martes 6 de mayo de 2025

ESCÁNER: Saldar deudas con África (+Fotos +Video)

Addis Abeba (Prensa Latina) El 17 de diciembre de 2024 fue proclamado el Segundo Decenio Internacional de los Afrodescendientes (2025-2034) por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y la Unión Africana fue más allá al exigir justicia y reparaciones.
Por:
Nara Romero Rams
Corresponsal jefe en Etiopía

De acuerdo con las Naciones Unidas, esta proclamación representa una oportunidad para emprender acciones concretas a fin de hacer frente a los legados de la esclavitud y el colonialismo, impartir justicia restaurativa y garantizar plenamente los derechos humanos y las libertades de los afrodescendientes en todo el mundo.

Por su parte, la Unión Africana (UA) designó al 2025 como el “Año de la Justicia para los Africanos y los Afrodescendientes mediante Reparaciones”, con el compromiso de abordar las injusticias históricas, incluida la trata transatlántica de esclavos, el colonialismo, el apartheid y el genocidio.

Para el embajador de Cuba ante la organización continental, Lucas Domingo Hernández, “la 38 Cumbre de la Unión Africana definió efectivamente lo que ya veníamos viendo, que este sería el año de justicia para África y los afrodescendientes a través de reparación”.

“Y creo que es justo, muy justo, dedicar este año a la justicia para África porque no sólo fue un continente olvidado, sino un continente extremadamente dañado a partir de la esclavitud y del comercio de la esclavitud”, declaró Hernández a Prensa Latina.

Recordó que a África se le extrajo prácticamente su mano de obra convertida en esclavos, fundamentalmente jóvenes, hombres y mujeres; “ya puedes imaginar cuánto daño significó esta política al crecimiento económico”, agregó.

Además del daño económico que perdura hasta la actualidad, el diplomático cubano mencionó las afectaciones a la estructura social.

“Y cuando decimos daño en la estructura social estamos hablando de que ese conflicto, esa guerra por el comercio de esclavos entre grupos africanos significó la división y los enfrentamientos”, subrayó.

También hay un elemento psicológico, pero de una impronta muy negativa hacia el continente y su población, continuó. “Estamos hablando que se justificó la esclavitud a partir de que el africano era un ser inferior”.

Esto marcó toda una trayectoria de discriminación racial porque se vio al africano dentro y fuera del continente como un ser inferior por su raza, por su color, por su característica, y fue reproduciéndose en la conciencia de los individuos fuera del continente de que el esclavo, el africano, era un ser inferior, lamentó.

Advirtió el entrevistado que ese pensamiento llega hasta nuestros días al marcar también un nivel de discriminación racial a los africanos y los afrodescendientes, de ahí que considere justo, ético y moral que sean recompensados a través de reparación.

JUSTICIA Y REPARACIONES

No es la primera vez que en África se aborda el tema de la justicia y las reparaciones para los africanos y afrodescendientes.

La Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, adoptada en 1981 en una conferencia de líderes africanos en Nairobi, Kenya, establece la esclavitud y la trata de personas como crímenes contra los derechos humanos.

Un hito en el debate por estos crímenes fue la Proclamación de Abuja sobre Reparaciones, documento final de la Primera Conferencia Panafricana sobre Reparaciones, celebrada en la capital de Nigeria, en 1993. Constituyó la primera posición común adoptada y sirvió como catalizador para la organización de estos movimientos.

La Conferencia Mundial contra el Racismo en Durban, Sudáfrica (2001) terminó con la Declaración y Programa de Acción de Durban, un documento amplio y visionario que encarna el compromiso mundial de hacer frente a la lacra del racismo en todas sus formas y manifestaciones.

Esta última, junto con sus procesos y mecanismos de seguimiento -el Decenio Internacional de los Afrodescendientes, el Programa para un cambio transformador en favor de la justicia e igualdad racial y la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030-, representan una nueva oportunidad para situar la igualdad y la justicia racial en el centro de las agendas internacionales, regionales y nacionales.

Sin embargo, la 38 Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Africana, celebrada en febrero pasado, en esta capital, fue más allá al clasificar la esclavitud, la deportación y la colonización como “crímenes contra la humanidad y genocidio contra los pueblos de África”, una declaración sin precedentes.

