martes 30 de septiembre de 2025

Tráfico de armas, otra maldición en Haití

Puerto Príncipe (Prensa Latina) Haití sufre el flagelo del tráfico de armas en América Latina y el Caribe, el cual creció de forma significativa en los últimos años, aumento directamente proporcional a la violencia que protagonizan las pandillas en el país.

Por Joel Michel Varona

Corresponsal jefe en Haití

El fortalecimiento de las organizaciones criminales fue un factor clave en el incremento de los intercambios ilegales de armas, y aunque no hay cifras exactas sobre el volumen de dinero y la cantidad de armamento traficado, se estima que el 70 por ciento proviene de Estados Unidos.

Ese país -asegura un artículo aparecido en el sitio digital Lisa News- alberga el mercado legal de armas de fuego más grande del mundo, con más de 400 millones en manos civiles.

Muchas de esas armas se trafican ocultas en electrodomésticos hacia Canadá, México, el Caribe, Centroamérica y Sudamérica.

También viajan en camiones con destino a México o por vía marítima, en contenedores de carga mezclada con otros productos.

Recuerda la fuente que en abril de 2023 concluyó la operación Trigger IX, ejecutada por Interpol junto a 15 países de América Latina. El operativo resultó en más de 14 mil 260 detenciones, la incautación de ocho mil armas y 300 mil cartuchos, además de 203 toneladas de cocaína y otras drogas.

Esta fue la mayor operación regional contra ese delito coordinada por Interpol hasta la fecha.

Varios países del Caribe adoptaron nuevas medidas frente al aumento de la violencia, como Jamaica, Trinidad y Tobago, Bahamas, Santa Lucía y Barbados, pero Haití, como siempre, parece ser un lugar aparte de este mundo.

El número de armas de fuego procedentes de Estados Unidos en circulación ilícita en Haití está entre 270 mil y 500 mil.

“Las bandas criminales utilizan una amplia gama de armas de fuego y municiones en Haití. Estos incluyen rifles de asalto AKM y AR-15, como los AK-308, FN FAL, Galil, H&K G3, BM59 Beretta y VZ58”, según informes presentados por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Recientemente, los medios de comunicación reportaron sobre el tráfico del rifle antimaterial Barrett M82 de calibre 5013; esta noticia creó gran incertidumbre en Puerto Príncipe, pues nadie sabía en qué punto de la capital sería empleado.

En estos momentos, la adquisición de fusiles y municiones de gran calibre es motivo de preocupación, ya que en informes anteriores señalaron un número cada vez mayor de armas de 7,62 x 39 milímetros (mm), 7,62 x 51 mm y 12,7 x 99 mm en Haití. Estas -puntualiza el diario Le Nouvelliste- pueden causar una mayor tasa de muerte y lesiones graves.

La mayoría de las armas en circulación son ilegales y están principalmente en manos de delincuentes, pero también de otros actores privados.

El uso de estas armas de fuego -subrayó el rotativo- alimentó un ciclo destructivo de violencia en Haití, dando lugar a graves violaciones de los derechos humanos.

“La proliferación y el uso de armas y municiones, incluso por parte de las pandillas, tienen un impacto significativo en el disfrute de los derechos civiles y políticos, así como en los derechos económicos, sociales y culturales”, asegura la fuente.

El tráfico de armas y municiones en Haití está vinculado a la dinámica regional y subregional, donde las armas de fuego ilícitas son una preocupación creciente.

Este flagelo a menudo está vinculado a otras actividades de pandillas, como el tráfico de drogas, lo que alimenta la inseguridad y la violencia en la región.

Las rutas de tráfico de las pandillas en Haití pasan por varios países del continente, incluidos Colombia, República Dominicana, Estados Unidos, Bahamas y las Islas Turcas y Caicos.

La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito al Consejo de Seguridad aseguró que existe un flujo persistente de armas de fuego desde Estados Unidos, particularmente Florida, a Haití.

Las armas se adquieren con frecuencia a través de compras de nombre ficticio en estados de la nación norteña con leyes de armas más laxas y menos restricciones de compra. Una vez adquiridas, las armas de fuego y las municiones se transportan a Florida, donde se ocultan y se envían a este país.

Los envíos se pueden ensamblar y entregar en contenedores directamente desde los puertos del sur de Florida, con artículos ocultos en productos de consumo, electrónicos, forros de ropa, alimentos congelados e incluso en los cascos de los buques de carga.

Una laguna administrativa permite que los envíos con manifiestos escritos a mano por valor de menos de dos mil 500 dólares pasen por alto la inspección.

Los controles de exportación son escasos, y la gran mayoría de los contenedores del sur de Florida con destino a Haití permanecen sin inspeccionar, según el informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, citado por Le Nouvelliste.

Los Servicios de Investigación de Seguridad Nacional de Estados Unidos incautaron más de 23 mil armas destinadas a Haití en lo que va de año, con valor total de más de un millón de dólares estadounidenses.

arb/joe

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