Por Deisy Francis Mexidor
Corresponsal jefa en Estados Unidos
Prensa Latina indaga. “Es un momento de incertidumbre en los Estados Unidos, no sabemos quién va a ganar, pero sí creemos que este país está muy dividido, puede llegar hasta una guerra civil porque hay tanto odio en ambos lados”, expresó la escritora y activista Medea Bejamin, electora residente en esta capital.
A propósito de la jornada electoral de este martes, la cofundadora de la organización CodePink dijo que durante esta campaña electoral “hemos escuchado muchas mentiras”.
“Yo no soy simpatizante de ninguno de los dos partidos grandes y en este país no puede ganar un tercero como el Partido Verde”, agregó tras insistir en el “veamos qué ocurre, porque dentro de poco se conocerá quién gana y si el otro lado aceptará el resultado”.
Benjamin, vinculada al movimiento de solidaridad con Cuba, opinó que una administración de la demócrata Kamala Harris puede ser mejor que una del republicano Donald Trump en cuanto a ese tema.
“Nosotros pensamos que (Joe) Biden iba a seguir el camino de (Barack) Obama abriendo relaciones con Cuba, abriendo comercio con Cuba, pero desgraciadamente no lo hizo; Kamala Harris a lo mejor lo hará”.
En su criterio, una eventual administración demócrata tendrá que “hacer algo con inmigración, la cantidad de personas que vienen de muchos países”.
“Y en cuanto a Cuba -precisó- sería muy fácil disminuir la migración acabando con las sanciones, quitando a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo, por eso tengo esperanza de que si ella (Harris) gana podemos avanzar la posición en cuanto a Cuba”.
Con un Trump vencedor será más difícil, acotó la activista al ratificar su esperanza en que “con un movimiento más grande, más unificado, más efectivo en los Estados Unidos podría presionar al gobierno a respetar no solo la soberanía de Cuba sino la opinión pública aquí, que está a favor de buenas relaciones con la isla”.
Para el cubanoamericano Jorge Ignacio Fernández, votante de Filadelfia, en Pensilvania, el presidente Biden pudo hacer algo de lo que no cumplió en cuatro años en cuanto al cambio de política hacia Cuba y dejar el camino abierto a su sucesor.
Mientras el joven Luz Rodríguez, de origen puertorriqueño, también votante de la capital, opinó que, ciertamente, se trata esta de “una carrera muy apretada entre Donald Trump y Kamala Harris” y vaticinó “mucho conflicto por delante, no importa quién gane”.
Pero no concordó completamente con el criterio de Benjamin respecto a la política hacia Cuba, pues cree que “será en muchos sentidos más de lo mismo”.
Para los estadunidenses, “una segunda presidencia de Trump pondría en peligro muchos de los derechos civiles que tenemos aquí en Estados Unidos”, apostilló. Según opinó, “con Kamala tampoco se ve mucho mejor”, en referencia a que su gobierno se convertiría en una continuidad del de Biden, un punto de vista del cual ha tratado de distanciarse la candidata.
Rodríguez afirmó que a juicio suyo, con Harris “las cosas seguirán igual y esto también se aplica al pueblo cubano”.
“Bajo la presidencia de Obama hubo una apertura de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. Y cuando Trump llegó no solo deshizo lo que el demócrata pudo lograr durante su mandato, sino que también puso en marcha docenas y docenas de restricciones más contra la economía cubana”, acotó.
“Y con Biden no hemos visto ningún cambio significativo, en realidad lo que hubo un fuerte alineamiento en mantener la política de Trump hacia Cuba. ¿Qué hará Kamala?”, se preguntó el activista.
Así que independientemente de quién gane este ciclo electoral -puntualizó- la política de Estados Unidos hacia Cuba parece que seguirá siendo la misma. Por eso -enfatizó- “tenemos que seguir exigiendo un fin al bloqueo y que a Cuba se le permita vivir con dignidad y soberanía y libertad, sin la opresión de un gobierno externo”.
Recordó el joven boricua la votación el pasado 30 de octubre en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas de una resolución sobre la necesidad de acabar con el bloqueo. “En más de 30 ocasiones, al igual que las otras veces, la mayoría del mundo se ha unido y ha dicho que no, que el bloqueo es criminal y debe levantarse para que el pueblo cubano pueda vivir en paz, y los únicos que han votado en contra son Estados Unidos e Israel”, concluyó.
En enero de 2021, pocos días antes de concluir su mandato, Trump volvió a incluir a Cuba en la arbitraria y unilateral lista de países patrocinadores del terrorismo como parte de la política de máxima presión que caracterizó la postura de su administración hacia la isla.
Tal designación significó un reforzamiento del bloqueo económico, comercial y financiero que pesa sobre el pueblo cubano hace más de seis décadas.
Cuba fue incluida por primera vez en esa lista en 1982, durante la administración de Ronald Reagan (1981-1989) y Obama (2009-2017) revirtió la medida en 2015 tras admitir que carecía de mérito.
Las autoridades cubanas han denunciado sistemáticamente que en realidad Cuba ha sido víctima del terrorismo por años, muchas veces organizado y planificado desde territorio estadounidense y que el bloqueo califica como la peor violación a los derechos humanos de su pueblo.
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