martes 30 de septiembre de 2025

ESCÁNER: Turismo con identidad, la gran apuesta del Sur (+Audio +Fotos +Info)

Brasilia (Prensa Latina) En medio de un mundo convulso por las guerras, un turismo saturado y pérdida de autenticidad, América Latina alza la voz como región con propuestas más allá de playas y selvas: tiene futuro.
Por:
Osvaldo Cardosa
Corresponsal jefe en Brasil

“Resulta la única región del planeta con el 100 por ciento de probabilidad de no entrar en guerra con sus vecinos”, afirma en exclusiva a Escáner la colombiana Natalia Bayona, directora ejecutiva de ONU Turismo para las Américas, convencida de que el porvenir del sector tiene coordenadas latinoamericanas.

Para Bayona, seguridad y confianza son pilares irrenunciables, pues sin ellos, “uno no puede hablar de turismo”.

A este clima de paz se suma un entorno natural privilegiado. Desde México hasta la Patagonia, el territorio es “absolutamente biodiverso”.

Los números también hablan: en 2024, la región recuperó el 97 por ciento de sus niveles turísticos prepandemia de la Covid-19 y crece un cinco adicional, refiere la licenciada en Relaciones Internacionales, quien traza el mapa de oportunidades, riesgos y sueños que puede hacer de la rica zona un modelo global de turismo sostenible, innovador y auténtico.

Pero no todo son playas caribeñas. La transformación se siente en lugares como Colombia -que hizo del turismo una política de Estado desde 2006-, El Salvador, que rompió sus barreras de seguridad y actualmente brilla con Surf City, o República Dominicana, ejemplo de gobernanza público-privada en el sector.

DE LA PLAYA AL ALMA

El concepto de turismo en América Latina está cambiando. Lo emergente ya no es sinónimo de improvisación, sino de autenticidad. “El turismo comunitario, el indígena, el de las artesanías o la moda están creciendo como nunca”, subraya Bayona.

La región, que tradicionalmente era sinónimo de sol y playa, actualmente se diversifica hacia territorios rurales y propuestas con identidad.
En ese sentido, los destinos emergentes no se definen por su tamaño, sino por su momento.

“Una playa nueva por desarrollar también puede ser emergente”, explica a Escáner.

El turismo rural, antes invisible, empieza a construir rutas propias: desde comunidades nativas mexicanas hasta las zonas altas de Ecuador.

Según Bayona, la pandemia ayudó a cambiar la mirada. “La gente quiere experiencias auténticas. Por eso hay tantos procesos en contra de la masificación del turismo”, reflexiona.

Y agrega: “La sostenibilidad empieza por la comunidad: con precios justos para las artesanías, respeto por los saberes locales y protección ambiental”.

CIELOS CAROS Y VISADOS INNECESARIOS

Pero no todo fluye. La falta de conectividad intrarregional y los altos precios de los boletos siguen frenando el potencial latinoamericano. “Muchas veces hacer un multidestino en América es más caro que en Europa”, lamenta la alta funcionaria de ONU.

La solución, según ella, pasa por más vuelos entre ciudades secundarias y mejor infraestructura en territorios campestres.

Las visas también son una barrera. “Latinoamérica debería permitir viajar con solo la cédula, como hace Europa con el carnet de identidad”, propone.

Y no se trata solo de facilitar la movilidad: “Hay mucha gente que no tiene pasaporte. El turismo debe democratizarse”.

El Amazonas, ejemplo mayor de belleza inexplorada, ilustra otro reto: tiene todo el potencial, pero le falta infraestructura.

“No es que esté subestimado, es que aún no ha sido desarrollado”, aclara. Allí, el turismo científico o de bienestar podría florecer si se construyen políticas a la altura de su riqueza natural.

América Latina no solo es rica en recursos, también en creatividad. Ejemplos sobran.

La Covid-19 no solo paralizó vuelos, también forzó un giro en la conciencia del viajero. “La pandemia generó más conciencia hacia lo local”, asegura. Y con ello, una crítica creciente a la masificación. “Si el turismo no se genera con reglas claras para las comunidades, es difícil que avance”, dilucida.

Bayona destaca a Escáner el papel que tuvo la crisis en detonar nuevos nichos. “El turismo rural, el bienestar, el turismo científico, son ahora tendencias reales que antes apenas se mencionaban”.

Perú ha logrado llevar su cocina a todos los rincones, desde el cebiche popular hasta el de alta cocina, celebra Bayona.

Incluso, territorios en conflicto encontraron en el turismo un camino de transformación. “En Colombia, algunos excombatientes hoy son guías turísticos. Eso es innovación social pura y dura”, manifiesta, con admiración.

En el Cono Sur, las rutas jesuíticas reúnen historia, espiritualidad y cooperación regional. Panamá, que antes vendía solo canal y compras, impulsa avistamiento de aves y turismo de barrios.

“Innovar no es solo crear algo nuevo, sino materializarlo y hacerlo rentable a largo plazo”, define.

Surf City en El Salvador, los pueblos mágicos en México o las zonas francas turísticas en Cartagena son paradigmas de cómo se pueden transformar territorios olvidados en polos de atracción internacional.

MIRANDO EL FUTURO: IDENTIDAD, TECNOLOGIA Y JUVENTUD

Las próximas tendencias apuntan a lo auténtico. “La gente no quiere solo playa, desea conocer las artesanías, la moda, las raíces culturales. Eso es lo que da sentido al viaje”, certifica Bayona.

En este contexto, las tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial, permiten personalizar experiencias, pero el reto es que esas usanzas digitales se materialicen al llegar al destino.

Ciudades intermedias -de más de 500 mil habitantes- se perfilan como el nuevo escenario turístico.

“La gente ya no solo quiere visitar las capitales, sino hacer escapadas de fin de semana, conocer los pueblos cercanos, vivir lo local”, detalla. Eso abre una oportunidad de oro para eventos, gastronomía, rutas literarias o musicales.

Y, sobre todo, el futuro está en manos lozanas. “Tengo 40 años y soy la primera mujer menor de 40 en llegar a la dirección ejecutiva de ONU Turismo”, expresa con orgullo a Escáner y remarca que “los jóvenes tenemos que tomar el timón del liderazgo para fortalecer a América Latina”.

A juicio de Bayona, la región no necesita copiar el modelo europeo, sino diseñar el suyo.

Disímiles condiciones están: juventud, diversidad, creatividad, conciencia ambiental. Pero también es urgente avanzar en regulación, gobernanza y cooperación regional.

La visión es clara: “El turismo es la herramienta más práctica para generar cohesión social. Puede sacar a las comunidades de la informalidad, crear empleo, formar líderes y preservar lo local”.

El turismo ya no es solo un viaje. Es una manera de vivir el territorio, de construir país y de sanar las heridas del pasado con innovación y autenticidad, apunta. Y concluye, con voz convencida, pero no triunfalista: “Creo que tenemos todo para hacer de América Latina un ejemplo mundial”.

arb/tdd/ocs

Colaboraron en este trabajo:
Teyuné Díaz Díaz
Jefa Redacción de Economía
Amelia Roque
Editora Especiales Prensa Latina
Laura Esquivel
Editora Web Prensa Latina
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