En la actualidad, los adultos de 65 años o más representan sólo el siete por ciento de la población y es probable que se mantenga por debajo del 20 por ciento hasta 2063, y no se acerque al 30 por ciento hasta 2100, según las proyecciones de variante media de la ONU.
Para expertos del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas, ese cambio demográfico no es simplemente una estadística, sino una transformación social de magnitud incomparable con implicaciones de largo alcance.
En la Política Nacional de Adultos Mayores elaborada en 2011, el gobierno indio reconoció que si bien es un logro el aumento de la esperanza de vida, también es un reto por el necesario incremento de la atención a los ancianos.
De igual modo, puntualizó que los avances en tecnología, medicina, para servicios de vida asistida y de personas mayores que influyen en el aumento de este grupo poblacional debe tenerse en cuenta en las políticas futuras al respecto.
En India, es un hecho que el 40 por ciento de las personas mayores se encuentran entre los más pobres, además de ser uno de los grupos más vulnerables de la sociedad con mayor impacto en los habitantes de zonas rurales y en el sector femenino, de acuerdo con un estudio de la ONU.
La nación surasiática fue pionera en abordar las preocupaciones de la tercera edad a través de su Política Nacional sobre las Personas Mayores (NPOP) en 1999, tres años antes del Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento (MIPPA), subrayó.
No obstante, advierte que la India todavía se encuentra en una encrucijada fundamental, pues se enfrenta a una población que envejece y que exige un marco integral de atención, nuevas instituciones, servicios y apoyo dedicados a las necesidades cambiantes de las personas mayores.
Y es que no es menos cierto, como indica el estudio, que desde la década de 1990, la economía india ha crecido 10 veces y se espera que para 2027 se convierta en la tercera más grande del mundo; gran parte de esa riqueza adicional será generada por aquellos que trabajan en la actualidad y se convertirán en ciudadanos mayores en 2050.
Por ende, el grupo de expertos internacionales sugirió trazar un programa transformador de múltiples frentes con instituciones de apoyo como el sector privado, el mundo académico, la sociedad civil y los medios de comunicación.
Dicha estrategia deberá impactar con ofertas de servicios de atención médica en función de las personas mayores y de edad avanzada, el fomento del vínculo intergeneracional positivo entre las de la tercera edad y jóvenes, así como el aprovechamiento de la tecnología y la innovación para que la atención sanitaria y los servicios sociales sean accesibles y asequibles.
De acuerdo con el informe del Decenio de las Naciones Unidas para el Envejecimiento Saludable (2021-2030), se deberá, además, priorizar de manera estratégica las necesidades de las personas mayores en los esfuerzos de preparación para desastres.
Igualmente, fortalecer el sistema de datos sobre el envejecimiento de la población, lo que permite a los gobiernos y organizaciones adaptar servicios y programas en función de los adultos mayores.
Asimismo, invertir en lo que se denomina economía plateada, un sector de rápido crecimiento que abarca bienes y servicios, como seguros, pensiones, banca e inversiones, y viajes y turismo, dirigidos específicamente a las personas mayores con ahorros.
Esto también abre una gran ventana y espacio para que las empresas emergentes y disruptivas de la India brinden soluciones accesibles, rentables e inclusivas para los ancianos.
CON LA MAYOR POBLACIÓN DEL MUNDO
India se ubicó en 2023 como el país con la mayor población del mundo con más de mil cuatrocientos 25 millones de personas, una cifra superior a la de los continentes europeo (744 millones) o americano (mil 40 millones), de acuerdo con la ONU.
Es difícil conocer la cantidad exacta de habitantes en la India pues los registros en papel están desactualizados desde el 2011, cuando se realizó el último censo en la nación surasiática; sin embargo, según estimaciones de Naciones Unidas, se espera que la población de este país continúe en aumento sostenido por varias décadas más.
