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viernes 30 de agosto de 2024
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Sesenta años de sanciones han hecho la vida muy difícil a los cubanos

Después de que Barack Obama y Raúl Castro aprobaran en La Habana el restablecimiento de las relaciones entre sus gobiernos, era de esperar que las cosas cambiaran entre ambos países. Pero aquel giro histórico en la política exterior estadounidense hacia Cuba se frenó en seco con la llegada de Donald Trump dos años más tarde, en enero de 2017.

Por Alexandre Anfruns*

Colaborador de Prensa Latina

Y tras su elección en 2021, aunque eso supusiera romper sus promesas, Joe Biden volvió a la carga aplicando una política anticubana que ya dura desde hace más de seis décadas.

A pesar de ello, una escritora británica-canadiense se tomó muy en serio las posibilidades abiertas para la inversión extranjera y el desarrollo económico de la isla tras el restablecimiento de los lazos diplomáticos entre Cuba y Estados Unidos.

T.K. Hernández ha pasado seis años, entre 2016 y 2022, viajando entre Londres, Washington, Toronto, Ottawa y La Habana para entrevistar a más de 30 expertos en los sectores económicos estratégicos de la isla.

El pasado 16 de febrero, su libro “The Cuba Interviews: Conversations on Foreign Investment and Economic Development” (Palgrave Macmillan, 2023), fue presentado en la 32 Feria Internacional del Libro de La Habana. Los testimonios que recogió tienen como principal telón de fondo la historia contemporánea de la búsqueda de la soberanía por parte de la Revolución cubana.

Alex Anfruns (AA): ¿Puede hablarnos un poco de la génesis de su libro, que contiene una abundante información?

T.K. Hernández (TKH): Comencé a entrevistar para Cuba Business Report en 2016. Esa primera entrevista fue con el Director General de una firma británica en Londres. Hicimos la entrevista por teléfono. La empresa tenía un proyecto increíble de desarrollo de un complejo de golf de lujo con villas y condominios en propiedad absoluta en Carbonera.

Iba a ser la primera empresa en construir chalets y apartamentos de lujo en régimen de propiedad absoluta para extranjeros. Era un proyecto increíble. Tanto los cubanos como la empresa británica estaban entusiasmados.

La gente se sintió atraída por el concepto de Cuba Business Report, un informe imparcial sobre el progreso económico y empresarial de Cuba. Empecé a entrevistar a funcionarios del gobierno y a inversores extranjeros de muchos países.

Cuba Business Report también fue elegida para ser el medio de comunicación asociado y la publicación oficial de muchos encuentros en La Habana, incluida la Conferencia Cupet sobre Petróleo y Gas, durante tres años consecutivos. Tenía una buena reputación entre la comunidad empresarial de Cuba y entre los inversores extranjeros. Una entrevista llevó a otra y a otra.

AA: ¿Y cuáles fueron los antecedentes del proceso de escritura?

TKH: Después de la elección de Trump, quien hizo de su misión castigar a los cubanos y su economía, pensé que estas entrevistas tenían valor, así que las compilé en un formato de libro, como una especie de legado si el sitio web no permanecía. El objetivo era presentar una “ventana abierta a Cuba”. Es un registro de la historia moderna.

A lo largo de ese trabajo entrevisté a muchas personas destacadas del sector de las artes y la cultura, pero no se incluyen en el libro porque “The Cuba Interviews: Conversaciones sobre inversión extranjera y desarrollo económico” trataba sólo de esos temas. Tengo la intención de publicar esas otras entrevistas en el futuro.

AA: Al seguir incluyendo a Cuba en la lista de “Estados patrocinadores del terrorismo”, tanto bajo la administración Trump como bajo la de Biden, Washington deja al descubierto su pretensión de torcerle el brazo al gobierno de la Revolución cubana. ¿Cómo valora esa estrategia estadounidense y su posible evolución?

