martes 18 de noviembre de 2025

ESCÁNER: La Habana patrimonial, fortalezas, historia y cultura viva (+Fotos +Info +Video)

La Habana (Prensa Latina) Maravillosa ciudad tropical, iluminada por el sol, besada por el mar y acariciada por la brisa; extraordinaria y trascendente es la personalidad urbana de nuestra ciudad de San Cristóbal de La Habana, centro de las Américas.
Por:
Adis Marlén Morera
Redacción de Cultura
Verónica Núñez
Redacción de Cultura

Así la describía Emilio Roig, historiador de esta urbe entre 1935 y 1964, sin imaginar que La Habana Vieja y su sistema de fortificaciones sería declarada en 1982 Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

En la actualidad, las labores de la Oficina del Historiador de la Ciudad (OHCH), creada en 1938, impulsan el desarrollo de la otrora Llave del Nuevo Mundo, más allá del rescate, restauración y preservación de sus centenarias construcciones.

El acontecer cultural revitaliza estos espacios, en tanto se gestan desde la institución diversas iniciativas que enaltecen su valor social, artístico y patrimonial.

Con el título Fidelidad y Lealtad, la capital cubana festeja el aniversario 506 de fundada con un programa que honra el legado del Comandante en Jefe Fidel Castro y del eterno historiador de la ciudad, Eusebio Leal.

DE VILLA A CAPITAL DEL CARIBE

La capital cubana fue fundada el 16 de noviembre de 1519 en el costado oeste de la bahía de Carenas y fue la última villa establecida por la Corona española en la isla caribeña, bautizada con el nombre de San Cristóbal de La Habana.

Según registros históricos, la ciudad tuvo favorables condiciones naturales, como la calidad de su puerto y la ventajosa situación frente a la entrada del golfo de México, que pronto la convirtieron en la más importante del país.

En 1550, el gobernador Antonio de Chávez trasladó su centro de operaciones de la otrora capital Santiago de Cuba, ubicada en la región oriental del país, a La Habana. Desde entonces, su importancia no dejó de crecer.

Se convirtió en el puerto más rico de América, sede del Depósito y Escuela de Artillería (1678), Apostadero de la Marina Española (1740) y principal astillero de España en el continente.

En 1674 se inició la edificación de las murallas que bordean la antigua ciudad, terminadas en 1797. Para entonces, no lograron contener el desarrollo de la urbe y alrededor de 1820 La Habana se expandió y lo poco que se mantuvo dentro pasó a conocerse como La Habana Vieja.

Con el enriquecimiento de la villa, se hizo necesaria su protección a partir de un sistema de fortificaciones, cuya primera obra, La Fortaleza, terminada en 1540, fue destruida y en su lugar se erigió el Castillo de la Real Fuerza (1558-1577).

Le siguieron los castillos de San Salvador de la Punta (1589-1600), los Tres Reyes del Morro (1589-1630), el Torreón de San Lázaro (mediados del siglo XVII), el Castillo de Santa Dorotea de Luna de la Chorrera (1635-1643) y el de Cojímar (1639-1643).

Completan la línea defensiva la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña (1763-1774), el Castillo de Santo Domingo de Atarés (1763-1767), el del Príncipe (1767-1779) y el Fortín No. 1 (1897), describe el expediente patrimonial de la OHCH.

HERMOSA, AUTÉNTICA Y COSMOPOLITA

La obra de la OHCH y su significativa vocación social marca pautas para tratar espacios que constituyen bienes culturales nacionales, afirma el artículo Patrimonio cultural, ciudadanía y gestión desde la arqueología preventiva (2014).

El área a administrar por esta entidad contaba con más de tres mil edificaciones en 2014, de las que 550 eran de alto valor arquitectónico, revela el estudio.

La zona patrimonial en la actualidad abarca 98 monumentos más representativos, 42 espacios pertenecientes al área de expansión urbana en el siglo XIX y 18 construcciones militares.

Entre los sitios más visitados por nacionales y foráneos destacan la Plaza de Armas, la Plaza Vieja y sus alrededores, la Catedral, la Plaza de San Francisco de Asís, El Templete, el Museo Casa Natal de José Martí, la Bodeguita del Medio, el Paseo del Prado, El Floridita -entre los bares favoritos de Ernest Hemingway-, el Museo de la Revolución y por supuesto, las fortificaciones.

