jueves 30 de enero de 2025

Vietnam y una primavera de cambios en el Año de la Serpiente

Hanoi (Prensa Latina) La llegada de la primavera este Año de la Serpiente encontrará a Vietnam inmerso en un profundo proceso de ordenamiento y racionalización del aparato organizativo del sistema político, tarea promovida y liderada por el Partido Comunista (PCV).

Por Moisés Pérez Mok

Corresponsal jefe en Vietnam

En su mensaje por el advenimiento del Año Nuevo Lunar, el 29 de enero, el presidente vietnamita, Luong Coung, anticipaba que 2025 será un período de “aceleración y avance”, que pondrá las bases para entrar en una nueva era: la de ascenso, prosperidad y crecimiento.

“Vietnam seguirá avanzando, sin que nada pueda detener las aspiraciones y el brillante futuro de nuestra nación”, decía Cuong antes de subrayar que el PCV, el pueblo y el ejército “continúan unidos con determinación, manteniendo el espíritu de autodeterminación, autoconfianza, resiliencia y orgullo nacional” para construir un país próspero, fuerte, democrático, justo y civilizado.

Mas, el inicio de esta nueva era se encuentra estrechamente ligada al reordenamiento y la racionalización del aparato organizativo del sistema político, una transformación que el secretario general del PCV, To Lam, calificó en más de una ocasión como una verdadera revolución.

Al intervenir en la sesión ordinaria de la Asamblea Nacional (Parlamento) a fines de octubre último, Lam recordó que desde el XII Congreso Nacional del Partido, en 2016, el Comité Central evaluó que el aparato estatal existente era engorroso e ineficaz, y debía ser reorganizado y racionalizado.

Poco después, en un artículo publicado el 5 de noviembre, el propio líder hacía notar que tras siete años de aplicación de la Resolución acerca de “Algunas cuestiones sobre la continuación de la renovación y la reorganización del sistema político racionalizado para que opere de forma efectiva y eficiente” se alcanzaron algunos resultados iniciales.

Sin embargo, la reforma y reestructuración del aparato organizativo no logró una plena sincronización, por lo que el sistema político aún es engorroso, las funciones, deberes y atribuciones de las distintas estructuras se superponen y carecen de claridad, y la descentralización es insuficiente y con una baja eficacia operativa.

De ahí que el máximo dirigente partidista subrayara el carácter urgente de esta tarea, de cuyos resultados podría depender que se alcancen los objetivos de desarrollo socioeconómico fijados por la Resolución del XIII Congreso del PCV.

Este –reconoció- es realmente un problema muy difícil, porque al racionalizar el aparato se afectarán los intereses de algunos individuos y organizaciones. Sin embargo, hay seguir adelante porque para tener un cuerpo sano a veces tenemos que “beber medicinas amargas” y soportar el dolor para “operarnos de un tumor”.

EL SEGUNDO DOI MOI DE VIETNAM

Racionalización del aparato administrativo: el “segundo Doi Moi” del país, tituló el periódico electrónico gubernamental una entrevista con el ex viceministro del Interior Thang Van Phuc, quien consideró que ésta que ésta es la “segunda reforma” de nuestro Partido cuando “toca” el sistema político.

El primer Doi Moi (renovación) fue cuando innovamos para hacer la transición a una economía de mercado de orientación socialista (en el año 1986). Y ahora estamos reformando y racionalizando el sistema político, subrayó el también ex director del Instituto de Ciencias de la Organización del Estado.

Van Phuc destacó el amplio apoyo que recibe este proceso en todos los ámbitos de la vida y anticipó su éxito “porque tenemos una determinación política muy alta”.

Espero que este cambio cree nuevas oportunidades para que el país se desarrolle a un ritmo más rápido, más eficaz y más sostenible, dijo.

Interrogado acerca de las preocupaciones que puede generar la racionalización del personal, estimó que además de la recalificación de los recursos humanos, muchos de quienes cesen en sus funciones podrán pasar al ámbito privado, “que se convertirá en un sector importante, si no dominante”.

De acuerdo con el diario Hanoi Moi, el número total de funcionarios y empleados públicos en el nivel nacional a finales de 2022 era de más de 2,2 millones de personas, lo que supone una pesada carga para el presupuesto estatal, especialmente para los gastos recurrentes.

La tasa de gasto recurrente anual en Vietnam suele representar alrededor del 70 por ciento del gasto total del presupuesto estatal, y gran parte se utiliza para mantener el funcionamiento del aparato administrativo, pagar salarios y prestaciones a los funcionarios.

En comparación con otros países, Vietnam tiene una tasa de gasto recurrente mucho más alta. Singapur, por ejemplo, tiene un aparato administrativo con un número mucho menor de personal y la proporción de gastos recurrentes sólo representa alrededor de un 40 por ciento del gasto presupuestario total.

“Para Vietnam, los retrasos en la reforma han aumentado la carga presupuestaria y reducido la eficiencia en el uso de los recursos. Un sistema político engorroso no sólo reduce la competitividad nacional, sino que también obstaculiza el desarrollo”, señalaba el periódico.

REVOLUCION EN EL MOMENTO ADECUADO

En opinión de la ministra vietnamita del Interior, Pham Thi Thanh Tra, el secretario general To Lam eligió el momento adecuado para llevar a cabo una revolución en la racionalización de la estructura organizativa, “que es muy especial y tiene un significado histórico”. Este proceso, explicó, se produce en momentos previos a los congresos del PCV en todos los niveles y cuando se conmemoran muchos hitos en la historia del país, como los aniversarios 95 de la fundación del Partido, 50 de la liberación del Sur y la reunificación de la nación, y 80 años de la fundación de la entonces República Democrática.

“Racionalizar el aparato es una de las decisiones políticas más importantes”, remarcó Thanh Tra, quien señaló que esa cartera lleva casi dos meses de carrera contra el tiempo para llevar a cabo el proceso, que conlleva una cantidad de trabajo sin precedentes en un tiempo que puede considerarse increíblemente rápido.

Además de la reorganización y racionalización del aparato estatal, al Ministerio del Interior corresponde desarrollar y completar los instrumentos jurídicos relacionados con la nueva estructura organizativa para presentarlas en febrero próximo a la reunión extraordinaria convocada por la Asamblea Nacional para su aprobación.

“El objetivo es crear un corredor legal para que el nuevo aparato funcione sin problemas, unificado y sincrónicamente después de ser simplificado y, al mismo tiempo, promover la descentralización”, puntualizó.

Según el proyecto aprobado, el Gobierno reducirá cinco ministerios, tres agencias gubernamentales, 13 departamentos generales y organizaciones equivalentes, 219 divisiones, tres mil 303 sub-departamentos y 203 unidades de servicio público, lo que supone una reducción de la plantilla de alrededor de un 20 por ciento.

Por otra parte, se espera reducir en más de un 30 por ciento los organismos dependientes de la Asamblea Nacional y de su Comité Permanente.

Una vez aprobados estos cambios, el número de carteras se reducirá a 13, incluidos los flamantes ministerios de Finanzas, de Construcción, de Agricultura y Medio Ambiente, de Ciencia y Tecnología, de Asuntos étnicos y Religiosos, y del Interior.

Después de su fusión con el de Planificación e Inversiones, el Ministerio de Finanzas será el que tenga más unidades y personal, con 35 departamentos y 69 mil 405 funcionarios públicos, además de 17 mil 656 empleados.

arc/mpm

RELACIONADOS