TKH: Colocar a Cuba en la lista de “Estados patrocinadores del terrorismo” es un esfuerzo adicional para destruir la economía cubana. La designación por parte del gobierno de Trump perseguía principalmente frustrar la inversión extranjera y el comercio.

Es una política fracasada basada en la fabricación de mentiras con la complicidad de los medios corporativos. Biden no ha eliminado a Cuba de la lista y no ha hecho nada para cumplir sus promesas de campaña sobre Cuba.

Como sabes, hay cambios dramáticos en el mundo. La gente está centrada en la guerra de Ucrania y el genocidio en Palestina. Al mismo tiempo, tenemos la Iniciativa Belt and Road de China, los Brics y una revolución panafricana contra las estructuras neocolonialistas en el Sahel.

También tenemos lo que dios-sabe-qué estará pasando política y psicológicamente en Estados Unidos. El mundo acaba de ser testigo de la locura del reciente debate presidencial.

Creo que podremos evaluar más claramente la evolución de la estrategia estadounidense tras la Cumbre de los Brics en octubre en Kazán y las elecciones estadounidenses de noviembre. Los expertos predicen que el uso del dólar en el comercio internacional disminuirá a medida que se realicen más intercambios en monedas nacionales y en una posible moneda digital entre las naciones Brics.

La eficacia de las sanciones perderá fuerza. Ya hemos visto cómo las sanciones contra Rusia han fracasado y, de hecho, su economía va bien.

AA: De hecho, Cuba ha manifestado un gran interés en unirse a los Brics. ¿Cómo lo percibe?

TKH: Así es, en la actualidad Cuba se acerca a los Brics, una organización intergubernamental de naciones emergentes. El presidente Miguel Díaz-Canel intervino en la cumbre de los Brics en Sudáfrica en 2023.

El canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, asistió a la reunión de ministros de Asuntos Exteriores de los Brics en Moscú. Aunque Cuba aún no se ha adherido a los Brics, el ministro Rodríguez indicó la posibilidad de convertirse en Estado asociado.

El resultado de la próxima Cumbre de los Brics será crucial, ya que presentará nuevas oportunidades para Cuba. Soy optimista. El mundo se encuentra en un estado de transición.

Será el fin del mundo unipolar gobernado e intimidado por la hegemonía estadounidense. Será sustituido por un mundo multipolar en el que los países del Sur Global podrán desarrollar sus economías y, por fin, sus voces serán escuchadas.

AA: Durante décadas, la Revolución cubana ha resistido la agresión multifacética de Estados Unidos, cuya característica más clara es la de debilitar su economía. ¿Con qué actores ha podido contar el gobierno cubano?, ¿qué visión y métodos ha adoptado para limitar el impacto de esa guerra económica?

TKH: El gobierno cubano mantiene fuertes relaciones con China, Rusia, Venezuela, Vietnam y otros países. Estos vínculos son sólidos y a largo plazo. Durante la pandemia, Rusia, China y Vietnam, entre otros, donaron alimentos, combustible y suministros médicos. Estas naciones han realizado inversiones en la isla en infraestructuras, transporte, comercio minorista, automoción y otros sectores.

La visión de Cuba, en mi opinión, es seguir persiguiendo su soberanía, preservar su identidad cultural, aprovechar las relaciones bilaterales, desarrollar su economía para un futuro sostenible y seguir proporcionando sanidad y educación gratuitas a su población. Es un sistema que beneficia a todos los ciudadanos, a diferencia de un sistema capitalista que sólo beneficia a unos pocos.

Cuba sigue manteniendo un inmenso apoyo en todo el mundo, que se manifiesta cada año en la resolución de Naciones Unidas para poner fin al embargo estadounidense contra isla. Las únicas naciones que votan en contra de la resolución son Estados Unidos e Israel, que recibe financiación estadounidense.

También hay grupos de solidaridad en todo el mundo que apoyan el fin del injusto bloqueo.

Cuba sigue abierta a un diálogo respetuoso con Estados Unidos.

