Por Verónica Núñez Lastres*
Colaboradora de Prensa Latina
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El corto humorístico, protagonizado por una muchacha a la que se ve mirando las ofertas del evento literario más grande de Cuba, representa a un gran porcentaje de la población cubana que lee y disfruta de este hábito: la juventud.
En la más reciente edición del evento, la cantidad de jóvenes que asistieron a la Fortaleza San Carlos de La Cabaña, sede principal, pareció menor a años anteriores, pero aun así fue sorprendente si se tiene en cuenta la difícil situación que afronta el país.
Estamos haciendo la Feria que podemos, no la que queremos, expresó a Prensa Latina Michel Torres Corona, director de la Editorial Nuevo Milenio.
Si bien no se contabiliza una cifra exacta, la presencia constante en un encuentro literario de esta magnitud de una gran parte de la juventud cubana demuestra que leen libros, no por obligación educativa, sino por placer.
Hoy día la forma de asumir la lectura se transforma y los más jóvenes continúan leyendo, incluso más que en otras épocas, expresó la periodista Roxana Rodríguez en su artículo ¿Leen los más jóvenes?, publicado en 2024 en la revista Bohemia.
¿QUÉ LEEN LOS JÓVENES CUBANOS?
Hábitos y preferencias de lectura de los jóvenes cubanos
La respuesta a esta interrogante ha sido abordada en disímiles publicaciones periodísticas a lo largo de los años, al tratarse de un grupo etario de interés para las editoriales e instituciones cubanas.
En 2021, Enrique Pérez Díaz, destacado escritor, periodista, crítico e investigador cubano, publicó en el medio Cubadebate el análisis ¿Qué buscan leer en Cuba?, ofreciendo datos sobre las preferencias cubanas en torno a ese pasatiempo.
Los índices preliminares de la encuesta realizada junto a Claustrofobias Promociones Literarias -fuente principal del artículo— arrojó que la novela era el género más mencionado por los lectores, seguido del cuento, la poesía y las historietas.
Según el análisis, las temáticas más demandadas eran la ciencia ficción, el policiaco, los libros históricos y el romance; de los consumidores encuestados, la mayoría perteneció al género femenino y tenían entre 25 y 40 años de edad.
En aras de conocer sus hábitos y preferencias de lectura, Prensa Latina recopiló, durante la última quincena del presente mes, las opiniones de 146 jóvenes en una encuesta anónima.
De acuerdo con los datos del total de participantes, el 65,8 por ciento pertenece al grupo de entre 19 y 25 años de edad y el 81,5 por ciento al género femenino.
Sobre la frecuencia de lectura, el 37,7 por ciento admite leer todos los días, el 34,9 cada vez que puede y el 24 por ciento varias veces a la semana.
Las novelas de fantasía y romance son el género y las temáticas más consumidas, seguidos de la ciencia ficción, el policiaco y las novelas gráficas.
La mayor parte de los encuestados (54,5 por ciento) lee en ambos formatos, aunque la lectura exclusiva en digital le sigue con un 48,6 por ciento; sin embargo, el 67,8 por ciento preferiría leer el libro impreso.
Algunos de los argumentos sobre la elección de estos formatos son la falta de variedad atractiva en los libros físicos disponibles, sobretodo literatura universal y obras extranjeras, el elevado costo y las comodidades propias de la lectura electrónica.
Finalmente, las opciones más habituales de obtención de las obras son a través de la descarga gratuita en Internet y el envío entre familiares o amigos, seguido muy de cerca por la compra en librerías estatales y vendedores privados.
OPINIONES SOBRE LA OFERTA LITERARIA
La adquisición de obras en la Feria Internacional del Libro fue la quinta opción de los encuestados, aunque esto es comprensible si se toma en cuenta que el evento tiene lugar solo una vez al año
.
Gente Nueva (58,2 por ciento) y Arte y Literatura (46,6) reinan como las editoriales más consumidas por los jóvenes que adquieren productos nacionales; le siguen la Casa Editora Abril (21,9) y Letras Cubanas (19,9).
Las opiniones más reiteradas en la encuesta realizada sobre la oferta literaria disponible en Cuba son de “Regular” y “Muy pobre”, argumentando principalmente la falta de ofertas atractivas, novedades de interés o libros clásicos.
La falta de recursos disminuye la oferta literaria; aunque los precios son asequibles, no suelen existir ofertas en librerías o se agotan rápidamente, explica uno de los encuestados.
A veces se siente la falta de obras que puedan competir con el mercado extranjero y suplir esa necesidad dentro del país; los clásicos no son tan reeditados como deberían, hay poca promoción de la literatura juvenil y de ficción para adultos o las portadas no enamoran, aseveró otro.
