domingo 8 de diciembre de 2024
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Uruguay: el retorno del Frente Amplio

Montevideo (Prensa Latina) Yamandú Orsi será el próximo presidente de Uruguay para el lustro 2025-2030 y con él vuelve al poder el Frente Amplio (FA) con la promesa de gobernar para todos, pero con énfasis en la justicia social.

Por Orlando Oramas León

Corresponsal jefe en Uruguay

Orsi se impuso al candidato del oficialismo, el exsecretario de la Presidencia Álvaro Delgado, quien se presentó como el continuador del gobierno del presidente Luis Lacalle Pou, a quien el líder del FA, Fernando Pereira, consideró el gran derrotado en la jornada electoral del 24 de noviembre.

Ambos contendientes llegaron a esta jornada con ventaja estrecha para el del Frente, aunque varias de las encuestadoras decretaron “empate técnico”. Fue el final de una larga aunque tranquila campaña electoral que tuvo el 30 de junio las internas partidarias y el 27 de octubre elecciones presidenciales y parlamentarias.

Entonces Orsi fue el candidato más votado, pero no alcanzó mayoría por encima del 50 por ciento de los votos como demanda la ley, lo cual decidió el balotaje. El escrutinio primario de la Corte Electoral le dio al candidato de la oposición el 49,84 de las papeletas, por 45,87 por ciento para Delgado, quien aceptó sin remedio su derrota.

La Corte Electoral registró 38 mil 478 votos en blanco, 64 mil 500 anulados y 35 mil 761 observados. Hubo participación del 89 por ciento del total de poco más de dos millones 700 mil habilitados, en un país donde la ley establece la obligatoriedad de votar.

CRECIMIENTO EN EL INTERIOR

El FA sacó lecciones de errores que le costaron la presidencia en 2019.

Su presidente Fernando Pereira destacó que fueron más de 300 las localidades recorridas durante la campaña y escenarios de los encuentros con representantes de diversos sectores sociales, productivos y políticos, muchos de ellos bajo el programa “El Frente Amplio te escucha”.

Y si el voto urbano sigue decisivo para el Frente, el escrutinio consignó el avance de la alianza de izquierda en el interior de Uruguay.

Resulta una de las lecturas de lo ocurrido en la segunda vuelta en la que el binomio Yamandú Orsi-Carolina Cosse, se impuso al de Álvaro Delgado-Valeria Ripoll con diferencia de 95 mil 502 papeletas. En el balotaje el FA captó 125 mil adhesiones nuevas, de las cuales 59 por ciento estuvieron en el interior.

Detrás de estos datos se desdibujan declaraciones en los últimos días de campaña del excandidato presidencial del Partido Colorado, Andrés Ojeda, quien pronosticó que el Frente perdería la elección por la fuga de votos alcanzados en la primera vuelta.

El 24 de noviembre ocurrió lo contrario. Según el escrutinio primario de la Corte Electoral, el FA pasó de un millón 71 mil 826 votos a un millón 196 mil 798 entre el 27 de octubre y el 24 de noviembre.

La actual oposición creció cinco puntos porcentuales, de 44 a 49 por ciento, salto con el que ganó su cuarta victoria presidencial.

Por el contrario, el voto sumado del Partido Nacional, Colorado, Cabildo Abierto, el Partido Independiente y el Constitucional Ambientalista, en coalición, cayó tres puntos porcentuales, de 48 a 45 por ciento. La Coalición perdió 60 mil votos entre octubre y noviembre, 97 por ciento de ellos en el interior.

A nivel departamental el FA fue mayoría en cinco. La coalición gubernamental tuvo más votos en 14, aunque en casi todos mermó su factura electoral.

En mayo serán las elecciones departamentales y está por ver cómo queda la Coalición Republicana, en la que el Partido Nacional, del presidente Lacalle Pou y del vencido Álvaro Delgado, ahora senadores electos, pretende seguir mandando.

LO QUE VIENE

En la primera vuelta el FA se hizo de la mayoría en el Senado y quedó a dos votos de lograrlo en la Cámara de Diputados.

Tanto Orsi como Delgado habían expresado antes la necesidad de conseguir consensos en temas de trascendencia nacional. La pobreza infantil y el combate al crimen organizado, en particular el narcotráfico, son de esos asuntos.

El Parlamento puede ser el escenario de tales tratativas. Sobre ello abogó también el expresidente José Mujica, quien acotó que para ello se precisa crear el ambiente favorable que el partido hoy gobernante no propició.

Orsi prometió cumplir cinco compromisos esenciales en caso de ganar la elección.

“Acudir siempre al diálogo”, tanto con la sociedad como con las empresas y los distintos actores políticos. El segundo fue generar “crecimiento económico y estabilidad”. A la par, protección y bienestar social necesario, porque “el crecimiento es posible si la sociedad avanza”.

En cuarto lugar manifestó que se hará “cargo” de la seguridad: “Es claro que hay que ser muy duro con el delito y con las causas”, puntualizó sobre el tema que más preocupa a sus compatriotas.

“Que gobierne la honestidad y la decencia. No puede haber nada para ocultar, no se puede barrer bajo la alfombra”, apuntó.

Los uruguayos se expresaron en las urnas y aunque se confirmó que persisten dos bloques políticos, una mayoría decidió por el cambio.

Reiteró Orsi en su discurso de victoria que gobernará para todos, y Fernando Pereira remarcó que el Frente tiene el objetivo de transformar al país. Ya lo demostró cuando fue gobierno, declaró, y consiguió los mayores incrementos salariales de los últimos 40 años, amén de cambios estructurales en salud y educación, entre otros temas.

El retorno del FA puso a Uruguay en el centro del interés internacional, y en particular en el continente, donde su victoria es interpretada como un paso del llamado progresismo en América Latina.

arb/ool

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