Por Zeus Naya
Corresponsal jefe en Guatemala
Sigue organizada después de 32 años, aunque cancelaron su brazo político Movimiento para la Liberación de los Pueblos, a causa de los resultados de las elecciones de 2023, en las cuales tiraron de la carrera primero a su dupla presidencial.
Su movilización reciente la motivò las continuadas privatizaciones de bienes y servicios públicos, petroleras y mineras saqueando los territorios ancestrales, asesinatos diarios, desalojos forzados, criminalización de defensores de derechos humanos, entre otras.
La canasta básica –denunciaron además los participantes- sube sin control, se mantiene el banquete neoliberal, las y los corruptos en el poder bajo la venia de la embajada de Estados Unidos, lo que –expresaron- no puede continuar.
De cualquier modo, en declaraciones a Prensa Latina, el investigador y abogado quechua Ollantay Itzamná aclaró que la movilización última, al igual que anteriores, no necesariamente es contra la administración nacional.
“Es verdad, una buena parte de la responsabilidad de la situación del país es del Gobierno, por indecisiones o por estar en servicio de los intereses transnacionales o imperiales”, subrayó el igualmente miembro de Codeca.
Pero ante todo –remarcó- la particularidad del movimiento radica en que aparte de ser antiimperialista, es contra el sistema de la modernidad, del capitalismo.
Por lo tanto, subrayó el también abogado, la propuesta de la Asamblea Constituyente, Popular y Multinacional, tiene la finalidad de, por primera vez en la historia patria de 200 años, crear un Estado.
Uno –agregó- que efectiva y verdaderamente lleve las improntas y la identidad de todos los pueblos de distintos colores que cohabitamos este territorio centroamericano, lo cual previamente nunca ocurrió.
Para las comunidades originarias la colonización, no solamente la condición de colonialidad sino también la colonización, prosiguió al día siguiente de la supuesta independencia criolla, describió Itzamná.
En ese sentido, enfatizó, la tarea de la independencia, de la emancipación, es el planteamiento del movimiento Codeca a través de la Asamblea Constituyente.
Ahora, aseveró, ya no con un horizonte de montar el progreso, el desarrollo, o la modernidad, como lo plantearon las revoluciones liberales tanto de 1871 o de 1944, sino fijarse el Buen Vivir.
CODECA ACTUAL
Itzamná recordó que Codeca nació en 1992 como un Comité, luego se convirtió en movimiento social de alcance país, con presencia en toda la tierra del quetzal y más allá.
En la asamblea histórica de 2016 –contó- se define transitar hacia una organización sociopolítica, ya no solamente en las calles, sino del mismo modo equilibrar la ecuación con las urnas, a lo cual se sumó el tema de las cortes.
De acuerdo con el antropólogo, la integran comunidades en resistencia, en este momento alrededor de mil 200 en los 22 departamentos y en diferentes municipios chapines.
Refirió que existe Codeca en los Estados Unidos, “entonces ese fenómeno de la remesa en sentido contrario, política, sociocultural, de aquí para allá”, algo que calificó de bastante único.
Aparte, mencionó, está la apuesta de Abya Yala Soberana, que significa ampliar a nivel de América Latina la propuesta de que, siendo sujetos sociopolíticos, vamos a emprender el camino de la emancipación.
Este espacio de articulación continental, detalló, transita bajo las directrices matriciales de descolonización, despatriarcalización y el tema de la identidad tierra o la Madre Tierra.
A SEIS MESES DE LA NUEVA GESTIÓN A juicio del analista político, y en coincidencia con valoraciones de Codeca, pasaron seis meses de la presente gestión encabezada por el presidente del país, Bernardo Arévalo, y la primavera no aparece.
“No solamente es que no llegó, más bien reprodujo el invierno en esta tierra tropical, porque como nunca antes, por ejemplo, tenemos, aunque dicen que está anulada, la única mina a cielo abierto (Cerro Blanco)”, expuso.
Poseemos, añadió, el aeropuerto internacional La Aurora que, acaba de anunciar el mandatario, se va a licitar bajo la ley de alianza público-privado, algo fatal, consideró el investigador.
Argumentó que vieron justamente en la autopista Palín-Escuintla, en la ruta al Pacífico, departamento de Escuintla, la consecuencia de la implementación de esa norma.
Entregan al sector privado, comentó, con dinero público la encomienda de construir una infraestructura, para que luego de 30, 25 años, la devuelva, pero en situación obsoleta.
El Estado entonces -significó el corresponsal de medios alternativos de la región- no tiene capacidad de evaluar en qué situación está y sucede como en Palín-Escuintla, que por debajo todo estaba hundido, y por encima pintado.
Incluyó la transnacional franco-británica Perenco, que extrae petróleo en Laguna del Tigre, del oriental Petén, en un área protegida de la Reserva de la Biosfera Maya, resguardada por el mismo Ejército guatemalteco.
Destruyó ecosistemas, manifestó, lo cual en cualquier lugar del mundo es un delito castigado, pero el jefe de Estado adelantó que va a renovar el contrato por 15 años.
“Así podemos señalar varias cosas, entonces primavera, pues ni siquiera se puede hablar, yo diría invierno duro y triste en esta nación tropical”, concluyó el abogado y antropólogo quechua, miembro de Codeca.
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