jueves 12 de diciembre de 2024
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Desaparecidos, herida abierta en Uruguay

Montevideo (Prensa Latina) Amelia Sanjurjo y Luis Eduardo Arigón son nombres con asteriscos en la larga lista de detenidos desaparecidos en Uruguay. De ellos ya se conocieron sus paraderos, pero esos crímenes siguen impunes.

Por Orlando Oramas León

Corresponsal jefe en Uruguay

Se trata de una herida abierta a pesar de que va para 40 años el fin de la dictadura que imperó aquí entre 1973 y 1985, responsable de crímenes de lesa humanidad, la mayoría sin resolver y no pocos de ellos ocurridos en el marco del Plan Cóndor.

Esta fue una operación clandestina de cooperación y coordinación entre varios países de América del Sur -Argentina, Chile, Paraguay, Brasil y Bolivia-, en la que participó también la dictadura uruguaya, con el fin de eliminar opositores políticos, principalmente de izquierda.

De entonces acá son apenas siete los cuerpos recuperados e identificados, en su mayoría hallados en predios militares.

Luis E. Arigón fue detenido el 13 de junio de 1977. Sus restos aparecieron el 30 de julio último en terrenos del Batallón 14 de Infantería del Ejército en Toledo, departamento de Canelones. Era militante del Partido Comunista y dirigente sindical de la Federación Uruguaya de Empleados del Comercio e Industria.

Muy cerca de donde fue enterrado Arigón había sido encontrada en junio de 2023 la osamenta de Amelia Sanjurjo. Su identificación demoró hasta el 28 de mayo de este año. También era militante del Partido Comunista (PCU), estaba embarazada. Fue torturada en la prisión de La Tablada.

Sanjurjo resultó el sexto hallazgo de este tipo en el país desde que comenzaron las excavaciones en 2005, a cargo del Grupo de Investigación de Antropología Forense (GIAF) de la Universidad de la República.

Según el conteo de la Secretaría de Derechos Humanos para el Pasado Reciente, 197 personas fueron detenidas desaparecidas por responsabilidad y/o aquiescencia del Estado.

Los primeros restos encontrados fueron los del obrero metalúrgico Ubagésner Cháves, el 29 de noviembre de 2005, en un sitio conocido como la Chacra de Pando. Otro comunista asesinado por el régimen de facto.

El 2 de diciembre de ese mismo año, se halló al segundo. Bajo una pista anónima los investigadores pudieron ubicar restos en el Batallón 13, en Montevideo. Más tarde se sabría que se trataba de Fernando Miranda, escribano, docente universitario y militante del PCU.

Un tercer hallazgo se dio en 2011 en el Batallón de Infantería 14. Los despojos correspondían al maestro Julio Castro, secuestrado en agosto de 1977 y torturado en el centro clandestino conocido como la Casona de Millán. Fue ejecutado de un balazo.

El cuarto hallazgo del GIAF ocurrió en marzo de 2012, también en el Batallón 14. Eran los restos de Ricardo Blanco, comerciante y miembro del Partido Comunista Revolucionario. Pasó por la Casona de Millán y fue visto por última vez en La Tablada.

En predios del Batallón 13 de Infantería la búsqueda dio con los restos del odontólogo Eduardo Bleier, responsable de finanzas del PCU. Testigos relatan que lo torturaron por comunista y por judío. Estaba casado y tenía cuatro hijos.

Amelia Sanjurjo es la única encontrada de varias detenidas y desaparecidas por el régimen de facto. La enterraron muy cerca de Arigón, del maestro Castro y del comerciante Blanco.

Para la antropóloga Alicia Lusiardo, coordinadora del GIAF, existen posibilidades de otros enterramientos en el Batallón 14, devenido cementerio clandestino.

“Sabemos que entre esa detención de Arigón Castel y la de Amelia Sanjurjo, por ejemplo, hay dos detenciones de personas que son vistas después en La Tablada y cuyos cuerpos no han aparecido en ninguna de las excavaciones que se han hecho”, puntualizó.

Por su parte el director de la Institución Nacional de Derechos Humanos (Inddhh), Wilder Tayler, auguró que la lista de detenidos desaparecidos en Uruguay podría crecer.

Por ello continúan las excavaciones en Toledo, y en el Servicio de Material y Armamento del Ejército, ubicado al lado de la sede del Batallón 13 de Infantería. La pesquisa incluirá nuevos terrenos privados, refirió.

Subrayó la necesidad de afianzar la cooperación con otros países involucrados en el Plan Cóndor, por el cual las dictaduras en la región se confabularon en la comisión de delitos de lesa humanidad.

Tal empeño “involucra también un esfuerzo de carácter diplomático que no se ha hecho”, demandó Tyler.

arb/ool

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