sábado 3 de mayo de 2025

El Vietnam que viene

Hanoi (Prensa Latina) Reflejo de una etapa de profunda transformación estructural y organizativa, del marco institucional y el pensamiento estratégico del desarrollo nacional, el IX periodo de sesiones de la Asamblea Nacional (Parlamento) será determinante para el Vietnam que viene.

Por Moisés Pérez Mok

Corresponsal jefe en Vietnam

Un Vietnam decidido a entrar en lo que sus máximas autoridades definen como una nueva era de desarrollo, prosperidad y fortaleza, que permita construir con éxito un país cada vez más rico, democrático, próspero, civilizado y feliz.

Una era para la cual se plantean dos objetivos estratégicos fundamentales: llegar a ser una nación en desarrollo con una industria moderna e ingreso mediano-alto para 2030, y escalar hasta un nivel desarrollado y altos ingresos, con orientación socialista, para 2045.

De ahí la importancia histórica y la trascendencia del venidero periodo de sesiones, programado en dos etapas del 5 de mayo al 28 de junio y el cual, según el presidente de la Asamblea Nacional vietnamita, Tran Thanh Man, tendrá la mayor carga de trabajo desde el inicio del actual mandato.

El Legislativo deberá aprobar 31 leyes y ocho resoluciones, incluida la modificación y enmienda de la vigente Constitución de 2013, un elemento esencial para llevar adelante el acelerado proceso de racionalización y reorganización del sistema político en curso.

Según explicó el propio Thanh Man, la revisión de la Carta Magna tendrá un alcance limitado, pues afectaría a unos ocho artículos de los 120 que contiene la vigente ley de leyes, y abarcará dos grandes grupos de contenidos.

El primero se refiere a las disposiciones relativas al Frente de la Patria y a las organizaciones sociopolíticas, con el fin de racionalizar el aparato organizativo, mientras el segundo grupo atañe a las disposiciones que permitirán implementar el modelo de administración en solo dos niveles: provincial y local.

Según lo previsto, la revisión de la Constitución y legislaciones y resoluciones relacionadas deberá completarse antes del 30 de junio próximo y entrar en vigor a partir del 1 de julio. Además, mientras sesiona el Parlamento se realizará, del 6 de mayo al 5 de junio, una consulta popular sobre la reforma constitucional.

Desde la fundación de la República Democrática de Vietnam el país adoptó cinco Cartas Magnas: las de 1946, 1959, 1980, 1992 y 2013.

La propuesta de reforma de la ley de leyes, que se acomete más de una década después de la anterior, responde a la necesidad de actualizar la base jurídica del país ante el nuevo contexto y establecer un marco constitucional que permita una organización más eficiente del aparato estatal y otras reformas estructurales.

De acuerdo con Thanh Man, la racionalización de la estructura organizativa debe llevarse a cabo como una revolución, asegurando que el aparato cumpla con los principios de “compacto, eficiente, funcional y efectivo”.

DOS MAS DOS NO ES CUATRO

La fusión de provincias que acometerá Vietnam como parte de la política de reorganización de las unidades administrativas pretende crear nuevas dinámicas, potencialidades y nuevos espacios de desarrollo, afirmó recientemente el secretario general del Partido Comunista (PCV), To Lam.

“No es simplemente “dos más dos es igual a cuatro”, sino “dos más dos es mayor que cuatro”, enfatizó el líder partidista en un encuentro con veteranos ex dirigentes revolucionarios y personas con méritos en la sureña Ciudad Ho Chi Minh.

To Lam subrayó que la política de reorganización de las unidades administrativas y de construcción de un gobierno local de dos niveles fue discutida y evaluada cuidadosamente, se consideraron muchos aspectos y se alcanzó un alto consenso sobre su implementación.

“La gente de todo el país estuvo de acuerdo en apoyarlo y lo consideró una verdadera revolución”, manifestó.

El cambio anunciado supone pasar de las 57 provincias y seis ciudades bajo administración central (Hanoi, Ciudad Ho Chi Minh, Da Nang, Hue, Hai Phong y Can Tho) existentes en la actualidad a solo 34.

Únicamente 11 territorios se mantienen sin cambios: las ciudades de Hanoi y Hue y las provincias de Lai Chau, Dien Bien, Son La, Lang Son, Quang Ninh, Thanh Hoa, Nghe An, Ha Tinh y Cao Bang.

En los restantes casos se fusionan dos o tres provincias para dar lugar a una nueva entidad cuyo centro político-administrativo ya quedó definido.

Este proceso busca rediseñar el espacio de desarrollo con una visión nacional hacia 2050: crear nuevos motores de crecimiento, corredores económicos, polos dinámicos interconectados, y así elevar la competitividad del país.

Además, tiene como propósito aprovechar de forma más eficaz los recursos naturales – tierra, agua, bosques, minerales – y los espacios marítimos, subterráneos y aéreos.

Por otro lado, se prevé que tras la reorganización territorial se reducirá en 50 por ciento el número de unidades administrativas en el nivel provincial del 60 a 70 por ciento en el comunal en comparación con la actualidad, mientras desaparecerá por completo la instancia distrital.

Especialistas estiman que esta restructuración podría suponer un ahorro de aproximadamente 11,2 mil millones de dólares al año, lo cual equivale a un 3,8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional.

GOBIERNO COMPACTO

La reestructuración del aparato gubernamental busca también organizar adecuadamente ministerios multisectoriales y multidisciplinares, para garantizar la racionalización y reducción de las instituciones, mejorar la eficiencia y cumplir las condiciones para construir y perfeccionar el Estado socialista de derecho de Vietnam en la nueva era.

Así, el Gobierno vietnamita – que estará compuesto por 25 miembros, incluidos el Primer Ministro y siete viceprimeros ministros – adoptará una estructura organizativa más eficiente, con sólo 14 ministerios y tres agencias de nivel ministerial.

El propósito de esta reforma estructural, dijeron fuentes oficiales, es eliminar la burocracia al disolver 13 departamentos generales, 519 departamentos, 219 divisiones, tres mil 303 sub-departamentos y 203 unidades de servicio público, lo que supone una reducción de la plantilla de alrededor de un 20 por ciento.

Un comentario a propósito de este tema publicado por el diario Hanoi Moi subrayó que “racionalizar el aparato es un imperativo de la vida, que surge de los requisitos prácticos de una economía vietnamita en rápida transformación y del deseo de construir un país fuerte y moderno”.

Esta no es sólo una política importante, sino también un requisito urgente para liberar recursos, mejorar la productividad laboral y crear una base para el desarrollo sostenible del país en la nueva era, añadió.

Según la fuente, el actual sistema político de Vietnam es de gran escala. El número total de funcionarios y empleados públicos a finales de 2022 superaba los 2,2 millones de personas, lo que representa una parte importante de la dinámica de la fuerza laboral.

“Esto supone una pesada carga para el presupuesto estatal, especialmente para los gastos recurrentes. La tasa de gasto recurrente anual en Vietnam suele representar alrededor del 70 por ciento del gasto total del presupuesto estatal”, y gran parte se utiliza para mantener el funcionamiento del aparato administrativo, argumentó el diario.

arc/mpm

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