jueves 20 de febrero de 2025

La minería metálica en El Salvador y un preso incómodo

San Salvador (Prensa Latina) El proyecto gubernamental de reanudar la minería metálica en El Salvador avanza entre críticas, reclamos de ambientalistas y el arresto de un testigo de la defensa del caso Santa Marta, un sonado asunto sobre el tema minero.

Por Luis Beatón Corresponsal jefe en El Salvador

En lo que algunos consideran el último incidente vinculado a la aprobación en diciembre de 2024 de una ley que derogó la prohibición vigente desde 2017 de la minería metálica, agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) arrestaron a Eugenio Chicas, expresidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE) y exsecretario de Comunicaciones bajo la presidencia de Salvador Sánchez Cerén (2014-2019).

“Nayib Bukele, te responsabilizo si algo le pasa a Eugenio. Esta captura es arbitraria, no combatís la corrupción, esto es una venganza. Eugenio es testigo de la defensa del caso Santa Marta, y desde hace dos años nos seguían un juicio civil, no penal”, expresó Steffany Ayala, esposa de Chicas.

Presuntamente, la Corte Suprema de Justicia (CSJ), cooptada por el gobierno, le siguió un proceso administrativo por supuesto enriquecimiento ilícito en donde maliciosamente afirmaron que algunas transacciones no se habían comprobado o justificado, aunque documentos mostraron la procedencia lícita del patrimonio.

“El proceso ha tenido una serie de irregularidades, por ejemplo, 50 mil dólares que Eugenio recibió al vencer en el proceso penal por calumnia de parte del acusado Nayib Bukele, no se tomaron como ingresos legales a pesar de que su procedencia es un hecho público y notorio”, indicó un comunicado divulgado por la familia.

Según los familiares, las constancias determinaron que todos los ingresos lícitamente obtenidos y acreditados en el proceso fueron superiores a sus gastos. En sede judicial el exfuncionario enfrentó un órgano judicial cooptado, que no goza de independencia para ejercer su labor.

Analistas explican esto para mostrar porque Chicas es un preso incómodo, y se destaca cómo logró derrotar en los tribunales a Bukele antes de que fuera presidente.

Mientras el caso causó conmoción en el país en sectores opositores, salió a relucir la participación del reo como un testigo importante en la defensa de luchadores sociales y ambientalistas de Santa Marta, en Cabañas, los cuales enfrentarán otro juicio en próximas semanas por su oposición a la minería metálica.

MINERÍA METÁLICA

Al margen del proceso de Chicas, más elementos aportan leña al fuego contra la explotación de las “grandes cantidades” de oro y otros metales sobre los que los salvadoreños plantan sus pies.

Miembros de la comunidad denunciaron en conferencia de prensa que continúa el drenaje ácido por la exploración minera en El Dorado, Cabañas, de procesos anteriores y que si se retoman, al menos cuatro mil residentes en la zona serán desplazados.

Miembros de la Asociación para el Desarrollo Económico y Social (ADES) denunciaron que el drenaje ácido proveniente de las actividades mineras en El Dorado, Cabañas, continúa la contaminación de los recursos hídricos en la zona norte el país, los mismos que Bukele dice que rescatará.

El vocero de ADES, Alfredo Leiva, estimó que El Dorado fue uno de los proyectos mineros más avanzados en El Salvador a inicios de los años 2000, sin embargo, en la actualidad persisten los daños en el medio ambiente luego de 25 años.

El drenaje ácido por actividad minera es un proceso que ocurre cuando los minerales que se extraen, especialmente los que contienen metales como hierro, cobre u oro, reaccionan con el agua y el oxígeno del aire, y se convierten en una sustancia muy tóxica.

Según expertos como el presidente del Centro Salvadoreño de Tecnología Apropiada (CESTA), Ricardo Navarro, el agua contaminada con estos ácidos puede filtrarse en ríos, lagos y suelos cercanos.

Esto afecta el medio ambiente y contamina las fuentes de agua que las personas usan para beber y cultivar, lo cual puede ocurrir indefinidamente, mucho después de que la exploración minera termine.

En noviembre de 2024, el presidente Bukele propuso levantar la prohibición total a la minería metálica que se decretó en 2017 para aprovechar riquezas en oro, que según él, posee el territorio salvadoreño.

El 23 de diciembre del año último, la Asamblea Legislativa aprobó una ley que avaló la minería metálica en el país aun contra opiniones mayoritarias opuestas a este proceso extractivo de las riquezas del suelo.

Los cuestionamientos son muchos, y entre ellos, organizaciones sociales resaltan que los procesos mineros utilizan grandes cantidades de agua y para un país como El Salvador, que ya sufre de una crisis hídrica, es algo insostenible.

Además, los opositores alertan que en el proceso se utilizarían 750 toneladas de cianuro al año, sustancia letal para los seres humanos, una valoración que alerta de los peligros que enfrenta la población.

En cambio, el economista José Luis Magaña estimó que la agricultura pese a estar abandonada y golpeada, produce mil 500 millones de dólares cada año, es decir, que sin tener un impacto negativo produce más que la actividad minera.

“Para qué ponerse a reactivar la minería si ya hay actividades económicas que están generando incluso más de lo que la minería podría estar dando, y sin estar haciendo todo el impacto negativo, no es cierto que la minería va a hacer que la economía de El Salvador despegue y crezca como nunca”, aseguró.

Las declaraciones de Magaña, citadas por el diario Colatino, desmienten que la minería generará empleos, principalmente en la zona donde se explote.

Datos del Banco Central de Reserva (BCR) señalan que el año pasado la agricultura generó alrededor de 400 mil empleos, y un proyecto minero 130 para las comunidades locales, comparó el economista.

La minería metálica es la más nociva porque utiliza enormes cantidades de agua, según la empresa Pacific Rim en su estudio de factibilidad del proyecto El Dorado, de San Isidro, Cabañas; refiere que se utilizarían 11.5 litros por segundo.

Asimismo la minería de oro y plata utiliza para el proceso de elixir y acción, es decir, la separación del metal del resto de la tierra y roca, el cianuro, un químico tóxico; plantean entendidos que un pedacito del tamaño de un grano de arroz puede matar en segundos a una persona.

El cianuro causa una serie de enfermedades respiratorias, porque la gente muere por asfixia, pero también diversos tipos de cáncer, insuficiencia renal, enfermedades en la piel y otros problemas a la salud de las personas, que finalmente llevan a la muerte.

Y así, entre procesos “legales” como el de Chicas y los ambientalistas de Santa Marta avanza el asunto de la minería metálica en el país, mientras en su contra se alza el grito de sí a la vida.

arb/lb

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