lunes 3 de marzo de 2025

Usaid vs. Cuba, fábrica de subversión (+Fotos)

Washington (Prensa Latina) La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) ha servido para fomentar oposición ficticia, para fabricar disidencia, para estimular actos de protesta en determinados países, como es el caso de Cuba.

Texto y Fotos: Deisy Francis Mexidor

Corresponsal jefa en Estados Unidos

Así expresó en una entrevista concedida a Prensa Latina en esta capital el viceministro de Relaciones Exteriores Carlos Fernández de Cossío, al responder a una pregunta sobre el eventual desmantelamiento de la agencia a raíz de la actual cruzada del presidente Donald Trump y Elon Musk por reducir el gasto federal.

La Usaid se creó como un aparato de la política exterior de Estados Unidos, que fue concebida formalmente -dijo- como una agencia por cuya vía canalizar ayuda exterior de Estados Unidos directa a países, teóricamente para programas de desarrollo.

De esa manera surgió (en 1961) “y no puede ponerse en duda que hayan existido algunos de estos programas con beneficios para algunos de estos países en términos de transferencias de recursos y transferencias de tecnologías”, acotó.

Pero la Usaid también se ha utilizado por el Gobierno de los Estados Unidos para canalizar fondos con fines subversivos, con fines de agresión contra países del Tercer Mundo con cuyos gobiernos discrepa, subrayó el viceministro Fernández de Cossío.

Se ha empleado para fomentar oposición ficticia, para fabricar disidencia, para estimular actos de protesta, actos de disidencia en determinados países y ese ha sido, por supuesto, el caso de Cuba”, afirmó.

El número de organizaciones y de grupos adversarios a Cuba con fines contrarrevolucionarios, con fines subversivos contra el país que ha financiado la Usaid son decenas, añadió.

Esos fondos se canalizan -puntualizó- “por vías directas o por vías de financiamiento que termina en la NED (Fundación Nacional para la Democracia) y otras tapaderas o fachadas de los servicios especiales de Estados Unidos”.

Entonces, ¿hasta qué punto desaparecerá una agencia señalada por años como un brazo de la CIA y un canalizador de fondos del Gobierno de Estados Unidos para la subversión en países que les resulten incómodos?, insistió Prensa Latina.

“Uno podría suponer que con el cierre de la Usaid y el hecho de que esta institución desaparezca, esos fondos vayan a desaparecer también para estas organizaciones contrarrevolucionarias, subversivas, que desempeñan un papel mercenario contra Cuba”, opinó Fernández de Cossío.

Lo que sucede es que el propósito estadounidense agresivo contra Cuba no ha cesado -recalcó. “Y, por tanto, es lógico suponer que el Departamento de Estado, su secretario de Estado vaya a asegurar poder canalizar fondos de este tipo para los mismos propósitos”, agregó.

Apuntó que “sería ingenuo suponer que el Gobierno de Estados Unidos va a dejar huérfanas a aquellas organizaciones que han existido solo y ha sido posible que existan solo porque ha existido financiamiento constante del Gobierno de los Estados Unidos”.

Además, debe recordarse que hay muchas fortunas personales y colectivas que se han creado en Estados Unidos que han sido financiadas por el contribuyente estadounidense a partir de fondos canalizados a través de la Usaid, argumentó.

Comentó que entre las organizaciones beneficiarias o que han recibido esta ayuda del Gobierno de los Estados Unidos a través de la Usaid o este financiamiento para su subsistencia están organizaciones supuestamente independientes de noticias, lo que ellos llaman medios de noticias independientes de los Estados Unidos.

“No tienen nada de independientes y lo han demostrado ahora cuando se han quejado o han expresado preocupación por perder financiamiento de un gobierno”, subrayó el viceministro de Relaciones Exteriores.

Por tanto, es una demostración de que la agencia, además del papel que pudo haber cumplido en ayudar en materia de desarrollo y el programa de desarrollo económico de algunos países, ha desempeñado un papel político en la agenda subversiva de Estados Unidos en múltiples países, como el caso de Cuba, enfatizó.

El desaparecido investigador cubano Manuel Hevia calificó en su momento a la Usaid como “uno de los pilares de la subversión anticubana y financista principal de la contrarrevolución” en la isla.

