Por Roberto F. Campos
De la redacción de Economía
Detalles sobre la invasión por Playa Girón que en 1961 intentó derrocar a la Revolución cubana constituyen eje de atención de viajeros que quieren conocer más de los escenarios de esa epopeya triunfante sobre los mercenarios preparados por Estados Unidos.
El Museo de Girón, la playa por donde comenzó la lucha que terminó en poco menos de 72 horas el 19 de abril de ese año, muestra piezas y explicaciones que causan impacto en los viajeros.
Los guías de la instalación comentan que cada día son más las personas que quieren conocer lo ocurrido en ese lugar, evidente en que solo en un trimestre pueden visitarlo más de 10 mil personas, procedentes de Francia, Alemania, Reino Unido, Italia, Canadá, Argentina, Chile, México y Estados Unidos.
Vienen a título personal como en grupos organizados por las empresas recreativas GaviotaTur, Amistur, Paradiso o Cubatur, y muchos periodistas y estudiosos interesados en los detalles de aquella épica batalla, y aunque la tendencia de esas visitas después de la Covid-19 está por recuperarse, siempre se trata de un escenario de atención.
La instalación (el museo) se inauguró el 19 de abril de 1976, al aprovechar un inmueble existente desde 1959, albergue de los obreros que construían una villa turística aún en funciones, un hotel de cabañas.
Las muestras cuentan con dos salas interiores y dos exteriores, y en total atesoran unas dos mil piezas, pero solo 206 en exhibición, con esmerado cuidado por los 16 trabajadores del lugar, de los que cinco son investigadores.
Al aire libre se pueden apreciar un tanque T-34 y el cañón autopropulsado Saw-100, protagonistas de esos hechos, y otras piezas capturadas a los atacantes.
En la batalla de Playa Girón, de los mil 511 mercenarios, las Fuerzas Armadas Revolucionarias y las milicias capturaron mil 197; los defensores perdieron 156 personas y 800 resultaron heridos; los invasores, 108 bajas, y 300 heridos y desaparecidos.
Las zonas de los combates se convirtieron en sitios de turismo en modalidades de sol y playa, naturaleza y náutica recreativa.
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En Cuba predominan los planos de vacaciones de sol y playa, sin embargo, hay combinaciones de naturaleza y cultura como el caso de las playas Girón y Larga, en la Ciénaga de Zapata, ubicada en la porción meridional del occidente del país.
La Ciénaga, entre los más importantes humedales de la región, ofrece un gran registro de flora y fauna, con un panorama excepcional de varios tipos de ecosistemas de pantano.
Sitio de llanuras bajas, pantanosas y semi-pantanosas, localizadas sobre depósitos de turba y roca caliza, amén de suelos hidromórficos y vegetación de sabana natural.
Es un lugar atractivo para fotografías y como paseo privilegiado en vacaciones, por su alto valor estético, con espacios como La Laguna del Tesoro y la Cuenca del Río Hatiguanico, la principal vía fluvial del área.
Allí se localizan 16 especies de reptiles, entre ellos los cocodrilos cubanos y americano, iguana, lagartijas, majaes y varios tipos de anfibios.
La Ciénaga de Zapata abarca 300 mil hectáreas. Alrededor del 56 por ciento de ese humedal está cubierto de bosques, y se calcula que dentro de ellos o en comunidades independientes, hay unas 900 especies florales diversas.
Muchas de estas especies son autóctonas y además una biodiversidad consistente en unas 109 formas de la fauna, 12 especies de mamíferos, 160 de aves, 31 de reptiles y variedad de anfibios e invertebrados; por todos esos tesoros fue declarada Reserva de la Biosfera.
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