jueves 20 de noviembre de 2025

El padre Félix Varela, Cuba y la Santa Sede

La Habana (Prensa Latina) El padre Félix Varela y Morales nació en la Habana el 20 de noviembre de 1788. En este nuevo aniversario del natalicio de tan insigne cubano, sacerdote, maestro, escritor, patriota y forjador de nuestra nacionalidad, exponemos un grupo de ideas relacionadas con su causa de beatificación y la contribución de Cuba y la Santa Sede, enfocado ello a través de las acciones de los pontificados de Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco.

Por Enrique González

Colaborador de Prensa Latina

La causa de beatificación de Félix Varela ha sido impulsada por los tres citados papas en diferentes momentos: Juan Pablo II inició el proceso, Benedicto XVI reconoció sus virtudes heroicas y lo declaró “Venerable”, y Francisco dio continuidad inspirando optimismo y apoyando el trámite hacia la beatificación, en diálogo cercano con la Iglesia cubana y la Santa Sede.

Juan Pablo II tuvo el papel de promover la apertura oficial del proceso de beatificación del padre Varela durante su Pontificado, en 1996, al reconocer su importancia como sacerdote ejemplar, patriota y pensador.

Aunque más de un analista esperaba que el Papa polaco lo declarara beato durante su visita a Cuba en enero de 1998, esto no ocurrió debido a que decidió respetar el proceso formal de la entonces Congregación para la Causa de los Santos y no adelantó etapas sin verificaciones, asegurando seriedad y transparencia en la investigación.

No obstante, sus acciones permitieron impulsar la causa, consolidando la figura de Varela tanto ante la Iglesia como ante la comunidad cubana.

Durante su visita a Cuba en enero de 1998, Juan Pablo II elogió públicamente a Félix Varela en su intervención ante el mundo de la cultura en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, reconociéndolo como “verdadero padre de la cultura cubana, hijo ilustre de esta tierra, considerado por muchos la piedra angular de la nacionalidad cubana”.

Wojtyla fue determinante en promover la apertura oficial del proceso de beatificación, permitió que la fase diocesana concluyera en 1996 y que los expedientes fueran enviados a la Santa Sede para su evaluación.

Supo además facilitar el diálogo entre la Iglesia cubana y el Gobierno utilizando el reconocimiento de la figura de Varela como símbolo de unión entre la fe cristiana y la cultura nacional, lo que ayudó a legitimar la causa ante la sociedad cubana.

Por su parte, Benedicto XVI tuvo un papel decisivo al firmar con fecha 14 de marzo de 2012 el decreto que reconocía las virtudes heroicas de Félix Varela, tras el voto unánime de la entonces Congregación para las Causas de los Santos y la aprobación oficial de todos los documentos del proceso (entre ellos, el resumen de vida, virtudes y legado histórico del sacerdote), declarándolo oficialmente “Venerable”. Esto marcó un paso clave.

Benedicto XVI también definió en sus mensajes a Varela como ejemplo preclaro de como un hombre de fe puede contribuir a una sociedad más justa.

Valga significar que los argumentos teológicos utilizados para declarar al padre Varela como Venerable se centraron en demostrar sus virtudes heroicas, su fidelidad cristiana, la coherencia entre fe y razón, y su obra caritativa y educativa siguiendo el magisterio de la Iglesia.

Varela fue reconocido por su profunda caridad, su entrega a los pobres y marginados, así como su dedicación al bienestar espiritual y material del prójimo, viviendo a su vez en total correspondencia con la fe católica y su magisterio, e interpretando la doctrina cristiana como motor de transformación social y defensa de la dignidad humana.

Con relación al papa Francisco, es significativo que durante todo su Pontificado demostró un apoyo activo y preciso hacia la citada causa. En diversos encuentros con representantes cubanos y de la Iglesia de Cuba trató el tema.

La esperanza y el debate en torno a la beatificación de Varela cobró un nuevo vigor con el Pontificado de Bergoglio y actualmente la Iglesia estudia un posible milagro, lo cual avanza a través de comisiones médicas y teológicas.

Ha sido importante la contribución de un grupo de obispos cubanos, así como el especial trabajo y dedicación del actual postulador de la causa, el arzobispo italiano Vincenzo Paglia.

Los postuladores de la causa han sido los responsables de reunir, presentar y argumentar la documentación ante el Vaticano con vistas a demostrar sus virtudes, vida ejemplar y posibles milagros.

Cabe destacar la labor de monseñor Carlos Manuel de Céspedes, quien fuera uno de los primeros postuladores de la causa de Varela. Su labor fue decisiva durante las décadas de los 80 y 90 del pasado siglo, especialmente en la fase diocesana de dicha causa.

Por otra parte, los obispos cubanos han sido responsables en los últimos años de entregar al Vaticano las nuevas pruebas y documentos.

Durante los últimos años monseñor Vincenzo Paglia asumió como postulador oficial en el Vaticano, estando a cargo del expediente oficial que reúne todos los documentos, estudios y testimonios (llamado “positio”) y presentando ello ante el Dicasterio de las Causas de los Santos.

Es justo además destacar el aporte del gran intelectual cubano, recientemente fallecido, Eduardo Torres Cuevas, quien tuvo en vida una destacada y reconocida participación de apoyo a la causa al considerarla uno de los procesos más importantes para la Iglesia católica cubana y para la identidad nacional.

Como historiador y estudioso de la vida y obra de Varela intervino en diferentes espacios y dio más de una conferencia al respecto. Su respaldo y labor intelectual han sido parte del esfuerzo conjunto entre las autoridades eclesiásticas, académicas y diplomáticas para el logro final de la causa.

No existen previsiones de tiempo para el proceso, ya en manos del papa León XIV. Actualmente se encuentra en la etapa de revisión del milagro, considerada como delicada y, a su vez, decisiva.

De ser reconocido oficialmente, se podrá proceder a la ceremonia de beatificación, sobre la que el propio postulador monseñor Vincenzo Paglia siempre ha deseado que se produzca en La Habana.

arb/EG

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