Por Mariela Pérez Valenzuela
Corresponsal jefa en República Dominicana
El 14 de febrero, ese centro de enseñanza cumplió 25 años de fundado con el mérito de haber graduado a dos mil 841 estudiantes que ahora -y lo seguirán haciendo- encuentran una posibilidad de desarrollo personal y de mejoras en su calidad de vida como ciudadanos.
Los de mayor edad, y también los jóvenes, recuerdan cómo el líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro, con esa visión que le caracterizaba, tomó la decisión de construir el centro de estudios en Baní, capital de la provincia Peravia.
La idea surgió en Fidel durante la visita que realizó a este país en 1998, invitado por el entonces presidente Leonel Fernández, y conoció Baní, cuna del Generalísimo Máximo Gómez, un dominicano considerado uno de los grandes estrategas de las guerras de independencia de Cuba.
Para el líder cubano, estar en la cuna del Generalísimo y recorrer el lugar que ocupara la casa natal de Gómez, fue reencontrarse con una de las raíces de la Cuba a la que él, décadas después, defendió del neocolonialismo impuesto por Estados Unidos, luego del triunfo del Ejército Libertador, del cual el dominicano fue uno de los jefes de más alto rango.
Se trata de una réplica de la vivienda donde nació el patriota, construida en madera, con piso de tierra y techo de guano, pintada de distintos tonos de azul, como el cielo de la tierra que sin ser suya amó tanto como a la propia.
Con la edificación, Fidel realizó el sueño del Generalísimo, quien en su Diario de Campaña plasmó el deseo de construir en Baní un centro educativo para la formación de jóvenes.
Los cerca de 500 estudiantes, junto a directivos y profesores, celebraron este año, como acostumbran a hacerlo por amor y amistad con la vecina isla, el aniversario de esta institución.
Para ellos, jóvenes dominicanos, y para los cubanos, este plantel simboliza las relaciones históricas de los dos países.
Por eso hasta Baní, a unos 80 kilómetros de Santo Domingo, viajó el embajador de Cuba en República Dominicana, Ángel Arzuaga, representantes de la misión estatal y amigos de la solidaridad. Una visita que siempre reconforta, que anima el espíritu y las ganas de hacer por el bien de las dos naciones.
También asistió Yván Peña, presidente de la Fundación Máximo Gómez, alguien que se considera afortunado porque tuvo la oportunidad de estar al lado de Fidel en dos ocasiones, una de ellas en especial, el 23 de agosto de 1998, cuando el estadista visitó Baní y él era gobernador de la provincia.
Con un acto solemne que inició justo a las 08:00, hora local, cuando se escucharon las estrofas vibrantes de los himnos nacionales y se izaron las banderas de los dos países, concluyó una jornada de homenaje a Gómez y a Fidel Castro, el Día del Amor.
Siempre que se visita el Politécnico hay agradables sorpresas. El encuentro de este año fue propicio para rememorar la historia del Politécnico, homenajear a su primer director, el ingeniero Luis Melo, así como a otros docentes, algunos de ellos fundadores y otros que estudiaron en la institución y hoy son profesores.
La formación de jóvenes en las especialidades de Informática, Industria de los Alimentos, y Mercadeo y Contabilidad, constituye la razón primordial de la escuela, afirmó a Prensa Latina Santos Araujo, su subdirector docente, quien acompañó a este medio en un recorrido por los diferentes laboratorios.
Araujo precisó que, al graduarse, los jóvenes están capacitados para iniciar su vida laboral o proseguir estudios superiores.
Afirmó que “la esencia de la escuela son sus alumnos”, a la vez que ponderó el trabajo de los profesores y el personal administrativo.
De su lado, Cristina Arias, directora del Politécnico, transmitió la gratitud de los banilejos con la isla caribeña por su solidaridad con la República Dominicana, en presencia de José Canario, director encargado de la división pedagógica del Ministerio dominicano de Educación.
Mientras, el embajador Ángel Arzuaga destacó que el Politécnico Máximo Gómez es un regalo de Cuba, de Fidel y de su pueblo a Máximo Gómez, uno de los más ilustres hombres de América, y al pueblo de Baní.
Señaló que los profesores que estudiaron en el centro y hoy se dedican a la noble misión de enseñar simbolizan las ideas del Héroe Nacional cubano, José Martí, quien expresó: “Al venir a la tierra, todo hombre tiene derecho a que se le eduque, y después, en pago, el deber de contribuir a la educación de los demás”.
Asimismo, transmitió un saludo a los banilejos del presidente Miguel Díaz-Canel y de la ministra de Educación Naima Trujillo, y entregó una bandera de su país y una placa de reconocimiento a la escuela en nombre de la embajada, de la Asociación Máximo Gómez de Cubanos Residentes y de la Campaña Dominicana de Solidaridad con la isla.
El festejo de dominicanos y cubanos fue amenizado con canciones, bailes y sinceras palabras.
Juntos, como si se tratara de un solo pueblo hermanado por el mar y la historia, colocaron una ofrenda floral ante el busto erigido en honor del Generalísimo, próximo al lugar donde nació en Baní y que es considerado un emblema del patriotismo del gran dominicano.
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