Por Roberto F. Campos

Redacción de Economía

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Conocida como La Linda Ciudad del Mar, o La Perla del Sur, es una urbe marinera, colorida y limpia, perfecta para el turismo.

Cada año son más los viajeros europeos que prefieren visitar esta ciudad de Cuba. Fundada por franceses, para muchos es la urbe más limpia y ordenada de todo el archipiélago, con encantos a la mano.

Como curiosidad, el famoso cantante cubano Benny Moré (1919-1963) nació precisamente en esa provincia, donde aún resuena en su voz la canción “Cienfuegos es la ciudad que más me gusta a mí”.

Y todo parece indicar que también Cienfuegos le gusta a muchas más personas, no solo de Cuba, sino de otras partes del mundo.

La zona central de la isla constituye un espacio de interés para el recorrido de personas atraídas por la historia y por ser Patrimonio Cultural de la Humanidad, reconocimiento otorgado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en 2005 debido a su elegancia y conservación.

Cienfuegos tuvo el primer centro histórico urbano de Iberoamérica fundado en el siglo XIX que recibiera tal distinción.

Sus autoridades recuerdan que el Comité del Patrimonio Mundial, reunido en 2005 en la ciudad sudafricana de Durban, acordó ese otorgamiento por constituir la villa el primer caso en América Latina que en los inicios del siglo XIX introdujo ideas de modernidad, higiene y orden en la planificación urbana.

Esta adjudicación, la más relevante de su momento desde el punto de vista cultural y turístico para Cuba, resalta los valores de la ciudad fundada en 1819 por colonos franceses, encabezados por Louis De Clouet.

Se sustenta además en la significativa conservación de los bienes patrimoniales del lugar considerando la zona de su nacimiento; edificaciones con estilo neoclásico, entre las que se destaca la Catedral de Nuestra Señora de la Purísima Concepción, el Colegio de San Lorenzo, el Ayuntamiento y el teatro Tomás Terry.

También despuntan por su arquitectura la Casa de los Leones y los palacios de Ferrer, de Blanco y de Goitizolo, según estudiosos y guías turísticos.

Cienfuegos es la ciudad cabecera de la provincia de igual nombre, con cuatro mil 180 kilómetros cuadrados y una bahía de aguas profundas, además de una zona montañosa cercana a la ciudad.

En la región se puede practicar la náutica recreativa, el ecoturismo y el turismo de aventuras, que las autoridades potencian y ya tienen muchos adeptos llegados de todo el mundo, con bellos parajes para el buceo, sobre todo en la zona de Guajimico.

Ubicada a unos 254 kilómetros hacia el este de La Habana, la capital cubana, acumula bellezas que la sitúan entre los lugares de realce para los viajes de distintos tipos, en especial el descanso activo.

Este nombramiento de la Unesco para Cienfuegos se suma a varios otros en Cuba como Patrimonio Mundial. Tal es el caso del centro histórico de La Habana Vieja (1982), Trinidad (1988), Castillo del Morro de Santiago de Cuba (1997), Viñales (1999) y el Parque Desembarco del Granma (1999).

También, las primeras plantaciones cafetaleras del sudeste cubano en Santiago de Cuba (2000), el Parque Alejandro de Humboldt (2001), la Tumba Francesa-inmaterial (2003), y el centro histórico de Camagüey (2008).

FUTURO TURÍSTICO

Pero Cienfuegos es, sobre todo, una ciudad moderna, con un plan de desarrollo turístico hasta el 2030 cuyo objetivo primordial apunta a convertir al territorio en un destino de recreo integrado y fortalecido, tal y como lo reconocen sus directivos.

Para ese desarrollo, tienen en plan la región de Rancho Luna-Punta La Milpa con previsiones de 2019 al 2027, Punta Barrera y Playa Inglés-La Tatagua de 2020 a 2028.

Sin embargo, el sello de una cultura propia lo aportan las presentaciones musicales y artísticas en sentido general, que complementan el atractivo para un turista que no se conforma con solo un chapuzón en el mar.

Incluso, para julio próximo se prevé la apertura del Centro Cultural de las Artes Benny Moré, frente al parque José Martí, en el mismo corazón de la ciudad.

Bartolomé Maximiliano Moré (Santa Isabel de las Lajas, Cienfuegos, 1919-La Habana, 1963) conocido como El Bárbaro del Ritmo y El sonero Mayor, fue un cantante y compositor cubano por excelencia.

Quienes conocen la música de esta isla tienen sus grabaciones como el mejor tesoro, con su voz de altos tonos, el ritmo inconfundible y la permanencia en el tiempo, además de sus canciones estar en el repertorio de muchos artistas de todo el mundo.

Una escultura que lo representa, como si aún paseara por la principal avenida de Cienfuegos, constituye obligado punto de encuentro y de tomarse una foto para certificar la visita a la urbe. Canciones como Cómo fue, Bonito y sabroso, Santa Isabel de las Lajas, Que bueno baila usted y Cienfuegos, recorren el planeta.

La lista de los sitios a visitar es larga, pero en apretada síntesis, los guías mencionan la bahía de Cienfuegos, la cueva Martín Infierno, y los cementerios Tomás Acea y el de Reina. Se suman a la lista el Jardín Botánico, la playa de Rancho Luna, la fortaleza de Nuestra Señora de los Ángeles de Jagua, el Palacio de Valle y el Museo Histórico Naval.

HISTORIA IMPRESCINDIBLE

Y todo ese encanto parte de mucho camino y tradición, pues en su Historia de las Indias, el padre español Bartolomé de las Casas escribió sobre la llegada del conquistador Diego Velázquez a la zona de la bahía de Jagua y relató el proceso de instalación de este en cayo Ocampo.

La fundación de la cercana ciudad azucarera de Trinidad en 1514, mejor ubicada con respecto a los yacimientos de metales preciosos y su excelente posición geográfica, fueron determinantes en la lenta incorporación del territorio de Jagua al ámbito socioeconómico de la colonia española.

En 1538 piratas y corsarios franceses se posesionaron de Cayo Carenas y Playa Alegre, e incluso el temido Jacques de Sores la visitó en una de sus incursiones, también Francis Drake está vinculado a la historia de la villa.

Más adelante, en 1817, se firmó el Tratado Internacional que establecía la supresión del tráfico trasatlántico de esclavos. Ese fue uno de los motivos que llevó al capital general José Cienfuegos Jovellanos (de ahí el nombre de la ciudad) y al intendente Alejandro Ramírez a promover el cultivo de la tierra con propietarios blancos.

Por tanto, respaldaron la propuesta presentada por el teniente coronel de origen francés Luis Juan Lorenzo De Clouet, quien fundaría la villa como tal.

Era un teniente coronel nacido en Burdeos, Francia y radicado en Louisiana. Agregado en 1818 al Estado Mayor de La Habana, presentó al Capital General José Cienfuegos y al intendente Ramírez, el 1 de enero de 1818, la proposición de colonizar la bahía de Jagua.

Lo materializaría un año después. Entonces, esa fundación sería el 22 de abril de 1819, de una de las ciudades más bellas de Cuba, que hoy sigue su ruta ascendente y atrapa a viajeros llegados desde cualquier parte del mundo.

arb/rfc