Adentrándonos en la cuestión de las reparaciones a los africanos y afrodescendientes, expertos abogan para que la compensación financiera no esté en el centro de la discusión y plantean otras vías como la condonación de la deuda, relaciones más equitativas entre Europa y África, becas y acuerdos bilaterales de forma justa.

Al respecto, el embajador cubano ante la UA, Lucas Domingo Hernández, recordó que el tema no es nuevo al mencionar ejemplos como el de los alemanes que realizaron reparaciones a los judíos por el holocausto, de Estados Unidos hacia los japoneses por la guerra.

Hay incluso reparaciones en el caso de Canadá, en el tratamiento a ciertas minorías y mucho más. Por lo tanto, no hay que alarmarse, aseveró.

Además de que es justo que los africanos y los afrodescendientes tengan justicia a través de reparaciones, no significa exactamente que sean sólo de dinero, explicó.

“Creo que hay muchas formas de realizar justicia a los africanos y a los afrodescendientes, que mejoren, que alivien o que disculpen en un tanto los daños ocasionados por la esclavitud, por el comercio de esclavos y por la colonización”, consideró.

Esta última, enfatizó, por todo lo extraído al continente en minerales, en materias primas y lo que ha permitido a Europa crecer a partir de la explotación colonial. Es decir, muchos expertos han hablado de cómo Europa se desarrolló a partir de las políticas coloniales que aplicaron en varios continentes y, sobre todo, en el africano.

Como vías de reparaciones mencionó las inversiones en el comercio, al darle a África mayores posibilidades de poder intercambiar con ciertas ventajas con los países europeos, con los mismos que terminaron también subdesarrollando en un momento o frenando el crecimiento económico del continente.

Consideró además realizar inversiones en la educación, la salud, la infraestructura, tomar mayor conciencia de la situación de África y cómo se puede contribuir a ayudar en el cumplimiento de la Agenda 2063 impulsada por la Unión Africana.

“Creo que si somos capaces de contribuir a que África pueda desarrollarse con más fuerza, estamos contribuyendo también a una agenda del multilateralismo que le interesa a todos y África puede contribuir con sus 55 miembros, como un continente que quiere ser económicamente, como un continente que tiene una población extremadamente joven”, declaró.

A su juicio, el continente puede contribuir mucho más a la agenda multilateral, de modo que apoyarlo o disculparse con éste mediante reparaciones es también contribuir al crecimiento del multilateralismo.

CUBA, UN EJEMPLO DE JUSTICIA DESDE LA AFRODESCENDENCIA

Sin alejarse de su condición de cubano, el embajador ante la Unión Africana, Lucas Domingo Hernández, afirmó que desde la afrodescendencia también se puede hacer justicia y contribuir a las reparaciones para África.

Hernández subrayó que Cuba ha sido un país ejemplo al respecto, al recordar que el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, decía que tenemos una deuda con África y “nuestro papel, nuestra solidaridad hacia el continente se deben a ese compromiso”.

Destacó que esos esclavos que llegaron a las islas del Caribe y al territorio de América Latina “contribuyeron a la formación de nuestra nación y en Cuba, de manera específica, fueron el principal ejército que luchó por nuestra independencia y de ahí surgieron grandes generales, generales hijos o nietos de esos esclavos”.

“Cuba hizo justicia con los contingentes en la salud, primero fueron los cubanos a África y después los jóvenes africanos  viajaron a Cuba y estudiaron, se graduaron y volvieron a su tierra”, enfatizó.

De una u otra forma la isla caribeña, continuó, en su política exterior estaba contribuyendo a hacer justicia y a las reparaciones para el continente africano por ese aporte que dio al mundo.

Consideró que no se puede hablar de la formación como nación y de nacionalidad cubana sin África. “¿Cómo podemos hablar de nuestras tradiciones sin África, cómo podemos hablar de nuestra cultura sin África?”.

“África está presente en nuestra idiosincrasia, nuestra cultura, nuestra forma de ser, nuestra comida. Como afrodescendientes contribuimos y vamos a seguir contribuyendo en la justicia para África, porque consideramos entre otras cosas también que África es de mucha importancia para este mundo”, concluyó el diplomático cubano.

arb/obf/nmr

Colaboraron en este trabajo:
Amelia Roque
Editora Especiales Prensa Latina
Oscar Bravo
Jefe de la Redacción África y Medio Oriente
Laura Esquivel
Editora Web Prensa Latina