Por Boris Luis Cabrera
De la redacción de Deportes
Sobre la grama del Tokyo Dome quedaron tendidos los archifavoritos samuráis de la Tierra del Sol Naciente, después del harakiri que se hicieron ante una delirante fanaticada de más de 41 mil personas, que jamás consideró la derrota como una opción posible.
Con dos swings que desaparecieron pelotas en una quinta entrada que no olvidarán jamás los habitantes de la antigua Formosa y la labor de cuatro serpentineros, los retadores de Taipéi les arrebataron la corona a los vigentes monarcas, invictos hasta ese final y con una racha de 27 partidos sin perder en eventos internacionales.
Luego de archivar derrotas ante sus víctimas en la fase de grupos y en la superronda y con una sola victoria en esa última instancia, los de China Taipéi ganaron el cupo finalista al ser beneficiados por el sistema de desempate al concluir abrazados con Venezuela y Estados Unidos
Con ese palmarés, la novena que ni siquiera había subido al podio en las dos ediciones anteriores, comenzó a quebrar vaticinios en el quinto capítulo, cuando Chia-Cheng Lin conectó un bambinazo solitario y el más tarde nombrado como Jugador Más Valioso, Chieh-Hsien Chen, lo imitó con dos compañeros en base.
Suficiente esas cuatro anotaciones para el cuarteto formado por el abridor Yu-Min Lin y los relevistas Yo Chang, Kuan-Yu Chen y Kai-Wei Lin, quienes entre todos recetaron ocho ponches y permitieron solo cuatro imparables.
«Interrumpimos la racha ganadora de Japón, pero ellos todavía tienen el mejor programa del mundo. Jugamos muy bien y podemos decir que ahora estamos más cerca de ellos», aseveró el director de los campeones, Hao-Jiu Tseng.
El estratega confesó que este resultado superó las expectativas de todos y que el verdadero objetivo siempre ha sido jugar como equipo y mantenerse unidos sin importar el resultado.
«Esta victoria les dará a todos en nuestro equipo de béisbol más confianza y la conciencia de que podemos competir con cualquiera», agregó.
Unas horas antes, en el mismo escenario, la selección de Estados Unidos, ganadora de la medalla de plata en la primera edición, se apoderó del bronce al derrotar 6-1 a Venezuela, otro de los equipos que logró su mejor actuación histórica, después de haber terminado séptimo en 2019 y noveno en 2015.
El veterano serpentinero Casey Lawrence, con experiencia en cuatro temporadas en Grandes Ligas, lanzó seis episodios inmaculados con cuatro incogibles permitidos y siete ponches para anotarse el importante triunfo.
Al finalizar el partido el diestro de 37 años confesó conocer a varios de los jugadores contrarios por haber competido durante tres años en su liga profesional y declaró que lo único que quería era darle al equipo la oportunidad de ganar.
«Se necesitó mucho trabajo y buen béisbol para llegar hasta aquí. Estábamos aspirando al oro, pero tuvimos la suerte de jugar bien en los últimos días y ganar el bronce», dijo el director estadounidense Mike Scioscia.
Por su parte el timonel de los latinoamericanos, Omar López, apuntó que fue una bendición para él ser parte de este torneo y aunque quería un resultado diferente se marchaba satisfecho con la actuación de su equipo.
Al finalizar el torneo fue anunciado el Equipo Todos Estrellas con la mitad de los equipos participantes representandos, donde Estados Unidos y Japón fueron los que más aportaron con cuatro y tres jugadores, respectivamente.
La escuadra ideal quedó integrada por el lanzador abridor estadounidense Rich Hill y el relevista venezolano Oddaner Mosqueda, ambos sin aceptar carreras en todo el torneo.
Shogo Sakakura (Japón) fue el mejor receptor, como inicialista fue nombrado Carlos Jesús Pérez (Venezuela), Kaito Kozono (Japón) en la segunda base, Matt Shaw (EEUU) en la tercera almohadilla y Didi Gregorius (Países Bajos) como campocorto.
Los tres jardineros elegidos fueron Chandler Simpson (EEUU), Chieh-Hsien Chen (China Taipéi) y Shota Morishita (Japón) y Ryan Ward (EEUU) como bateador designado.
En la tabla final de posiciones quedaron ubicados por ese orden detrás de China Taipéi, Japón, Estados Unidos y Venezuela; los elencos de Surcorea, Panamá, Australia, México, República Dominicana, Países Bajos, Cuba y Puerto Rico.
El presidente de la WBSC, Riccardo Fraccari, felicitó a todos los equipos que participaron por brindar un gran espectáculo y a los aficionados por su entusiasta apoyo.
«Esperamos con ansias la próxima edición de este increíble torneo en 2027, que comenzará con las eliminatorias en 2026», dijo el directivo.
Antes del inicio del torneo Fraccari había asegurado que el béisbol internacional nunca había sido tan fuerte y sigue cautivando la imaginación del mundo, especialmente ahora cuando este deporte regresará a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.
arc/jcm/blc