Por Víctor Osorio*

Colaborador de Prensa Latina

Las primarias se llevarán a cabo el domingo 29 de junio. Es importante destacar que estas primarias son solo para el pacto del oficialismo progresista “Unidad por Chile”, ya que los partidos de la oposición de derecha y extrema derecha no lograron llegar a los acuerdos necesarios para realizar las suyas propias.

Las elecciones generales en Chile están programadas para el 16 de noviembre. Como se sabe, el presidente actual, Gabriel Boric, no puede postularse para un segundo mandato consecutivo.

La persona que resulte ganadora en las primarias deberá ser respaldada como candidatura única de los ocho partidos que concurrieron a suscribir el pacto político legal “Unidad por Chile”. En este sentido, el resultado es vinculante para todos.

LAS CANDIDATURAS EN COMPETENCIA

Los candidatos que compiten en estas primarias son, conforme al orden del voto que fue sorteado en el Servicio Electoral:

–Gonzalo Winter: Frente Amplio. El Frente Amplio es un partido progresista y reformista que resultó de una fusión legal, en 2024, de los partidos Convergencia Social y Revolución Democrática.

En sus inicios, en 2017, fue una coalición política establecida por un numeroso conjunto de partidos y movimientos, que fueron desertando en la medida que se debilitó su promesa inicial de ser una tercera alternativa a lo que llamaban duopolio de la derecha y la Concertación.

El presidente Gabriel Boric integra el Frente Amplio desde su génesis, en un camino que recorrió con el diputado y abogado Winter, quien ha tenido una destacada labor en la Cámara Baja y una participación activa en el debate público.

–Jeannette Jara: Partido Comunista. Es la candidata del Partido Comunista de Chile, la más antigua colectividad de izquierda del país, desde que fue fundado como Partido Obrero Socialista (POS) en 1912.

Jara fue ministra del Trabajo Social y Seguridad Social del Gobierno de Boric, con un destacado desempeño expresado en logros como la reforma al sistema de pensiones. Además, fue subsecretaria de Previsión Social en la Administración de Michelle Bachelet.

Su carrera de servicio comenzó en 1997 cuando fue presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Santiago. Su candidatura también la apoya el partido Acción Humanista, una escisión del Partido Humanista, constituido en 2020.

–Carolina Tohá: Partido por la Democracia. Su candidatura fue levantada por el Partido por la Democracia (PPD), colectividad reformista moderada, luego que renunciara a ministra del Interior del Gobierno de Boric.

Es hija de José Tohá, ministro de Salvador Allende asesinado por la dictadura. Ha tenido amplia trayectoria como diputada, ministra secretaria general de Gobierno de la presidenta Bachelet y alcaldesa de Santiago.

Su candidatura es respaldada además por los Partidos Socialista, Radical y Liberal. Aunque no es parte del pacto, también recibió el apoyo de la Democracia Cristiana. Por ello, se estima que su postulación expresa lo que fue la Concertación, coalición que gobernó en la transición pactada.

–Jaime Mulet: Federación Regionalista Verde Social. Es el único candidato que proviene de una región de Chile, en coherencia con la postura territorialista o descentralizadora de su partido, que ha sido un énfasis de su campaña. También es el único postulante que reivindica una posición ecologista o verde.

Ha sido diputado en varios períodos con una participación legislatura destacada, con proyectos como el primer retiro del 10 por ciento de las AFP para socorrer a las familias encerradas en la pandemia o como el royalt y a la industria minera, el que ha permitido distribuir recursos a los territorios del país.

Mulet es el único candidatura que se reivindica humanista cristiano. La Federación Regionalista Verde Social nació en 2017 y ha experimentado un relevante crecimiento a lo largo de los años.

LOS PRONÓSTICOS

Es importante recordar que el plazo para inscribir candidaturas de manera oficial ante el Servicio Electoral finaliza el 18 de agosto de 2025, por lo que la lista definitiva de candidatos se conocerá después de esa fecha.

Una de las interrogantes del escenario electoral del próximo domingo es la cantidad de personas que votarán. Ello es especialmente relevante, puesto que se procederá con voto voluntario, a diferencia de las elecciones de noviembre, en que el sufragio será obligatorio.

En las primarias, por otra parte, pueden votar las personas afiliadas a los partidos del pacto, todos legalmente constituidos, y las personas que no registren afiliación partidaria.

Es decir, la primaria develará la efectiva fuerza del campo progresista.

Por lo que, mientras mayor sea el número de participantes, más crece la probabilidad de que el progresismo tenga alguna posibilidad de competir y vencer a las candidaturas de la derecha y la extrema derecha.

Un dato para considerar son los resultados de similares procesos en la historia reciente del país. En las primarias presidenciales de la Nueva Mayoría en Chile de 2013, en que se impuso Michelle Bachelet, votaron 2.142.070 personas.

Esa coalición agrupaba a las fuerzas de la Concertación, con el Partido Comunista, la Izquierda Ciudadana (IC) y el Movimiento Amplio Social (MAS). Esas dos últimas colectividades dejaron de existir y su continuidad puede ser rastreada en la Federación Regionalista Verde Social.

En las primarias de Apruebo Dignidad de 2021, en las que Gabriel Boric resultó ganador, votaron 1.750.889 personas. Esa coalición fue resultado de la articulación del Frente Amplio, cuando aún era una unidad de partidos diferentes, y de Chile Digno, que en lo fundamental era la convergencia de comunistas y regionalistas verdes. En esa oportunidad, el grueso de los partidos que hoy respaldan a Carolina Tohá no participó en esta primaria y optaron por realizar una consulta ciudadana sin regulación legal. Por ello, se especula que la cantidad de votantes debiera ser mayor a los que se movilizaron para la primaria de Apruebo Dignidad.

Es imposible predecir el resultado exacto de las primarias. En comicios anteriores en el país ya se ha demostrado que las encuestas no son una predicción fiable del desenlace electoral.

De hecho, esos sondeos pueden ser un factor de desmovilización, porque la casi totalidad de ellos colocan en primera y segunda posición para la elección presidencial a los candidatos de la derecha y la extrema derecha, Evelyn Matthei y José Antonio Kast, respectivamente. Incluso se especula que los números indican que ambos podrían pasar a la segunda vuelta, en un hecho sin precedentes.

La desesperanza asociada a la idea de la inevitabilidad de un triunfo de los conservadores es una variable de desmovilización, que es el primer fenómeno que el progresismo está llamado a derrotar en sus primarias.

arb/VO

*Periodista, escritor y académico chileno. Fue ministro de Estado (2014-2016) en el segundo Gobierno de la presidenta Michelle Bachelet.