Por Dai Liem Lafá Armenteros De la redacción de Cultura
En entrevista exclusiva concedida a Prensa Latina, Manuel, que firma así sus obras, conversó sobre sus conceptos profesionales, la lucha desde el arte en defensa de los valores del socialismo y su etapa en la revista Prisma de la agencia Prensa Latina (PL), a propósito del aniversario 65 de la institución.
Este artista nacido en la occidental provincia de Matanzas, recién galardonado en La Habana con el Premio de honor de la primera Bienal Internacional del Humor Político, considera que todo es político, desde el humor costumbrista y aspectos como la forma de vestir, hasta el modo en que una persona se comporta en la sociedad.
Sostiene este humorista, pintor y ceramista, merecedor del Premio Nacional de Periodismo José Martí (2001) y del Premio Nacional de Humor (2006), que aunque la caricatura es más universal, un profesional debe ser integral en su quehacer, y la expresión de la obra debe reflejar lo que uno siente.
LABOR EN PRISMA DE Prensa Latina
Manuel ha desplegado fecunda carrera que dejó su impronta singular en publicaciones cubanas como Dedeté —suplemento humorístico del periódico Juventud Rebelde— y otros medios de prensa como Granma, Bohemia y Palante.
Para esta entrevista, y en saludo al aniversario 65 recién cumplido por Prensa Latina, Manuel recordó su labor hace ya algunos años para la revista Prisma, del catálogo de PL, a la cual consideró como muy aclaratoria para entender cómo funciona la política colonizadora ejercida por los grandes medios capitalistas sobre América Latina.
Era como un faro, señaló el entrevistado, una luz dentro de toda esa propaganda de entretenimiento promovida por Occidente.
Agregó que la revista apoyaba, como la propia Prensa Latina, el proceso emancipatorio de los pueblos latinoamericanos.
A la pregunta de qué complejidades políticas lo motivaron e inspiraron para realizar sus obras publicadas en Prisma, Manuel respondió que todos los tiempos son parecidos, pues se trata de una lucha constante, una guerra entre los valores del socialismo y la oposición del imperio contra esos valores.
Consideró que como artista gráfico debe ayudar en esa batalla emancipatoria. “Es una guerra de trinchera y uno debe hacer algo todos los días desde su puesto y labor”, afirmó Manuel.
PREMIO DE HONOR EN LA BIENAL
Confesó este octogenario y modesto artista gráfico de campechana sonrisa que agradece el Premio de Honor que acaba de otorgarle la primera Bienal Internacional del Humor Político con sede en La Habana del 14 al 28 del presente junio.
Los premios son un reconocimiento a la trayectoria, pero uno simplemente lo que hace es cumplir con su deber, aseveró Manuel.
Agregó que también muchas personas más deben ser premiadas porque trabajan y se sacrifican cotidianamente en función de los valores del socialismo.
SOBRE LA OBRA DE MANUEL HERNÁNDEZ
En el evento teórico de la Bienal, el artista de la plástica y crítico de arte Manuel López Oliva explicó que Manuel ha hecho un humorismo muy sintético, no de representación ni de alusión, y eso le da una personalidad muy diferente al resto de los humoristas.
Creo que eso le ha traído como consecuencia cierta exclusión, expresó López Oliva, pero pienso que en lugar de hacerle mal, le hace bien porque lo presenta como una personalidad que es casi una verdad en la historia del humorismo en Cuba, resaltó el crítico.
Para la crítica y curadora Helga Montalván, la obra de Manuel busca enunciar, visibilizar y propiciar la reflexión desde la inconformidad del sujeto actuante en la sociedad latinoamericana, con un cinismo lúdico de notable sutileza. Montalván resume que el humorismo gráfico de este artista se caracteriza discursivamente por su carácter opositor a una idea imperialista desde una ideología antiimperialista, afín al legado histórico de la Revolución cubana y a los movimientos sociales de los pasados años 60 para las Américas.
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