La anual Conferencia Central de Trabajo Económico destacó la recuperación de la economía en 2023 y «el sólido progreso en el desarrollo de alta calidad».
Durante el encuentro los máximos líderes del país plantearon acciones para fomentar la vitalidad económica, prevenir riesgos, mejorar las expectativas sociales e impulsar la recuperación en 2024.
Los participantes instaron a fortalecer los ajustes anticíclicos de las políticas macroeconómicas y continuar con la implementación de políticas fiscales y monetarias proactivas.
El Partido Comunista de China hizo hincapié en liderar el desarrollo de un sistema industrial moderno a través de innovaciones científicas y tecnológicas, mejorar la resiliencia y seguridad de las cadenas industriales, aumentar la demanda interna y promover la reforma en áreas clave.
La reunión también destacó la ampliación de la apertura de alto nivel, la consolidación del comercio exterior y la inversión extranjera.
Durante el Tercer Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional, el presidente chino, Xi Jinping, propuso ocho pasos para profundizar la conectividad, la apertura al exterior y el desarrollo de una comunidad global con un futuro compartido interdependiente.
Entre esas medidas están la creación de un corredor logístico por Eurasia, zonas pilotos para cooperación en comercio electrónico, la eliminación de todas las restricciones para la inversión extranjera en el sector manufacturero y la expansión del acceso al mercado de productos digitales.
UN 2023 DE REAJUSTES
El año pasado el país implementó políticas macroeconómicas para respaldar su resistencia, incluida una estrategia de desarrollo que ayudó a crear un entorno sólido y estable.
Según los expertos, otras medidas como la emisión de bonos del tesoro, reducciones de impuestos y tarifas, y un mayor apoyo financiero en áreas clave ayudaron a mitigar los riesgos.
Como resultado, la contribución del consumo alcanzó el 83 por ciento del crecimiento en los primeros nueve meses, lo cual mitigó de forma efectiva la presión de la contracción de la demanda externa.
Por otro lado, según la Oficina Nacional de Estadísticas, durante los tres trimestres iniciales de 2023, la inversión en manufactura de alta tecnología y servicios de alta tecnología aumentó más de 10 por ciento, ambas cifras notablemente más elevadas que la tasa de crecimiento promedio de la inversión en activos fijos.
De acuerdo con He Ping, subdirector de la Escuela de Economía y Gestión de la Universidad de Tsinghua, en el primer trimestre la economía repuntó y tuvo un buen comienzo, una tendencia que continuó en el segundo trimestre, aunque algunos indicadores se desaceleraron.
De junio a septiembre, los principales parámetros económicos se estabilizaron y repuntaron, mientras que para el final de año las políticas macro de control comenzaron a surtir efecto y la economía mantuvo el impulso de estabilización y crecimiento, explicó a CCTV.
En su opinión, en 2024 la demanda de los consumidores se estimulará con medidas como el aumento de los ingresos familiares y la mejora del sistema de seguridad social.
“En cuanto a la inversión industrial, se anima a las empresas a aumentar la inversión en I+D y promover la actualización y transformación industrial”, agregó.
De forma general, los analistas esperan que China alcance su objetivo de crecimiento del PIB para 2023 el cual ronda sobre cinco por ciento, similar a la tasa de 5,2 por ciento que alcanzó el país en los primeros nueves meses del año.
IED Y EL COMPLEJO ESCENARIO GLOBAL
Los datos oficiales muestran que la inversión extranjera directa (IED) en la China continental alcanzó 1.04 billones de yuanes (aproximadamente 146.53 mil millones de dólares) en los primeros 11 meses del año, lo cual es un resultado notable en medio de la débil inversión transfronteriza en el nivel global.
Autoridades chinas aseguraron que el país cuenta con múltiples atractivos para la inversión extranjera y desestimaron la posibilidad de una retirada de este tipo de capital en 2024.
La Oficina del Comité Central para Asuntos Financieros y Económicos señaló que el mercado a gran escala, el sistema industrial completo y el nuevo patrón de desarrollo brindan nuevas oportunidades a empresas internacionales.
Sobre este particular, un funcionario de ese ente especificó que el PIB per cápita de China superó los 12 mil dólares y su grupo de renta media superó los 400 millones, lo cual forma un vasto mercado interno con enorme potencial.
Además, enfatizó que el gigante asiático es el único con todas las categorías industriales enumeradas por las Naciones Unidas y ventajas industriales sin comparación.
Acerca de la IED, el funcionario indicó que, pese a un lapsus en los primeros 10 meses, el volumen se mantuvo en un nivel alto, mientras que los fondos extranjeros destinados a los servicios y la fabricación de alta tecnología registraron un crecimiento más rápido.
Las autoridades se comprometieron a promover la apertura institucional, eliminar todas las restricciones a la inversión extranjera en el sector manufacturero, así como a ampliar el acceso en telecomunicaciones y servicios médicos.
Asimismo, la Oficina del Comité Central para Asuntos Financieros y Económicos también se refirió a la resolución de cuestiones como el flujo transfronterizo de datos y la participación igualitaria en la contratación pública.
Según datos del Ministerio de Comercio, durante los primeros 10 meses del año se establecieron un total de 41 mil 947 empresas con inversión extranjera en China.
La cifra representó un aumento de 32,1 por ciento en comparación con el mismo período del año anterior. Sobre ese particular, el economista Zhang Ning explicó a CCTV que sectores como telecomunicaciones, atención médica, comercio electrónico, digitalización, nuevas energías y vehículos eléctricos, así como aquellos vinculados a servicios y bienes de consumo deben atraer la IED en 2024.
El analista vaticinó que Beijing mejorará la coordinación de políticas para gestionar posibles restricciones económicas y adoptará más medidas para impulsar los esfuerzos con el fin de atraer inversión extranjera.
Por su parte, Victor Gao Zhikai, profesor titular en la Universidad de Soochow de Taiwán, expresó su optimismo sobre el futuro crecimiento de la economía china en las próximas décadas por su liderazgo en avances tecnológicos importantes.
“Siempre y cuando China mantenga esta innovación y continúe invirtiendo en investigación tecnológica y avances tecnológicos, creo que la economía china seguirá creciendo de manera muy robusta en el futuro previsible”, dijo.
A lo anterior debemos agregar el fuerte respaldo de Beijing a la construcción de una economía global abierta, con la protección de las cadenas industriales y de suministro a nivel mundial.
En medio de un escenario internacional complejo, el gobierno prioriza acciones encaminadas a aumentar la inversión, apoyar al desarrollo de la economía real, promover aún más la reforma y la apertura del país, así como mejorar el bienestar público.
De hecho, el Fondo Monetario Internacional elevó recientemente su previsión de crecimiento económico para China en 2023 al 5,4 por ciento por el aumento del consumo y las últimas medidas gubernamentales, en un momento en el que varios expertos occidentales daban por hecho el colapso económico de la nación asiática.
*Corresponsal jefe de Prensa Latina en China
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