martes 4 de marzo de 2025

Paulito FG, en la élite de la música cubana, popular y sofocador (+Fotos)

La Habana (Prensa Latina) La noticia del fallecimiento del popular intérprete, compositor y director de orquesta cubano Paulo Fernández Gallo aún resuena en redes sociales entre el público y la comunidad de artistas.

Por Daimarelys Pérez Martínez

Redacción de Cultura

El hecho causó consternación debido al impacto provocado por el accidente automovilístico el 1 de marzo, del cual fue víctima, así como por lo que representó Paulito FG, como lo conocíamos, para la música cubana.

Promotor de valores genuinos dentro del pentagrama de la isla, gran anfitrión y sobre todo, excelente artista, Paulito contará siempre con el aplauso incondicional de sus miles de seguidores, quienes desde diversas latitudes siguieron al exintegrante de agrupaciones como NG La Banda y Dan Den.

El artista fue, además, el creador, director y jurado del concurso cubano de talentos de la televisión nacional “Sonando en Cuba”, producido por RTV Comercial, proyecto que impulsó la carrera de jóvenes soneros de 2015 a 2017 (tres temporadas).

Por esos años un equipo de Prensa Latina visitó el escenario principal de aquella ambiciosa y noble propuesta, y Paulo FG no reparó en ofrecer una entrevista a esta agencia mientras ajustaba los últimos detalles del ensayo general del espectáculo, nacido de una idea que materializó con gran osadía.

La esencia de la iniciativa era reconquistar los valores musicales contenidos en la identidad del pueblo cubano, rescatar las grandes voces y el buen cantar, afirmó en aquella ocasión el intérprete de temas como “Tú no me calculas” (1993), “Te deseo suerte” (2003) y “Te boté” (2006).

Sonando en Cuba no es solo un programa televisivo, manifestó entonces, sino un proyecto sociocultural y para mí puede ser muy sostenible a partir de que todo el mundo se enfoque en su concepto, en su génesis.

La manera del cubano de hacer música es lo que nos identifica en la escena internacional, aunque “la representación de hoy no es igual a la de otros años, no tiene la profundidad rítmica de etapas precedentes”, sostuvo Paulo FG.

Su opinión -como la de la mayoría- giró en esa ocasión en torno a los grandes creadores de este país, quienes desde diversos géneros musicales y en diferentes épocas defendieron, y aún mantienen, el nombre de Cuba en la cúspide del panorama sonoro mundial.

Hemos sido reverenciados durante décadas; si ese camino lo perdemos y no le damos prioridad a los valores alcanzados corremos el riesgo de que nuestros jóvenes se nos pierdan; es ahí donde siempre apunto con este proyecto, indicó el compositor y director de la agrupación la Élite, fallecido a los 63 años de edad.

Al referirse al espectáculo, el intérprete manifestó que se cumplieron las expectativas, “pese a que todo encierra mucho sacrificio; cuesta trabajo que te entiendan, que intuyan por dónde se deben encaminar las cosas, cómo unir a un grupo de personas para llevar a cabo una realización de este tipo”.

También, cuesta trabajo que todo el mundo se enamore de la idea, dijo: “Todos los proyectos en la vida, sea cual sea, tienen resistencia, así que debemos demostrar la buena causa por la cual emprendemos esos ideales, y el programa tiene un objetivo preciso y argumento sólido”, señaló.

Conocido también como “el sofocador de la salsa”, insistió en que para llegar a cualquier conclusión hay que buscarle el sentido a las cosas, ahondar en el verdadero propósito de lo que hacemos.

COMIENZOS TAMBIÉN PUNTIAGUDOS

Sobre Paulo Fernández Gallo recordamos su paso por grupos musicales como Galaxia, Opus 13 o el ya mencionado Dan Den, etapa de aprendizaje que le mostró la importancia de una labor de preparación colectiva.

Con Dan Den me fue muy bien como punto de partida para hacer mi propia agrupación, ella me dio la posibilidad de evaluar que el intenso trabajo y la práctica en conjunto dan como resultado un buen suceso, un éxito más seguro, expresó.

El reconocido intérprete comentó que las bases para formar su propia orquesta las estableció mucho antes y en diferentes cabarets, donde abordó un repertorio variado de música cubana, lo cual constituyó el preámbulo para alcanzar la dimensión necesaria a la hora de mostrar sus potencialidades.

Con el termómetro del público logré reconocer cuánta pegada uno puede tener, y eso lo conseguí desde que estaba trabajando con mis primeros grupos, sobre todo, con Galaxia, subrayó. Detractor de los extremos, contrario a los textos soeces en el momento de interpretar música bailable, huidor de las metáforas inoportunas, Paulito FG prefería el lenguaje directo para llegar a un público más amplio, sin desdeñar las letras inteligentes, sugerentes, como es “Ilusión de papel” (1996).

Hijo de una poetisa graduada de Historia del Arte, siempre mostró rebeldía frente a las exigencias de ella cuando quería que fuera actor.

Decía que era bueno, pero no había quien me diera una clase de teatro; tampoco utilicé jamás un texto de mi madre, porque afirmaba que era mucha poetisa para llevar su pluma al lenguaje de la calle, el urbano, rememoró el carismático sonero que por estos días llora Cuba.

arb/mml/dpm

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