AA: Estados Unidos asume una política extraterritorial de bloqueo y medidas coercitivas, arrogándose el derecho de aplicar castigos a medida a los países que optan por un modelo de desarrollo diferente. ¿Cuál es su análisis de las repercusiones del bloqueo no sólo para el pueblo cubano, sino también para los actores económicos externos?

TKH: La gente se ha cansado de la situación actual, en la que Estados Unidos utiliza las sanciones como herramienta de política exterior. Otras naciones, especialmente del Sur Global, también están cansadas de ello. Anhelan un mundo más justo y equitativo para desarrollar sus economías. No es de extrañar que haya una tendencia hacia nuevas alianzas como los Brics.

Sesenta años de sanciones contra Cuba han hecho la vida extremadamente difícil a los cubanos de a pie. Han provocado una crisis económica en el país. Desde el memorando de Mallory de 1960, su principal objetivo ha sido negar “dinero y suministros a Cuba, disminuir los salarios monetarios y reales, provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno”.

La política exterior estadounidense sigue persiguiendo el objetivo del “cambio de régimen”, sin respetar los derechos humanos ni la soberanía de una nación. Cuba es una nación independiente.

AA: No se habló bastante de la gestión cubana durante la pandemia. ¿Cómo se le hizo frente en este contexto y cuál fue la posición estadounidense?

TKH: Durante la pandemia, Estados Unidos bloqueó el acceso a Cuba de ventiladores, combustible, suministros y equipos médicos y vacunas. A partir de 2019, hubo una serie de nuevas regulaciones del gobierno estadounidense que bloquearon las remesas enviadas por personas a sus familias en Cuba, incluidas las que vivían en países distintos de Estados Unidos.

A finales de 2020, las medidas de Trump forzaron el cierre de más de 400 oficinas de Western Union en la isla. Esto demuestra el alcance extraterritorial de las regulaciones estadounidenses.

La capacidad de Cuba para importar medicamentos es limitada. Esto ha provocado escasez debido a los bloqueos al comercio y la financiación.

En consecuencia, estas medidas han llevado a la innovación en el sector biotecnológico cubano. El país empezó a fabricar sus propios respiradores. Asimismo, la industria biotecnológica desarrolló medicamentos innovadores, incluidas sus propias vacunas contra la Covid-19 y el cáncer, y HeberProt-P, un fármaco para las úlceras del pie para diabéticos.

AA: ¿Y ni siquiera así Estados Unidos ha abandonado su política agresiva hacia la isla?

TKH: El acceso a la banca ha bloqueado el comercio y los mercados. Como consecuencia, Estados Unidos ha multado a bancos internacionales con miles de millones de dólares por ser sospechosos de realizar negocios con Cuba.

Muchas empresas estadounidenses e internacionales se han enfrentado al largo e interminable proceso del litigio Helms-Burton. Las empresas demandadas establecieron originalmente sus negocios de buena fe bajo licencias de la OFAC durante la presidencia de Obama.

Sin embargo, en 2019 Trump volvió a promulgar el Título III de Helms-Burton, suspendido desde 1996, que permite a las personas presentar demandas por propiedades nacionalizadas en Cuba después de la Revolución.

AA: En términos de acceso a la salud, ¿cómo calificaría el desempeño del sistema socialista cubano, ubicado a pocos kilómetros del sistema capitalista de Estados Unidos, en especial comparando su gestión durante el período de pandemia?

TKH: Hay dos diferencias esenciales entre los sistemas sanitarios de cada país. En un sistema como el de Estados Unidos, los beneficios y las empresas son el motor. En el sistema socialista de Cuba, encontramos una asistencia sanitaria universal y gratuita, motivada por la filosofía que considera la asistencia sanitaria como un derecho humano. Uno de los principales objetivos del sistema sanitario cubano es la promoción de la salud y la prevención de enfermedades.

