Por Moisés Pérez Mok
Corresponsal jefe en Vietnam
Según la experta, junto a Filipinas, Indonesia, la India y Tailandia, esta nación indochina despierta gran interés para las cadenas de suministro globales al disponer de una gran fuerza laboral y representar mercados de consumo potenciales, lo que ofrece oportunidades de expansión tanto nacional como internacional.
Esos países, acotó, reconocen la importancia de invertir en capital humano y también están destinando y atrayendo recursos, propios y foráneos, para proyectos de infraestructura en áreas como transporte, comunicaciones, energía y redes digitales, así como llevan adelante políticas industriales para hacer crecer sectores claves.
Los resultados están hoy a la vista en Vietnam, que luego de cerrar un fructífero primer semestre contemplan la posibilidad de concluir el año 2024 con un crecimiento económico superior a lo previsto.
En su sexto período ordinario de sesiones la Asamblea Nacional (Parlamento) fijó como objetivo para este año lograr un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de entre seis y 6,5 por ciento en el cual la proporción de la industria procesadora y manufacturera sería de entre 24,1 y 24,2 puntos porcentuales.
Un propósito superior a los resultados de 2023, cuando el PIB creció un 5,05 por ciento, por debajo de la meta establecida, pero en un nivel alto en comparación con el resto del mundo y la región, y la escala de la economía alcanzó los 430 mil millones de dólares, con lo cual Vietnam entró en el grupo de países de clase media alta.
Hoy los especialistas coinciden en manejar dos probables escenarios: en el primero, según el Ministerio de Planificación e Inversiones, el PIB aumentaría un 6,5 por ciento gracias a un idéntico crecimiento en el tercer trimestre del año, que en el cuarto y último aumentaría a 6,6 puntos porcentuales.
En el segundo caso, la economía podría superar todos los pronósticos y expandirse un siete por ciento, con tasas de crecimiento de 7,4 y 7,6 por ciento en los dos últimos trimestres del curso.
Un pronóstico similar emitió el Instituto Central de Gestión Económica, según el cual en el primer supuesto el crecimiento del PIB sería de 6,55 puntos porcentuales y en el segundo aumentaría hasta un 6,95 por ciento.
De acuerdo con expertos de esa institución, el primer escenario se basa en la suposición de que los factores económicos mundiales se mantengan estables, así como las políticas actuales de Vietnam.
Mientras la segunda hipótesis se sustenta en que el contexto económico internacional registre más cambios positivos, entre ellos un rápido crecimiento, mayor inversión en el sudeste asiático, recuperación de la cadena de suministro global y un giro positivo de la inversión hacia la transformación digital y verde.
MEJOR DE LO ESPERADO
Para la economía vietnamita el primer semestre de 2024 trajo resultados mejor de lo esperado al recuperarse, en términos generales, en los niveles anteriores a la pandemia de Covid-19, crecer un 6,42 por ciento (mucho más que el 3,84 registrado en igual etapa del pasado año), y conseguir más de 11,6 mil millones de dólares de superávit comercial.
Los sectores de servicios y turismo también vienen recuperándose con fuerza, tal y como lo evidencia el hecho que las ventas minoristas totales de bienes y los ingresos por servicios al consumidor crecieran un 8,6 por ciento, y el número de turistas internacionales atendidos superó los 8,8 millones para un alza interanual del 58,4 por ciento.
Sin embargo, y según alertó el ministro y titular de la Oficina del Gobierno, Tran Van Son, existen todavía ciertos desafíos que deben abordarse como la presión inflacionaria, los obstáculos a la producción y los negocios en algunas áreas, la demora en eliminar trabas en el mercado inmobiliario y el lento desembolso de la inversión pública.
Con relación a esto último, y de acuerdo con la Oficina General de Estadísticas, el desembolso de inversión pública del presupuesto estatal durante los primeros cinco meses del año se estimó en 7,5 mil millones de dólares, equivalente a un 26,6 por ciento de la meta anual y un cinco por ciento superior al mismo periodo del año pasado.
De esa suma, la financiación gestionada por el Gobierno se calculó en 1,28 mil millones de billetes verdes, lo cual representa un cumplimiento de un 29,3 por ciento del plan del año y una disminución interanual de 2,6 puntos porcentuales.
En una reciente reunión, el jefe del Gobierno vietnamita, Pham Minh Chinh, reclamó mayores esfuerzos para alcanzar una tasa de crecimiento económico del 6,5 al 7 por ciento en el tercer trimestre, con el fin de asegurar los mejores resultados posibles para todo el año.
El primer ministro insistió en que deben priorizarse además el mantenimiento de la estabilidad macroeconómica, el control de la inflación y garantizar los principales equilibrios económicos, para lo cual es necesario aplicar una política fiscal razonable y en correspondencia con una política monetaria proactiva, flexible, oportuna y eficiente.
También es importante, dijo, reforzar la disciplina financier, mejorar la gestión de la recaudación presupuestaria, recortar el gasto del presupuesto estatal, eximir, reducir y ampliar los plazos de pago de impuestos, tasas y derechos de uso del suelo, y eliminar obstáculos para facilitar los mercados inmobiliario, de bonos corporativos y de valores.
RESERVAS POR EXPLOTAR
Si bien la balanza comercial se mantiene favorable a Vietnam con un multimillonario saldo superavitario, la nación indochina cuenta en este sector con notables reservas aun por explotar.
En el recién finalizado séptimo periodo de sesiones del Parlamento vietnamita el viceprimer ministro Tran Hong Ha manifesto que los beneficios obtenidos de los 16 Tratados de Libre Comercio (TLC) a los que Vietnam se ha adherido todavía no cumplen con las expectativas.
Para revertir esa situación, señaló Hong Ha, resulta necesario intensificar la difusión de información sobre los mercados, así como los entornos legales de los signatarios, construir una base de datos nacional para apoyar a las empresas, y crear barreras técnicas para proteger a las mismas, así como a los productos nacionales.
En cuanto a la atracción de inversión extranjera directa (IED), el alto funcionario gubernamental opinó que deben existir criterios más estrictos (para la aprobación de las mismas) junto con el compromiso de transferir tecnología a las empresas vietnamitas.
El más reciente informe de la Agencia de Inversión Extranjera, adscripta al Ministerio de Planificación e Inversiones, reveló que en el primer semestre de 2024 Vietnam captò IED por casi 15,2 mil millones de dólares, un aumento superior a un 13 por ciento en comparación con igual período del pasado año.
El desembolso de la inversión foránea en ese mismo lapso llegó a casi 10 mil 840 millones de dólares, logrando un aumento interanual de 8,2 puntos porcentuales, una cifra récord para los últimos cinco años.
Con relación a la IED, la propia directora ejecutiva del Asia Business Council, Janet Pau, consideró que los mencionados cinco pequeños dragones asiáticos, entre ellos Vietnam, enfrentan el dilema de tener el deseo de atraer inversión extranjera, pero no quieren que esta desplace a las empresas y los empleos nacionales.
Las cinco economías, valoró, tienen la oportunidad de trazar caminos de crecimiento que fomenten una mayor digitalización, sostenibilidad e inclusión, por lo cual deberían priorizar las iniciativas para crear empleos verdes y empleos digitales en aras de satisfacer las necesidades de sus fuerzas laborales jóvenes, cada vez más educadas y exigentes.
Además, están en la necesidad de adoptar medidas sostenibles y garantizar que sus economías sigan creciendo mientras luchan contra los efectos adversos del cambio climático y los desastres naturales, subrayó.
arc/mpm