A modo de ejemplo, está la implementación en la década de los ’90 del pasado siglo del Programa Cuba, que nació durante el llamado Período Especial tras la caída del campo socialista y la desintegración de la Unión Soviética.

A través de ese programa de la Usaid -solo entre 1998 y 1999- se emplearon seis millones de dólares para la ejecución de cientos de operaciones ilegales de financiamiento de grupos mercenarios y según documentó entre los años fiscales 2001 y 2006, la agencia asignó contra Cuba 61 millones de dólares para unos 142 proyectos y actividades.

El periodista estadounidense Tracey Eaton aseguró en una publicación en 2021 que la Usaid y el Departamento de Estado han ayudado a financiar la llamada oposición interna en Cuba durante décadas.

EEUU-CUBA, LOS CUATRO AÑOS QUE SIGUEN

A una pregunta sobre las implicaciones de una segunda administración de Donald Trump en la Casa Blanca, el vicecanciller Fernández de Cossío destacó que “la política declarada del equipo de política exterior del gobierno actual de Estados Unidos es agresiva”.

Apenas regresó a la Casa Blanca el pasado 20 de enero, el presidente Trump retornó a Cuba a la lista unilateral de Estados patrocinadores del terrorismo y revirtió otras medidas, como la eliminación de la Lista de Entidades Restringidas, que en el ocaso de su mandato había adoptado su antecesor demócrata Joe Biden.

El 25 de febrero el Departamento de Estado amplió la restricción de visados a personas vinculadas con las misiones médicas cubanas en el extranjero.

Al refutar calumnias de esas medidas coercitivas, en un encuentro que sostuvo aquí Fernández de Cossío con representantes del sector afroamericano, apuntó que Cuba ha ofrecido servicios en todo el mundo que quizá ningún otro pueda igualar históricamente, en términos de servicios médicos, en términos de educación.

En este momento la isla tiene la presencia de servicios médicos en cerca de 70 países. “La mayoría de ellos están en África”, agregó al mencionar que también hay en el Caribe, Centroamérica, en naciones europeas y en lugares como Haití, donde se mantienen profesionales cubanos aun en condiciones muy difíciles y peligrosas.

Durante su diálogo con Prensa Latina, el alto funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores acotó: “Ellos mismos han dicho que el propósito que tienen es continuar presionando económicamente a Cuba, continuar creándole dificultades a la economía cubana y así provocar mayores aprietos, mayores problemas para el bienestar de los cubanos, para las condiciones de vida en el país”.

Ellos mismos lo han declarado y han amenazado con adoptar medidas adicionales, algunos dicen que son sin precedentes, añadió.

“Está por ver exactamente qué es lo que van a hacer, pero uno no debería asombrarse que tengan la voluntad y la capacidad de continuar castigando a la población cubana en su conjunto sobre la base de medidas económicas coercitivas, dirigidas a cerrar las fuentes de financiamiento de Cuba, los accesos a mercados, los accesos a tecnología”, argumentó.

Es algo -advirtió- que naturalmente es violatorio del derecho internacional, violatorio de la carta de la ONU, son actos agresivos que justamente condena el sistema de las Naciones Unidas.

El diplomático explicó que “por las declaraciones que tiene el aparato de política exterior de Estados Unidos con respecto a Cuba es difícil pensar que en el corto plazo pudiera haber una mejoría”, pero recordó que “Cuba ha transitado por periodos así en el pasado y no puede descartarse esa posibilidad”.

Sin embargo, “tendría que haber un cambio de actitud de parte del Gobierno de los Estados Unidos”, expresó al insistir que “de parte de Cuba nosotros hemos sido consistentes a lo largo de la historia de la Revolución”.

Reiteró el viceministro de Relaciones Exteriores que “tenemos la disposición de sostener con Estados Unidos una relación respetuosa, que sea constructiva y que sea beneficiosa para ambos países”.

“Naturalmente -enfatizó- respetando siempre los derechos soberanos de cada parte y nosotros con mucha firmeza defendiendo los derechos soberanos de Cuba”.

Estamos seguros -concluyó el vicecanciller- que de construirse una relación así sería beneficiosa para ambos países y que las diferencias que tenemos podrán tratarse de manera respetuosa, de manera civilizada y por la vía del diálogo como hace Cuba con todos los países del mundo en lo que Estados Unidos es la excepción.

arb/dfm

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