De acuerdo con el escenario a futuro, los habitantes de esta nación superarán los mil 500 millones de personas a finales de esta década, seguirán creciendo de manera lenta hasta 2064 cuando lleguen a mil 700 millones de personas y estarán entre los dos mil millones de ciudadanos en 2068.
Actualmente, las personas menores de 25 años representan más del 40 por ciento de la población de la India, lo que significa que una de cada cinco jóvenes de ese rango de edad en el mundo vive en el país surasiático.
La edad promedio aquí es de 28 años, mientras que en Estados Unidos es de 38 y en China, el segundo país con mayor aporte de seres humanos, es de 39 años.
Expertos prevén que el número de adultos en edad de trabajar continuará en ascenso tanto en número como en proporción a la población total hasta mediados de siglo. Dicha referencia significa una oportunidad para el país en materia de crecimiento económico más rápido durante las próximas décadas.
Sin embargo, su crecimiento poblacional comenzará a ralentizarse como consecuencia de la disminución de los nacimientos por mujeres que experimenta el país surasiático en las últimas décadas, por lo que se pronostica que caerá a mil millones de habitantes para 2100.
FERTILIDAD, LA CLAVE DE CRECIMIENTO
Las tendencias demográficas en India están determinadas en gran medida por los niveles de fertilidad que han distinguido a la sociedad desde la década de 1970 hasta la actualidad y cuya transición demográfica hacia familias más pequeñas se comporta con pocas diferencias en todo el país.
En 1971, la India tenía niveles de seis nacimientos por mujer; en cambio, la disminución de la fertilidad ha ocurrido de manera gradual y en 2022 se contabilizó 2,0 nacimientos por mujer, justo por debajo del umbral de reemplazo de 2,1, el nivel necesario para la estabilización de la población a largo plazo.
Según los expertos, los determinantes de ese comportamiento en los últimos años en India están relacionados con aspectos de índole social, económico, las características inherentes de cada territorio y de múltiples factores del desarrollo humano.
Resaltaron mejoras en la nutrición y la salud pública que reducen la mortalidad, especialmente entre los niños; mayores niveles de educación, particularmente para niñas y mujeres, a menudo asociados con niveles decrecientes de mortalidad y fertilidad.
También dependen de la urbanización, mayor acceso a servicios de atención de salud reproductiva, incluidos los de planificación familiar, y el empoderamiento de las mujeres y su participación en la fuerza laboral.
Referencias de la Encuesta Nacional de Salud Familiar (NFHS) de la India del 2019, los últimos datos recabados en ese sentido en el país, indican que las tasas de fertilidad varían ampliamente según el tipo de comunidad y el estado de la India.
En promedio, las mujeres con niveles superiores de educación y poder adquisitivo suelen tener hijos a edades más avanzadas que las que aún permanecen sin escolaridad.
Por otra parte, la proporción de los sexos al nacer en la India se equilibra en los últimos años luego de acciones gubernamentales para frenar la selección artificial que surgió en la década de 1970 en favor de los nacimientos de varones, aplicada por familias de los principales grupos religiosos del país a partir del uso de tecnología de diagnóstico prenatal.
Desde el 2015 se implementa en la India la iniciativa Beti Bachao Beti Padhao, con vistas a abordar la disminución de la proporción de sexos infantiles y cuestiones relacionadas con el empoderamiento de niñas y mujeres.
Los objetivos del programa son evitar la eliminación selectiva de sexos sesgada por motivos de género, garantizar la supervivencia y protección de las niñas, así como su educación y participación en la sociedad.
En el censo de 2011 se contabilizaron nacimientos de 111 niños por cada 100 niñas; pero, de acuerdo con la NFHS, de 2019 a 2021 se observa una tendencia al emparejamiento con 108 varones por 100 hembras.
Todo este panorama demográfico incide en la transformación social de la India que, en busca de su impostergable meta de convertirse en un país desarrollado para 2047, debe, mediante la cooperación entre gobiernos, instituciones y la sociedad, anteponerse al desafío ineludible que significa para las sociedades modernas el envejecimiento poblacional.
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