jueves 29 de mayo de 2025

ESCÁNER: Museo Casa de África como memoria viva (+Audio +Fotos +Video)

La Habana (Prensa Latina) La herencia africana en Cuba no es solo historia, sino un componente esencial del presente cultural y espiritual de la isla.
Por:
Yodeni Masó Águila
Redacción África y Medio Oriente

Desde la música y la religiosidad hasta la comida y los saberes populares, el legado africano permanece vivo en la cotidianidad cubana.

Ubicado en el centro histórico de La Habana, el Museo Casa de África, desempeña un rol fundamental como espacio de memoria, denuncia y reafirmación identitaria.

LA NEGRITUD, PARTE ESENCIAL DE LA IDENTIDAD CUBANA

“La cultura cubana resplandece en su negrura”, afirmó Nicolás Guillén (1902-1989), Poeta Nacional de Cuba, al defender el mestizaje como esencia de la identidad del país.

“Negro bembón/ ¿Po qué te pone tan brabo/ cuando te dicen negro bembón,/ si tiene la boca santa, negro bembón?”, escribió el autor de Motivos de Son (1930).

Esta visión fue reforzada por el etnógrafo y polígrafo Fernando Ortiz (1881-1969), quien describió a Cuba como un “ajiaco” cultural: una mezcla de raíces europeas y africanas que define lo cubano.

A juicio del intelectual Miguel Barnet, había prejuicios hacia el negro, hacia las culturas de origen africano y Don Fernando constituyó un precursor de los estudios sobre esas culturas.

Fue “un hombre que luchó contra muchos esquemas y abrió brechas para entender justamente el término que él también llamó en este ensayo ajiaco; ese caldo donde se cuecen productos de todo tipo, de todos los elementos: una cazuela abierta”.

Miles de africanos llegaron a la isla durante la esclavitud, trayendo consigo creencias, prácticas y formas de resistencia que aún hoy se expresan en la vida diaria: desde los tambores que suenan en los barrios hasta las deidades presentes en los altares domésticos.

MEMORIA, CULTURA Y DIGNIDAD

Fundado el 6 de enero de 1986, el Museo Casa de África, en La Habana Vieja, constituye un espacio de diálogo entre la cultura cubana y el continente africano.

Según su director, Alberto Granado Duque, el museo rompe con la mirada colonial al presentar las culturas africanas como civilizaciones activas y protagonistas de su historia.

Al recorrer sus salas, el público puede ver las piezas organizadas por regiones y prácticas culturales, con énfasis en su continuidad en la vida cubana actual, precisó.

En diálogo exclusivo con la sección Escáner de Prensa Latina, resaltó que las piezas exhibidas -textiles, instrumentos y objetos ceremoniales-, fueron donadas por pueblos africanos, lo que refuerza el valor simbólico.

Granado destacó que la institución recibió estas piezas durante procesos de descolonización, y que Cuba participó activamente en ellos con médicos, maestros y brigadas solidarias.

“Hoy se habla de recuperar muchos objetos africanos que están exhibidos en diferentes partes del mundo, sin embargo, nosotros tenemos esos objetos por su voluntad”, enfatizó.

RELIGIONES AFROCUBANAS, ESPIRITUALIDAD COMO FORMA DE RESISTENCIA

De acuerdo con el experto, en Cuba, religiones como la santería, el palo monte y el abakuá tienen raíces en las cosmogonías yoruba, bantú y carabalí.

En palabras del directivo, durante siglos estas expresiones fueron criminalizadas, pero sobrevivieron gracias al sincretismo, la oralidad y la transmisión comunitaria.

Para el principal especialista del museo, estas prácticas no solo representan espiritualidad, sino también afirmación identitaria.

En ese sentido, manifestó que el Museo Casa de África reconoce y dignifica ese legado, conectando las generaciones actuales con los saberes ancestrales.

La herencia africana en Cuba se ha expresado, ante todo, como resistencia cultural, comentó el directivo.

EDUCACIÓN ANTIRRACISTA Y TRABAJO COMUNITARIO

Uno de los pilares de la entidad es su trabajo educativo, programas como el aula-museo y los talleres de antropología social permiten a niños y jóvenes conocer la historia africana desde el respeto y la pertenencia, significó.

A criterio de Granado, el centro actúa como herramienta pedagógica contra el racismo estructural, al promover una visión inclusiva de la nación.

Más allá de su labor educativa, el Museo Casa de África constituye espacio de encuentros solidarios con el continente africano. En 1987 fue sede del Comité Cubano Antiapartheid y recibió figuras clave del panafricanismo, resaltó.

Desde sus inicios, indicó, la institución se consolidó como un centro político y cultural comprometido con el Sur global y las luchas por la justicia.

LEGADO AFRICANO COMO PRESENTE EN MOVIMIENTO

La existencia del Museo Casa de África subraya que la negritud es parte constitutiva del ser cubano, reafirmó el investigador.

“No fue por gusto que desde el principio de la Revolución, los principales dirigentes dieron una gira por África y Asia, defendieron algunos conceptos importantes y contribuyeron al fortalecimiento de los movimientos de liberación nacional en apoyo a los procesos de descolonización”, añadió.

A su juicio, “el museo, desde su comienzo es precisamente una casa de unidad, no de un país determinado, ni de una acción cultural ni de Cuba, sino es la casa de África”.

En un contexto donde persisten los prejuicios y la invisibilización, este espacio reafirma que la herencia africana no pertenece solo al pasado: es un presente activo, dinámico y transformador.

arb/yma

Colaboraron en este trabajo:
Amelia Roque
Editora Especiales Prensa Latina
Laura Esquivel
Editora Web Prensa Latina
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