Por Moisés Saab Lorenzo
De la redacción de África y Medio Oriente
La medida, adoptada de consuno por los gobiernos castrenses de Mali, Burkina Faso y Níger los cuales la argumentan en lo que consideran “actitud inhumana e irresponsable de la Cedeao” al imponer sanciones por los derrocamientos de los respectivos gobiernos de esos tres países.
El ente es un grupo regional de 15 estados, reducido ahora a 12, de África Occidental, creado el 28 de mayo de 1975 con la firma de su texto fundacional, el Tratado de Lagos, para promover la integración económica de la región.
Vista como uno de los pilares de la comunidad económica africana, la Cedeao trata de lograr la autosuficiencia colectiva de sus Estados miembros por medio de la creación de un gran bloque comercial único mediante una unión comercial.
Otro propósito es servir como fuerza de paz, un objetivo que permitió a su actual dirección amenazar con la intervención armada a los oficiales que en julio pasado derrocaron en un golpe incruento al presidente nigerino, Mohamed Bazzoum, “debido al deterioro de la situación de seguridad y la mala gobernanza económica y social”.
La Cedeao de inmediato condenó la defenestración del mandatario y exigió su reposición al frente del Ejecutivo, pero los golpistas hicieron caso omiso y convocaron a la población a manifestar apoyo a la acción militar.
Para mayor gravedad, los gobiernos provisionales de Mali y de Burkina Faso, también integrados por militares y llegados al poder por medio de golpes, advirtieron que considerarían una agresión en su contra una acción contra Níger, mientras Guinea alertó contra cualquier operación de fuerza.
En todo ese escenario es obvio que subyacen intereses extrarregionales, en particular de Francia, exmetrópoli de los tres gabinetes castrenses.
Las relaciones de París con sus tres antiguas colonias están en franco declive en particular después que las autoridades castrenses de Mali pidieran la salida del contingente militar francés, postura secundada por los gobiernos de Burkina Faso y Níger.
En el caso de Níger, el cuadro tiene inferencias más graves ya que ese pequeño y empobrecido país provee de uranio a las centrales electronucleares de la nación europea y a su producción de material fisionable para usos militares.
INFLUENCIAS EXTERNAS
De igual manera influye en la escisión de la Cedeao, la sorda pugna en curso tras el inicio de la operación militar especial de Rusia en Ucrania, las potencias europeas y Estados Unidos, por asegurarse el apoyo político africano.
Lo que ha dado en llamarse el Occidente colectivo, los miembros de la OTAN, iniciaron una ofensiva de encanto hacia el continente, en el cual hasta hace poco tiempo histórico, apenas siete décadas, decidían los destinos de cientos de millones de seres humanos cuyas riquezas explotaban.
Armados de promesas de ayuda económica y reclamos nostálgicos a sectores nativos que se beneficiaron con la dominación colonial, diplomáticos europeos y estadounidenses visitaron varios países con un mensaje unificado: súmense a la condena de la operación militar rusa.
La maniobra resultó un ejercicio en futilidad ya que, si bien los africanos perdonan, no olvidan, sobre todo que muchos de ellos tuvieron que sacrificar miles de vidas para sacudirse del colonialismo, esfuerzo que la extinta Unión Soviética apoyó de diversas formas.
Párrafo aparte para Sudáfrica, país en el cual Washington sustentó hasta el último momento el régimen de desarrollo separado de las razas o apartheid, e Israel, su principal aliado político y militar en Medio Oriente, tuvo una relación carnal con el gobierno racista de Pretoria.
Así, tanto Washington como las cancillerías europeas, convencidos de la imposibilidad de lograr sus objetivos, decidieron abandonar el continente para evitar una confrontación abierta en espera de tiempos mejores.
En ese escenario la salida de la Cedeao de los tres estados marca un hito que, a la vez, abre interrogantes sobre el curso de los acontecimientos en una parte del mundo caracterizada por la volatilidad política y en la cual están por borrarse las secuelas de la dominación colonial.
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