Durante la pandemia, Estados Unidos y Cuba experimentaron resultados diferentes. Estados Unidos ocupó el primer lugar con 111.820.082 casos de Covid-19 y 1.219.487 muertes. En Cuba, hubo 1.115.251 casos y sólo 8.530 muertes. Hay varios artículos, incluido uno en The Lancet, que informan sobre el éxito de la gestión cubana de la pandemia.

Estados Unidos creó vacunas con enormes inversiones gubernamentales en empresas farmacéuticas. Cuba creó cinco vacunas sin esa financiación, logrando una de las tasas de vacunación más altas del mundo.

Durante la pandemia y en paralelo al aumento de las sanciones estadounidenses, Cuba envió 53 equipos médicos, las brigadas médicas Henry Reeve, a más de 40 países. Los galenos, expertos en ayuda en catástrofes y pandemias, ayudaron a otras naciones en sus batallas contra la Covid-19.

AA: ¿Cuáles son las mayores transformaciones que destacarían en la economía cubana en la última década?

TKH: El gobierno cubano es consciente de la necesidad de desarrollar su economía y para ello cuenta con un “Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030”. En la última década ha llevado a cabo importantes reformas económicas. Sin embargo, el desarrollo económico sigue siendo un reto debido a los más de 60 años de sanciones estadounidenses.

En el proceso de atraer inversión extranjera, Cuba modificó su ley de inversiones en 2014, amplió los proyectos de la cartera de inversiones y desarrolló una plataforma en línea llamada Ventanilla Única de Comercio Exterior (VUCE) en 2020 para agilizar el proceso de inversión.

En 2018, Cuba se unió a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, una estrategia de desarrollo económico que une naciones por carretera, ferrocarril, puertos, energía e infraestructura digital. Varios años después, en 2021, La Habana firmó la Iniciativa de la Franja y la Ruta de la Energía.

En 2021 tuvo lugar la unificación monetaria, eliminando el CUC, y convirtiendo el CUP en su moneda nacional.

Cuba también ha desarrollado una zona especial de desarrollo económico en el puerto de Mariel. Cuando visité por primera vez la ZED Mariel en 2016, no eran más que unos pocos edificios y campos estériles.

En mi segunda visita, en 2022, el avance fue increíble. Se ha convertido en una bulliciosa ciudad industrial con carreteras asfaltadas, muchos almacenes y fábricas de empresas, camiones de reparto y residencias para los empleados.

Otra transición que se está produciendo es la expansión de las profesiones y un rápido crecimiento del sector empresarial. Se espera que este sector contribuya significativamente al PIB.

AA: Por último, díganos, ¿cómo ha sido la recepción de su libro en Estados Unidos?

TKH: La recepción es la esperada cuando uno escribe un libro que desafía la política de Estados Unidos, una política que pretende destruir la economía de Cuba y espera un cambio de régimen.

“The Cuba Interviews” presenta una ventana abierta a Cuba y a la inversión extranjera. Son las voces no sólo de ministros y embajadores del gobierno cubano, sino también de otras naciones y de empresarios que invierten en la isla.

Dos periodistas de conocidas publicaciones estadounidenses aceptaron ejemplares gratuitos del libro de mi editor en Palgrave para hacer reseñas. Esto es normal. Uno de ellos era una importante publicación de Miami, el otro era el primer medio de comunicación que informó sobre el artículo de desinformación acerca de las bases de espionaje en Cuba.

Luego, nos ningunearon. No nos contestaron y tampoco escribieron ninguna reseña. En un mundo normal, habrían escrito una crítica, pero éste no es un mundo normal. En la actualidad, vivimos en un mundo controlado por la hegemonía estadounidense que, mediante un proceso de silenciamiento u omisión, suprime las voces de los demás y otras posibilidades. Lo hemos visto en el caso de personas como Julian Assange, que es quizás el mejor ejemplo de la historia reciente.

La buena noticia es que “The Cuba Interviews” está disponible en las principales librerías, bibliotecas y universidades de Estados Unidos y otros países.

arb/aa

*Profesor y periodista, miembro de la Red en Defensa de la Humanidad.

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