Por Teyuné Díaz Díaz
Jefe de la Redacción de Economía, Prensa Latina
FotosPL: Panchito GL
Solo 19 años tenía García cuando en 1959, quiso la casualidad que se encontrara con el líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro, cuando realizaba una visita a la zona de Viñales -occidental provincia de Pinar del Río- y el dirigente lo llamara para darle lo que sería la tarea de su vida, pertenecer a la brigada de pintores del mural.
En entrevista con Prensa Latina, García explicó que Fidel se encontraba junto a un grupo de artistas e intelectuales, como Celia Sánchez, combatiente de la Sierra Maestra; Alicia Alonso, primera bailarina absoluta de Cuba; Antonio Nuñez Rodríguez, prominente investigador y, además, el muralista Leovigildo González, discípulo del afamado pintor mexicano Diego Rivera.
Fidel me llamó y me abrazó, yo nunca lo había visto, recordó, mientras repasaba las antiguas fotos que reproducen cómo fue aquel proceso y que están expuestas en el restaurante al costado del Mural.
Narra García que Fidel le dijo “llegaste a tiempo muchacho porque vamos a hacer en esta zona un mural, ¿Un mural, y qué es eso? Un mural, ya lo vas a ver y espero que trabajes con nosotros”, respondió el líder cubano a la pregunta de aquel muchacho que no dudo en aceptar la oferta.
El Mural de la prehistoria, es una pintura sobre la pared de un mogote que narra la evolución de la vida en ese lugar a partir de los materiales fósiles encontrados, su ejecución la llevó a cabo una brigada de 10 hombres bajo la guía del telescopio del artista Leovigildo González.
UN PEDAZO DE MÍ
Fue así, como por esos azahares del destino García llegó a trabajar en el Mural que luego se convertiría la obra de su vida como lo definió.
El trabajo no fue sencillo, primero hubo que desbrozar la maleza existente y preparar el área que fungiría como lienzo para la gigantesca pintura, elaborada de forma tal que se lee de izquierda a derecha para interpretar el pasar de los años.
Primeramente, aparecen representados los fósiles en forma de caracol, denominados amonites; después reptiles gigantes marinos del periodo Jurásico; le siguen los dinosaurios y, finalmente, la evolución hacia el hombre.
Expertos en el área explican que en pintura se utilizaron los colores primarios –más el verde, blanco y negro– y al observarse de cerca se aprecian unas líneas casi paralelas, cuya función es evitar la distorsión de la imagen, de manera tal que los espectadores aprecian el dibujo de forma plana desde cualquier ángulo.
Visto así, la obra parece sencilla, pero tardó seis años y medio en concluirse, la parte más compleja fue la pintura, comentó García mientras miraba el mural.
“Es muy complicado, fue pintado a rayitas, con un pincelito”, precisó y comentó “fíjate, eso fue lo que nos llevó más tiempo para terminar el mural”.
Luego de terminar con la pintura García continuó en la brigada hasta llegar a ser jefe, pero siempre trabajando al pie de la obra, pintando con los arneses puestos, y dándole ánimo sus trabajadores, pues la tarea es dura.
Tanto es así, confesó a esta agencia, que fue el trabajo más duro realizado durante su longeva vida.
Durante la conversación no faltaron las anécdotas, enormes piedras que fue necesario mover a golpe de palancas de maderas, labores tan fuertes que hasta un accidentado hubo, según recuerda García.
Aquí hice mi vida, tuve mis hijos, y voy a morir pensando que soy un pedazo de la historia del Mural, tanto es así que, incluso, vive en una de las pocas casas cercanas al lugar.
ALGUNOS DATOS
El Mural de la Prehistoria tiene 120 metros de altura y 160 de ancho, se realizó en una pared vertical del mogote Pita y representa el pasado biogeológico de esa región, considerada una de las tierras más antiguas del Caribe.
Justo en ese sitio hay otro suceso de la historia reciente, se trata del impacto de un meteorito el 1 de febrero de 2019, del cual aún se conservan, como atracciones turísticas huellas de los estragos en los techos de un local cercano y de la casa de un campesino.
Entre las curiosidades del suceso figuran que la caída del cuerpo celeste coincidió con el aniversario 18 de la creación del Parque Nacional Viñales, y fue un recordatorio que en la zona se conserva el registro más completo del gran meteorito del límite periodo cretácico-paleógeno y que dio origen a la extinción de los dinosaurios en la Tierra.
Hoy, el Mural tiene en su cercanía un centro turístico para los visitantes y el campismo Dos Hermanas, y por supuesto, una parte de Víctor García, el único sobreviviente de los primeros pintores del Mural de la prehistoria.
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