Por Raixa Llauger *
Colaboradora de Prensa Latina
La FAO ha reiterado en diversas ocasiones que de la salud de nuestros ecosistemas depende directamente la salud global y de los habitantes del orbe, por tanto, cuidar los ecosistemas terrestres y marinos contribuirá a acabar con la pobreza y a combatir el cambio climático.
En su marco estratégico 2022-2031, el organismo multilateral propone como uno de los principales pilares de trabajo un “Mejor Medio Ambiente”, que busca proteger, restablecer y promover el uso sostenible de los ecosistemas.
Para lograr esto, la FAO propone unificar esfuerzos por la conservación de la biodiversidad a fin de que las comunidades locales puedan seguir utilizando las especies endémicas con fines alimentarios, agrícolas y medicinales.
Además, encamina la aplicación de programas, políticas y prácticas de agricultura climáticamente inteligente para mitigar el cambio climático y hacer más resilientes a las comunidades locales frente a este.
En esta misma línea, también trabaja por la protección de los ecosistemas marinos, lo que tiene como resultado un mayor acceso de los pescadores artesanales en pequeña escala a los recursos del mar.
Igualmente aspira a una mejora de los derechos de acceso cuando se participa en su gestión, así como la conservación de los ecosistemas forestales con el fin de asegurar la provisión de servicios ecosistémicos forestales para todos.
PROTEGER LA BIODIVERSIDAD DE CULTIVOS
Proteger el planeta implica resguardar la biodiversidad de los cultivos, lo cual fortalece los sistemas agroalimentarios contra el cambio climático, las especies invasivas, la contaminación, la expansión urbana y el uso excesivo de la tierra.
Resguardar nuestros suelos, bosques, océanos, el agua, y de igual modo trabajar por la sanidad animal y la vegetal, y unir el sector agrícola con el ambiental en cada acción que se realice, suma para alcanzar la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Recientemente, el subdirector general y representante regional de la FAO en América Latina y el Caribe, Mario Lubetkin, expresó que “la transformación de los sistemas agroalimentarios se vuelve una necesidad inmediata y de suma importancia”.
Según explicó, se trata de un proceso en el que las inversiones y las agendas políticas y de desarrollo deben estar articuladas para acelerar el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible. “Hemos cruzado la línea de la mitad del plazo para la Agenda 2030, por lo que la necesidad de acelerar nuestros progresos es urgente”, remarcó.
Como la FAO lo ha señalado en diversos informes, soluciones como la mejora de la sanidad animal y vegetal, la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos y la focalización directa en las emisiones de gases de efecto invernadero pueden proporcionar múltiples beneficios para las personas y el planeta.
Esto conlleva mediaciones específicas para cada lugar que faciliten el acceso de las familias productoras a financiación y servicios con vistas a que puedan poner en práctica intervenciones adaptadas.
Por todo esto, el llamado por un mejor medio ambiente para nuestra Madre Tierra ¡es ahora! No podemos seguir esperando para impulsar con más fuerza el uso sostenible de los ecosistemas.
Promover la reducción, reutilización, reciclaje y gestión de los residuos es una tarea inaplazable si queremos lograr sistemas agroalimentarios más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles.
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*Oficial de Agricultura y líder de Mejor Medio Ambiente de FAO para Mesoamérica
