Por Daimarelys Pérez Martínez
Redacción de Cultura
Los dos primeros capítulos de la megaproducción se proyectaron en primicia mundial a inicios de diciembre en La Habana como parte de la programación del 45 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano y está basada en la obra maestra de Gabriel García Márquez.
En entrevista exclusiva con Prensa Latina, Arenal manifestó su convencimiento de que en la intención de todos los involucrados en la serie estuvo y está el hecho de hacerle un homenaje al Premio Nobel de Literatura 1982.
Siempre digo que no solo era un escritor maravilloso, sino un ser humano increíble y único, agregó.
Recordada, además, por su papel protagónico en el filme “El siglo de las luces” (1992), del director cubano Humberto Solás, confesó que durante el proceso de rodaje se respiró el cariño hacia García Márquez, lo cual significa en sí un tributo a su persona y a su obra.
Sentí que todos trabajábamos pensando en él y para él, aseguró Arenal; es como decir: entro en tu historia e intento ser estrictamente fiel a algo tan perfecto, señaló.
Lo describiría como un acto muy cómplice, y si le preguntáramos a Gabo y él pudiera contestar si siente esta adaptación como un homenaje, nos sentiríamos profundamente halagados, añadió.
Para Arenal fue un gran privilegio ser parte del equipo y mayor placer aún que se haya proyectado aquí.
El público cubano está extremadamente conectado con García Márquez en general; “Cien años de soledad” es una novela emblemática sobre la cual existen diferentes puntos de vista, por eso creo que cada uno tiene su propio Macondo, apuntó.
Ante el imaginario colectivo fue una responsabilidad enorme para mí interpretar un papel en esta obra tan maravillosamente escrita, pero también es un lujo para cualquier actor, precisó.
Arenal dio vida a Leonor Moscote, esposa de Don Apolinar Moscote, quien llega a Macondo como corregidor del gobierno conservador.
Leonor es un personaje complejo que encarna vulnerabilidad, y a la vez fortaleza, en un panorama opresivo.
Aunque en un inicio puede parecer una esposa muy convencional, Leonor revela las tensiones entre las esperanzas sociales y personales que la rodean.
Pese a las imposiciones enfrentadas, también muestra momentos de resistencia y humanidad, por lo que deja una huella en la familia Buendía, comentó.
En sus declaraciones a este medio de prensa, Arenal contó cómo llegó al proyecto y su compromiso con la obra.
Todas las personas que estuvimos en el elenco de esta producción, y finalmente fuimos elegidas para los personajes, pasamos por un extenso proceso de casting, relató.
Primero se hizo la selección a través de imágenes y escenas que hicimos llegar vía internet desde donde estaba cada cual, luego los preelegidos participamos en un casting presencial, agregó.
Fue largo, precisó, porque intentaban hacerlo muy riguroso en el hecho de acertar que cualquier actor, incluso, natural, se acercara a lo descrito por el Gabo en la novela, y finalmente concluyó con la buena noticia de ser seleccionada.
FUTURO MÁS CERCANO
La reconocida actriz cubana le comentó a Prensa Latina sobre algunos de sus próximos proyectos.
Después de “Cien años de soledad” terminé de rodar la primera temporada para otra serie en Netflix, la cual tengo entendido se estrenará próximamente, adelantó.
Aunque no reveló detalles de esta nueva producción hasta que no se abra el proceso de promoción, confesó su emoción. Estoy muy esperanzada con este nuevo trabajo y tengo un personaje muy interesante, dijo.
De igual forma, Arenal se refirió a una miniserie que protagonizó en el Canal Uno de Colombia, la cual la llevó también, según sus palabras, “a límites actorales fuertes”.
Encontré en ella una reflexión sobre la mujer, la vida, la maternidad, el hecho de mirar hacia adentro y cómo a veces uno se olvida de sí mismo para estar en función de los otros, así sea familia, del trabajo, narró.
La mujer que interpretó en esta miniserie titulada “Rediseñada por accidente” se encuentra en ese punto reflexivo de la existencia; cómo haberlo entregado todo y cómo crear un espacio para ella antes de ver pasar la vida, añadió.
De acuerdo con la actriz, “Rediseñada por accidente” se estrenará muy pronto en el propio canal colombiano y después se venderá a varias plataformas.
Además del trabajo para la televisión en Colombia, Jacqueline Arenal continúa con su labor de dirección en la compañía Okantomí, un grupo cubano de teatro para niños y jóvenes.
Dirigir teatro es una experiencia que me está aportando muchísimo y la disfruto tanto como actuar, subrayó. También adelantó que en la Sala Teatro Hubert de Blanck, en esta capital, presentarán la obra “53 domingos”, del autor español Cesc Gay.
De él hicimos el pasado año “Los vecinos de arriba” y, esta como aquella, es fascinante, y otro reto actoral profundo, dirigida por Caleb Casas y a estrenarse el 11 de enero en la mencionada sala, precisó.
Son estos los proyectos más inmediatos porque hay otras cosas por ahí en el “horno”, todavía no se pueden adelantar porque aún están por definir, pero prometen, explicó.
EL PERSONAJE SOÑADO
Con una exitosa carrera plagada de intensidad actoral, Arenal habló de uno de los personajes que siempre ha querido interpretar.
Después de aquel reto enorme que fue “El siglo de las luces”, cuando solo tenía 23 años de edad, y darle vida a un personaje de García Márquez, quisiera interpretar a Madame Bovary -del novelista francés Gustave Flaubert-, declaró.
Siempre he estado enamorada de su historia, como actriz he querido hacer su protagónico; creo que es una narración la cual, en este punto de mi vida, podría realizar con un entendimiento profundo de la desdicha, la falta de voz y de su catarsis emocional, asimiló.
Me encantaría que se hiciera otra versión y poder estar yo en ella, señaló.
Arenal piensa que nació para ser actriz. Con el solo hecho de la predestinación de nacer creería que sí llegué para serlo, expuso con orgullo y una sonrisa.
Estoy casi convencida de que nací para ser actriz, aunque recorrí otros caminos; estudié música y ballet, pero en el fondo de mi corazón mi gran sueño en la vida era la actuación, reveló.
Y qué maravilla poder decir que me dedico a hacer lo que soñé, concluyó la entrevistada.
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