Por Joel Michel Varona

Corresponsal jefe en Haití

Petro fue recibido con todos los honores en la localidad sureña de Jacmel por el presidente del Consejo Presidencial de Transición, Leslie Voltaire. Sin dilaciones -y con un gran despliegue de seguridad- ambos líderes comenzaron a cumplimentar una agenda que marcó un nuevo capítulo en las relaciones bilaterales.

Acompañados de sus delegaciones ministeriales, rubricaron varios acuerdos de cooperación destinados a fortalecer sectores claves como la agricultura, el medio ambiente, la seguridad, la cultura y la educación.

Además, se firmó un Memorándum de Entendimiento entre los ministerios de Agricultura de ambos países. Esta asociación tiene como objetivo promover la seguridad alimentaria, apoyar este apartado a pequeña escala y desarrollar iniciativas para impulsar la comercialización rural.

Las dos naciones reafirmaron el compromiso de intensificar el comercio y fomentar la inversión bilateral, con un enfoque particular en el apoyo a las pequeñas y medianas empresas.

En un contexto de lucha contra los impactos del cambio climático, unieron fuerzas para trabajar en la restauración ecológica, energías renovables y gestión del agua.

También acordaron fortalecer la formación de la fuerza pública y combatir conjuntamente los delitos transnacionales, en particular los relacionados con el narcotráfico y la trata de personas.

Colombia está comprometida a apoyar a Haití en sus esfuerzos humanitarios, incluso para satisfacer las necesidades de las poblaciones desplazadas y los retornados.

Puerto Príncipe y Bogotá establecieron un compromiso para intensificar los intercambios culturales y brindar más oportunidades educativas, especialmente en el aprendizaje del español y el desarrollo de la educación virtual.

Esta visita, realizada el 22 de enero, en opinión de Voltaire simboliza una fuerte alianza entre dos pueblos, basada en los valores de la paz, la solidaridad y el progreso compartido, “de ahí que estemos forjando una asociación estratégica y duradera”.

Por su parte, Petro destacó que “la cooperación Sur-Sur debe ser uno de los pilares de las relaciones entre países como la República de Colombia y la República de Haití”.

Resaltó la excelente calidad de los nexos entre los dos Estados, basados en los principios de amistad, solidaridad y respeto mutuo, elementos que potencian el compromiso con el Estado de Derecho, la democracia y la promoción de los derechos humanos.

Abogó Petro por finalizar la crisis multidimensional que afecta a Haití, y consideró vital acometer programas y proyectos de cooperación, asistencia técnica y humanitaria.

Un momento emotivo de la visita a Jacmel fue cuando el presidente de Colombia ofreció disculpas al pueblo de Haití por el magnicidio del dignatario Jovenel Moïse, protagonizado por mercenarios de su país en 2021.

Fue un suceso macabro, manifestó Petro, y estoy aquí para ofrecerles perdón, porque colombianos oscuros en su corazón, blancos en su piel, pardos como mercenarios con intereses en el territorio estadounidense de Florida, decidieron venir a estas tierras a matar.

“Yo les pido perdón porque no quiero venir a estas tierras a revivir la historia”, afirmó el estadista.

Recientemente, los 17 mercenarios colombianos presentaron sus testimonios en el Tribunal de Apelaciones en Haití, donde siguen presos por el delito de magnicidio contra Moïse.

Tras la apelación de la orden del juez de Instrucción Walter Wesser, este los remitió al Tribunal Penal con la asistencia de un jurado. Esta comparecencia fue pospuesta en diciembre, justo cuando el país preparaba la visita del mandatario Gustavo Petro.

La cita tenía como objetivo responder a las preguntas de los jueces como parte de la investigación sobre este crimen que marcó la historia de Haití.

Con anterioridad, Nathalie Deliscar, una de las abogadas de los mercenarios, dijo que sus clientes son inocentes y no tienen nada que ver con el asesinato del presidente Jovenel Moïse, pues solo querían ayudar a la policía haitiana.

Tres años después del trágico acontecimiento, el pueblo haitiano sigue esperando que se haga justicia por este crimen que disfrazó un complot para desestabilizar a la nación caribeña, y hoy persisten los deseos de que los responsables sean identificados y sancionados.

El dignatario del país suramericano reconoció que Haití desempeñó un importante rol para el proceso independentista de la Gran Colombia, pues albergó al libertador Simón Bolívar, en la conocida expedición de Los Cayos.

“Por eso estoy aquí, para agradecerles, en primer lugar, el que nos hayan ayudado en nuestra libertad”, sentenció.

Haití y Colombia mantienen relaciones diplomáticas y de amistad desde 1820.

Apuntes históricos señalan que la frontera entre ambas naciones es un límite internacional marítimo que discurre por el mar Caribe y está definido por el tratado Liévano-Brutus, firmado el 17 de febrero de 1978.

Haití prestó apoyo en la Guerra de Independencia de Colombia, sirvió de inspiración y dio refugio al Libertador Simón Bolívar.

La llamada Perla de las Antillas le proporcionó siete barcos, cuatro mil fusiles con bayoneta, 15 mil libras de pólvora, 15 mil libras de plomo, pedernales para fusil, víveres, dinero en efectivo y tres mil 500 hombres.

Actualmente los gobiernos de Haití y Colombia coordinan esfuerzos para combatir el tráfico ilegal de armas y drogas, dos flagelos que hoy laceran las estructuras sociales al generar adicciones y violencia.

Puerto Príncipe y Bogotá acordaron establecer patrullas policiales con las fuerzas de seguridad de ambos países para controlar ese itinerario marítimo y poner fin a esta práctica.

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