Con la presentación de Biblioteca del Pueblo, las personas tuvieron la oportunidad de obtener en formato impreso muchos clásicos de la literatura que cuesta encontrar normalmente y las ventas demuestran el interés de los lectores.
La cantidad de jóvenes que han comprado nuestros libros ha sido grandísima; se está leyendo, los jóvenes leen y no solamente digital, buscan los libros impresos, apuntó Maritza Suárez, subdirectora comercial de la editorial Arte y Literatura.
Suárez precisó a Prensa Latina que las ventas en la feria, hasta el 19 de febrero, superaron los 40 mil pesos moneda nacional; el precio promedio de una obra de este sello editorial fue de 80 pesos y se vendieron alrededor de 600 ejemplares diarios.
¿CÓMO FOMENTAN LAS EDITORIALES LA LECTURA EN LOS JÓVENES?
La Feria Internacional del Libro de La Habana, efectuada del 13 al 23 de febrero, fue el espacio propicio no solo para conocer las inquietudes de la juventud lectora, sino también el punto de vista de las editoriales.
Yanelis González, directora de Letras Cubanas, explicó que la editorial ofrece un catálogo generalmente dirigido a adultos, por lo que insertar sus títulos en formato digital y audiolibros es una vía para acercarse a nuevos públicos.
Nuestro principal desafío es justamente mostrar a los jóvenes lo importante que es la lectura de los clásicos, nuestro producto principal, mediante encuentros y espacios donde estos puedan incorporarse, precisó.
Como director de Nuevo Milenio, Michel Torres explicó que el grupo editorial se ha enfocado en presentar novedades en todos los formatos y contribuyeron en la Colección Biblioteca del Pueblo, uno de los mayores atractivos literarios de la 33FILH.
Estamos tratando de crear círculos de interés de historia en las escuelas, ya que nuestra temática es fundamentalmente ciencias sociales; no debemos esperar a que los jóvenes lleguen al libro, sino llevar el libro a los jóvenes, señaló.
También tratamos de darle más preponderancia al trabajo en redes digitales, a la difusión de los libros digitales que es una forma de leer mucho más cercana a las nuevas generaciones, que son nativos digitales, añadió.
A su vez, Lisette Rodríguez, especialista del Centro de Promoción Literaria Hermanos Loynaz y Ediciones Loynaz, de la occidental provincia Pinar del Río, comentó que realizan anualmente el certamen Premios Loynaz para todo el país; una oportunidad de lujo para los escritores porque el premio es la publicación de su obra en formato físico.
Además, para fortalecer el vínculo con los jóvenes, intentan que estos asistan a sus espacios y formen una interrelación entre escuelas, centros y diferentes públicos.
Llevamos nuestras propuestas a las comunidades con los diferentes espacios que los propios escritores tienen y tratamos de que exista esa retroalimentación, señaló Rodríguez.
En el otro extremo del país, Ediciones Oriente, ubicado en la provincia Santiago de Cuba, organiza actividades para atraer a este sector poblacional.
Su promotora cultural, Inés Cala, declaró que realizan la peña “Tienes que leértelo” para promover libros de alta demanda y otros de lento movimiento y participan en el espacio El autor y su obra, organizado por la Biblioteca Provincial Elvira Cape.
Este año, la editorial colaboró para la Colección Biblioteca del Pueblo en la feria con los títulos Bertillón 166 y El pan dormido, de José Soler Puig, y Cuentos negros de Cuba, de Lydia Cabrera, obras de alta demanda según el testimonio de Cala.
“Incluso entre los jóvenes; me asombré porque no sabía que tenían tanto conocimiento de esta literatura; los libros Coordenadas del cine cubano y Oficios de mujer se agotaron en gran medida por estudiantes universitarios”, aseguró.
Uno de los pabellones más visitados fue Tesoro de Papel, a cargo de la editorial infanto-juvenil Gente Nueva; además de las novedades literarias, la acompañaron diversos proyectos como Freak Zone, Echando Humo y BooKKuba, que colaboraron con expoventas, talleres y espectáculos.
Dos de los visitantes declararon a Prensa Latina estar satisfechos sobre todo con Biblioteca del Pueblo, por traer tantos clásicos que desde hacía años no estaban al alcance del público.
“A pesar de que quizás ha disminuido en las ofertas y la calidad, de alguna forma uno encuentra algo; no mucho, pero siempre hay novedades y terminas llevándote algo bueno de la feria”.
arb/mml/vnl
*Estudiante de Periodismo