Por Karina Marrón González
Corresponsal jefe en Angola
De mantenerla presente en su día a día se encargan los integrantes de la Asociación de exalumnos angoleños en Cuba, conocidos como Caimaneros, quienes consideran que la mejor manera de retribuir a Angola y a la nación caribeña es servir en beneficio de ambos pueblos.
No es raro entonces encontrarlos en celebraciones de fechas como el 28 de enero, natalicio del Héroe Nacional cubano, José Martí, o los 50 años de relaciones entre los dos países, pero no como protocolo, sino ocupados en ferias de salud en los barrios más humildes de Luanda.
“Los Caimaneros aprendimos en Cuba que hay que ser solidarios”, afirmó a Prensa Latina la vicepresidenta del consejo directivo de la Asociación, Azélia Cándido, como quien comenta la verdad más evidente, mientras un centenar de miembros laboraba sin descanso en la comuna de Villa Flor.
Especialistas, pruebas de laboratorio, medicamentos para ser entregados gratuitamente e insumos para trabajar durante toda una jornada en la que cientos de personas son consultadas sin tener que pagar un centavo, son movilizados de tres a cuatro veces en el año, solo en la capital.
También en otras partes del país ocurren esos espacios de servicio a la población, que siempre miran a las zonas más vulnerables o donde es más difícil el acceso a los servicios de salud.
“No esperamos que la comunidad vaya a buscarnos, nosotros vamos a buscar a la comunidad. Las consultas, los medicamentos, todo es de manera gratuita, incluidos los análisis de laboratorio que se practican”, sostuvo Cándido.
De ello dio fe Catarina do Nascimento, quien acudió a la consulta de medicina general y elogió el trato de los médicos, “con mucha paciencia y amor”.
UNA MUESTRA DE AGRADECIMIENTO
Pedro Manuel, especialista en medicina familiar, estudió en Cuba de 2008 a 2015, en la provincia de Villa Clara, y considera esta experiencia como una de las mejores de su vida.
Tuvimos un buen intercambio con la medicina preventiva que se practica en Cuba y nos preparamos para aplicarla aquí y aprendimos mucho en todo lo relacionado con los cuidados primarios de salud, dijo a Prensa Latina.
Con él coincide la también especialista en Medicina General Integral, Maviala de Moráis, que se graduó en la provincia de Camagüey luego de una estancia de 1986 a 1999.
“Llegué a la Isla de la Juventud con solo 12 años y salí de Cuba ya una mujer”, recordó y agradeció mucho al pueblo que la acogió.
De Moráis, quien participó en numerosas ferias de salud desde el surgimiento de los Caimaneros, sostuvo que la organización siempre se caracterizó por una fuerte proyección social.
“Es también por agradecimiento, porque si hoy somos médicos es gracias a los dos pueblos, y qué hacemos por estos dos pueblos, pues realizamos estas actividades gratuitas, dejamos todo lo que había que hacer para venir aquí”, afirmó.
En la comuna de Villa Flor, donde estuvieron el pasado 11 de octubre, los Caimaneros unieron fuerzas con cooperantes cubanos y la administración comunal y municipal, para brindar consultas de estomatología, ginecobstetricia, medicina general, pediatría, urología y oftalmología.
Pero este tipo de experiencias también la vivieron el barrio Mussulo de Buraco, en Camama, o Icolo e Bengo (cuando era un municipio de Luanda), cada sitio con particularidades diferentes.
El común denominador es el deseo de servir a la población angoleña, siempre con las enseñanzas de Cuba en el corazón.
UNA HISTORIA QUE CONTINÚA
Miles de niños y jóvenes angoleños estudiaron en la nación caribeña desde 1975, algunos de los cuales cursaron desde estudios primarios hasta graduarse de las universidades en distintas especialidades.
Solo en la carrera de Medicina más de mil 600 jóvenes concluyeron sus estudios en Cuba, muchos de los cuales constituyen una fuerza fundamental en el sector sanitario en el país africano.
La experiencia continúa hoy en una nueva dimensión, cuando los cooperantes cubanos presentes en tierras angoleñas contribuyen a la formación de especialistas en Medicina General y Familiar, de la cual 399 se graduaron el pasado 14 de octubre.
María Beatriz João forma parte de ese grupo que estudió en Angola la carrera de Medicina y la especialidad de Medicina General y Familiar, pero viajó a Cuba para una pasantía de tres meses que le permitió intercambiar experiencias y entrar en contacto con su modelo de salud.
Las vivencias y aprendizajes fueron para ella muy importantes, por eso al regresar y ser convocada por los Caimaneros, aunque en realidad no pertenece a la Asociación, decidió sumarse al proyecto de las ferias que son en beneficio de la población.
Es la continuidad de un mensaje de amor que comenzó a tejerse hace medio siglo, y que permite que, a miles de kilómetros, el nombre de Cuba despierte la nostalgia y la alegría, pero también el compromiso de servir a las causas más nobles.
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