NECESIDAD DE PRESERVAR NUESTRO PATRIMONIO

Según declaró Eusebio Leal en una entrevista, víspera del aniversario 500 de la ciudad, La Habana posee un valor simbólico: “es la capital de la nación, la cabeza; pero al mismo tiempo es también muy representativa de todos los valores culturales, intelectuales, políticos, históricos y sociales del pueblo cubano”.

Es además “un catálogo de la más hermosa y deslumbrante arquitectura que alcanzó la Isla, con rasgos que pueden hallarse también en Camagüey, Santiago de Cuba o Trinidad”, de ahí la necesidad de cuidarla y preservarla.

La representante regional de la Unesco en Cuba, Anne Lemaistre, explicó en exclusiva a Prensa Latina que los criterios cuatro y seis de la Convención de esa organización mundial fueron los que justificaron la declaratoria.

No basta solo con proteger las construcciones para adecuarlas a esa imagen de los primeros siglos, hay que mantenerla viva, gestionarla y aprovechar esos monumentos para la apropiación de la comunidad que reside en el centro histórico, declaró en exclusiva para Prensa Latina la directora de Gestión Cultural de la OHCH, Katia Cárdenas.

El proyecto más integral de la Oficina es Rutas y Andares, que celebró este año su aniversario 25 e involucra a todas las instituciones y a la familia cubana en sus atractivos recorridos en los meses de julio y agosto.

La directora de los museos de la Plaza de la Catedral, Aliana Martínez, se vinculó a la iniciativa en 2004 y comentó a esta agencia de noticias que los especialistas deben crear temáticas atractivas, propuestas dinámicas y salidas interesantes para el público.

Nos oxigena mucho porque, aunque es el mismo fondo museal, debes presentarlo bajo un discurso diferente, lo cual exige y hace desempolvar conocimiento para mostrar La Habana desde otra perspectiva, significó.

El proyecto responde a la necesidad de preservar el patrimonio desde el vínculo activo entre instituciones y comunidades, pero no es el único; el festejo por el aniversario 506 de la ciudad se abrió en un abanico de actividades conmemorativas, aseguró Cárdenas.

La mirada es proyectarnos hacia el futuro con nuevas instituciones culturales y la renovación de propuestas museográficas y museológicas para estar a tono con los tiempos y los nuevos públicos, a quienes nos debemos, explicó.

Uno de los eventos más esperados fue la tradicional ceremonia en El Templete el pasado día 15, con la vuelta a la ceiba para atraer beneficios económicos y de salud, y la posterior gala por la fundación de la otrora villa de San Cristóbal de La Habana.

Hasta el 23 próximo se desarrollará el Festival Mozart-Habana, en tanto el XXI Encuentro Internacional sobre Gestión de Ciudades Patrimoniales tendrá lugar del 18 al 21 de noviembre, propuestas que se complementan con la Jornada de la Cultura Japonesa y muchas otras actividades.

La ciudad viste así sus mejores galas para evocar una fecha de gran trascendencia; es ella el escenario donde el mar parece resguardar siglos de historia, mientras la cultura palpita en cada rincón, histórico o contemporáneo.

Regresar a esta urbe es también rememorar la impronta de Leal, quien siempre exhortó a cuidarla y a procurar que toda intervención respete la ciudad vieja, que no busca parecerse a ninguna otra, porque La Habana es única.

En su opinión, el Centro histórico, desde el punto de vista cultural, debía ser como una gran orquesta, donde cada institución ejecutara bien su instrumento para lograr una armonía, recordó la directora de Gestión Cultural de la OHCH.

Muchos son los aportes del eterno historiador a la vida cultural de la ciudad, a la que denominó “el mejor de sus amores, la mejor de sus pasiones y el mayor de sus desafíos”.

arb/vnl/amr

Colaboraron en este trabajo:
Amelia Roque
Editora Especiales Prensa Latina
Laura Esquivel
Editora Web Prensa Latina