”, celebrado durante la Semana de la Cultura, y las regatas que se han perdido poco a poco, practicadas desde la década de 1930 como expresión del deporte náutico local.

“La ciudad se enfrenta al desafío de retomar las regatas típicas que durante años la identificaron a nivel nacional e internacional. Más que preservar o rescatar, el objetivo es reactivar una tradición profundamente arraigada en la identidad local”, declaró Alicia Martínez Lecuona, directora de Cultura en Cienfuegos.

“Aunque la gestión cultural ha avanzado en el levantamiento de inventarios patrimoniales y en el trabajo con casas de cultura y grupos portadores, aún persisten brechas que requieren un enfoque integral y multisectorial. Las regatas, como expresión cultural de carácter transversal, demandan voluntad institucional y coordinación para volver a ocupar el lugar que históricamente tuvieron en la vida cienfueguera”, valoró.

El máster en Ciencias Salvador David Soler Marchán, destacado intelectual y profesor universitario cienfueguero, resalta que el Muelle Real sigue siendo punto de encuentro intergeneracional para la pesca artesanal, mientras que los atardeceres en el Malecón se han convertido en ritual cotidiano que conecta a los cienfuegueros con la belleza natural de su entorno.

“Otros espacios emblemáticos como el Castillo de Jagua, símbolo del sistema defensivo caribeño, funcionan como museos y zonas de recreación comunitaria. La gastronomía marinera también mantiene su vigencia con platos tradicionales como la harina con jaiba y el pargo, que reflejan la economía y cultura de las comunidades pesqueras”, refirió Soler Marchán.

“En el ámbito artístico Cienfuegos conserva su legado musical con la música de salón, la trova y la charanga, mientras que el teatro mantiene su fuerza simbólica con grupos infantiles y adultos que dinamizan la escena local. Estas tradiciones, lejos de ser vestigios del pasado, continúan marcando el pulso cultural de una ciudad que celebra su historia a través de sus prácticas cotidianas”, argumentó.

De todos estos atractivos pueden disfrutar quienes eligen a Cienfuegos entre sus destinos turísticos, una ciudad que a la par de sus encantos arquitectónicos y naturales, brinda la posibilidad de compartir con un pueblo carismático, hospitalario, fiel velador de sus tradiciones, para que siga brillando la Perla del Sur.

arb/mml/sbd

Colaboraron en este trabajo:
Amelia Roque
Editora Especiales Prensa Latina
Mario Muñoz
Jefe Redacción de Cultura
Laura Esquivel
Editora Web Prensa Latina
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