Por Yhonny García Calles*
Colaborador de Prensa Latina
Sin embargo, en lugar de ser reconocida por su altruismo, la colaboración médica cubana enfrenta una campaña de difamación y persecución por parte del gobierno de Estados Unidos, encabezada por figuras como el secretario de Estado, Marco Rubio, cuyo único objetivo es socavar un modelo de cooperación que ha salvado millones de vidas en el mundo.
EL INTERNACIONALISMO CUBANO: GENEROSIDAD SIN FRONTERAS
La colaboración médica cubana es un pilar del internacionalismo revolucionario, inspirado en el pensamiento del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, quien entendió que la salud no es un privilegio, sino un derecho humano fundamental.
Más de 400 mil profesionales de la salud cubanos han prestado servicios en más de 60 países, desde las zonas más remotas de África hasta las comunidades empobrecidas de América Latina y el Caribe.
En lugares donde ni siquiera organismos internacionales han llegado, los médicos cubanos trabajan con desprendimiento al enfrentar epidemias, desastres naturales y crisis sanitarias.
Un ejemplo emblemático fue su heroica participación en la lucha contra el ébola en África Occidental (2014-2015), adonde Cuba envió a 256 médicos y enfermeros, y fue el país con mayor contribución per cápita en personal sanitario.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y Naciones Unidas reconocieron la labor cubana como decisiva para contener la epidemia.
MISIONES QUE CAMBIAN VIDAS
Barrio Adentro, en Venezuela, es uno de los programas más trascendentales de la cooperación cubana, pues desde 2003 ha brindado atención primaria gratuita a millones de venezolanos, con reducción de la mortalidad infantil y mejoras del acceso a la salud en comunidades históricamente excluidas.
Más de 200 mil colaboradores han garantizado la salud y la vida del pueblo venezolano, proyecto surgido del genio de los comandantes Hugo Chávez Frías (1954-2013) y Fidel Castro (1926-2016).
Cuando el terremoto en Pakistán en el año 2005, Cuba envió más de dos mil 500 médicos que atendieron a 1,7 millones de personas y realizaron miles de operaciones en condiciones extremas.
En 2005 y a pesar de los efectos del bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba, la isla ofreció enviar mil 600 médicos a Estados Unidos, ayuda que fue rechazada por el gobierno del presidente George W. Bush.
Más cerca en el tiempo, durante la pandemia del SARS-CoV-2, causante de la Covid-19, brigadas médicas cubanas del contingente Henry Reeve brindaron asistencia en más de 40 países, desde Italia hasta México, y demostraron una vez más su compromiso con la humanidad.
CAMPAÑA INMORAL DE ESTADOS UNIDOS
En lugar de reconocer estos esfuerzos, el secretario de Estado Marco Rubio y la Administración estadounidense lanzaron una campaña de presiones y mentiras para desprestigiar la colaboración médica cubana, al acusarla falsamente de “explotación laboral” y “tráfico de personas”.
Sin embargo, los gobiernos y pueblos que han recibido esta ayuda salen en defensa de Cuba.
En 2020, cuando Rubio presionó a naciones del Caribe para que rechazaran a los médicos cubanos, 14 países caribeños emitieron un comunicado conjunto en respaldo a la cooperación médica de la isla, destacando su profesionalidad y humanismo.
Además, decenas de países en Naciones Unidas han votado año tras año contra el bloqueo a Cuba, en rechazo a las políticas hostiles de Estados Unidos.
LA SOLIDARIDAD VENCERÁ
La colaboración médica de Cuba es un legado del líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro, un ejemplo de que otro mundo es posible: uno donde los pueblos se ayudan sin condiciones, donde la salud no es un negocio y donde la solidaridad es más fuerte que el imperio.
Esta persecución estadounidense no solo es injusta, sino que revela el temor a un modelo que demuestra que, incluso con recursos limitados, es posible construir una alternativa basada en la dignidad humana.
Los pueblos del mundo saben quiénes estuvieron allí cuando más los necesitaron. Y mientras Estados Unidos impone sanciones y amenazas, Cuba sigue salvando vidas.
Ese es su mayor delito ante los ojos del imperio: demostrar que la solidaridad, y no el dinero, es lo que verdaderamente cura.
arb/ygc
*Coordinador Nacional del Movimiento de Amistad y Solidaridad Mutua Venezuela-Cuba