martes 22 de julio de 2025

Ley Duplomb, manzana de la discordia en Francia

París (Prensa Latina) El verano en Francia suele ser tranquilo en lo político, pero este parece la excepción, ante el revuelo causado por una petición estudiantil en rechazo a la ley Duplomb, que permite el regreso a los campos de un insecticida letal para los polinizadores: la acetamiprida.

Por Waldo Mendiluza

Corresponsal jefe en Francia

Unos días antes de las vacaciones veraniegas, el 8 de julio, la Asamblea Nacional adoptó la polémica norma promovida por el senador Laurent Duplomb (Los Republicanos), gracias al apoyo del oficialismo, los conservadores y la extrema derecha, con la oposición de la izquierda liderada por los ecologistas.

Solo 48 horas después, la estudiante de 23 años Eléonore Pattery presentó en el sitio de la Asamblea una petición de anular de manera inmediata la iniciativa, al advertir sobre su negativo impacto.

Pattery aseguró no estar afiliada a sector político alguno y argumentó en su reclamo que la ley es “una aberración científica, ética, ambiental y sanitaria”.

Esa norma representa un ataque frontal contra la salud pública, la biodiversidad, la coherencia de las políticas frente al cambio climático, la seguridad alimentaria y el buen sentido, denunció.

La acetamiprida es un insecticida de la familia de los neonicotinoides prohibido en Francia en 2018, por su efecto letal para polinizadores como las abejas, aunque aceptado en la Unión Europea (UE).

Según los defensores de la ley Duplomb, su objetivo es eliminar obstáculos que golpean a los agricultores y combatir la competencia desleal.

Pese al gran apoyo recibido por la petición, la legislación no corre peligro de quedar abrogada, sin embargo, podría desencadenar un debate no vinculante en la cámara baja, donde los detractores tendrían una tribuna para llamar aún más la atención de los franceses.

La expectativa es hacer suficiente ruido como para persuadir al presidente Emmanuel Macron para que no promulgue la iniciativa en septiembre, una posibilidad que de momento ven lejana los entendidos.

RESPALDO INÉDITO A LA PETICIÓN

En el sitio web de la Asamblea Nacional destinado a las demandas pueden leerse varias, pero ninguna tan acompañada como la de Pattery para reclamar la anulación de la ley Duplomb, la cual en su texto también promueve la ganadería intensiva y el almacenamiento de agua en megacuencas.

El 19 de julio, la referida petición alcanzó las 500 mil firmas, un resultado inédito, en tanto que si proceden de al menos 30 departamentos metropolitanos o colectividades de ultramar, tendrá que ser considerada por la Conferencia de presidentes de partidos en la cámara baja, en aras de valorar la convocatoria a un debate.

La solicitud siguió avanzando hasta superar el millón y medio de respaldos, atraer una gran atención mediática y motivar declaraciones de las diversas partes interesadas.

En su cuenta en la red social X, la líder de Europa Ecología los Verdes (EELV), Marine Tondelier, celebró el apoyo a la petición de la estudiante Pattery.

“¿Saben por qué?, muy fácil, porque el 83 por ciento de los franceses está contra estos pesticidas que destruyen la salud y la biodiversidad”, subrayó la también diputada.

La polémica ley es asumida como una respuesta al malestar de muchos agricultores, quienes el año pasado pusieron en jaque al gobierno con movilizaciones y bloqueos de carreteras con tractores para exigir mejores condiciones de trabajo, más apoyo oficial, el fin de la competencia desleal y la no firma del acuerdo de libre comercio entre la UE y el Mercosur.

Sin embargo, incluso entre los propios trabajadores del campo difieren las visiones sobre el retorno al uso de la acetamiprida para proteger cultivos como los de la remolacha y la nuez.

Los principales sindicatos del gremio, la alianza entre la Federación Nacional de Sindicatos de Explotadores Agrícolas (FNSEA) y los Jóvenes Agricultores y la Coordinadora Rural, defienden el uso bajo condiciones del neonicotinoide, pero la Confederación Campesina lo rechaza.

Para esta organización, la norma “está hecha a la medida de la agro-industria y de la Fnsea”.

Se trata de un texto que implica regresiones agrícolas, sanitarias y ecológicas de una enorme gravedad, fustigó en un comunicado.

El promotor de la ley, el senador conservador Duplomb, restó importancia al respaldo a la petición, alegando que es el derecho de la oposición a expresarse.

Asimismo, declaró en la cadena Franceinfo estar dispuesto a un debate parlamentario, “para decir lo que hemos estado diciendo en los últimos seis meses”.

Vemos dos visiones contrapuestas en la sociedad, la mía, que reposa en el trabajo, el crecimiento y la soberanía, y la de los peticionarios, dijo el agricultor de profesión, quien acusó a los detractores “de vivir en un mundo donde los derechos son para ellos y los deberes para los otros, que se resume en no producir en casa (…)”.

También la presidenta de la Asamblea Nacional, la diputada oficialista Yaël Braun-Pivet, se mostró favorable a una discusión en el hemiciclo.

Si los franceses la quieren, yo igual, manifestó.

¿POTENCIALMENTE CANCERÍGENA?

El tema de la salud humana ha sido puesto en el centro de la polémica, además de los asuntos de la soberanía agrícola y de la lucha contra la competencia desleal.

La Liga contra el Cáncer, la principal organización no gubernamental francesa de financiación a la investigación científica frente a esa enfermedad, tomó partido al lado de los críticos de la ley Duplomb, al señalar a la acetamiprida como un insecticida potencialmente cancerígeno.

Esa norma representa una torpeza ante el principio de la precaución, que debería exigir una alternativa, ya que el Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica de Francia estableció desde 2013 un vínculo entre la exposición a pesticidas y ciertos tipos de cáncer.

Ese vínculo quedó confirmado en 2021 con la sospecha media de leucemias y la sospecha alta de linfomas no Hodgkin, mieloma múltiple, cáncer de próstata y cáncer infantil tras la exposición durante el embarazo, advirtió.

A principios de junio, la Asamblea Nacional rechazó una moción de censura presentada por La Francia Insumisa contra el primer ministro François Bayrou, después de una maniobra para eludir el debate en el hemiciclo del entonces proyecto de ley.

La polémica continúa en suelo galo, y si bien el apoyo a la petición de Pattery debe seguir en aumento, no es hasta el fin de las vacaciones y el regreso de los diputados que se esperan acciones al respecto.

arc/wmr

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