jueves 26 de diciembre de 2024
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Retos y deudas económicas pendientes en Cuba

La Habana (Prensa Latina) Cuba estuvo sometida a una tensa situación económica en 2024, agravada por factores externos e internos que limitaron el alcance de las proyecciones de Gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía.

Por Teyuné Díaz Díaz

Jefa de la Redacción Economía

Sobre los avances y retrocesos en la ejecución de esas proyecciones gubernamentales, durante el IV Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento) en su X Legislatura, el primer ministro, Manuel Marrero, al rendir cuenta reconoció la insatisfacción en el cumplimento del plan.

A un año de su implementación, no se logró avanzar en los aspectos de mayor impacto para el pueblo, aunque se muestren discretos resultados, reafirmó.

Mencionó entre los elementos fundamentales, al persistente bloqueo con sus prácticas de persecución y presiones financieras como el principal obstáculo en la actualización y perfeccionamiento del modelo económico y social cubano de desarrollo socialista, unido al paso de dos huracanes y dos sismos.

Eventos, añadió, que requirieron destinar recursos materiales y financieros para la recuperación, lo cual conllevó a rediseñar las estrategias pautadas.

Al abordar el programa de estabilización macroeconómica, el jefe de Gobierno señaló que “se dificulta avanzar” y que “hay variables que imponen retos a la actividad del Gobierno”, entre ellas, el reordenamiento y protección de los flujos financieros externos, el nuevo mecanismo de asignación de las divisas, la dolarización parcial de la economía y la intervención del mercado cambiario.

Esto, unido a la eliminación de los subsidios a productos, la política de precios, el empleo del swap de deudas y de activos para la obtención de financiamientos y negociaciones de deudas, y la libre contratación de personal en la inversión extranjera, enumeró.

Medidas complejas por las profundas transformaciones que se desprenden de su implementación, aseveró.

No obstante, subrayó que existen muchas reservas y capacidades por desarrollar en el logro de los objetivos y acciones proyectadas; pero se requiere de mayor coordinación, dinamismo, resolución y objetividad en la construcción de los modelos, identificación de riesgos, consecuencias y de medidas que mitiguen los impactos negativos en el pueblo.

RETOS DE LA RECUPERACIÓN

En medio de las previsibles complejidades económicas futuras, el ministro de Economía y Planificación, Joaquín Alonso Vázquez, anunció ante el Parlamento que Cuba proyecta un crecimiento del 1,0 por ciento en el producto interno bruto (PIB) para 2025.

Estas proyecciones se encuentran basadas en la recuperación del sector turístico, el aumento de ingresos por exportaciones claves y la revitalización de actividades productivas como la agricultura y la industria, así como por la estabilización del sistema electroenergético y las mejoras en el balance de combustibles, argumentó.

Sobre el desempeño económico de 2024, Alonso añadió a los desafíos enumerados por el primer ministro la crisis económica global, la inflación internacional y el efecto residual de la pandemia de Covid-19, factores a los que se suman la baja captación de ingresos en divisas y el elevado endeudamiento.

Las exportaciones de bienes solo alcanzaron el 92,5 por ciento, mientras los servicios lograron el 101,6 por ciento (principalmente gracias a los servicios médicos). Tampoco las producciones agropecuarias cumplieron con las expectativas, especialmente en viandas, carnes y hortalizas.

En cuanto a las importaciones, estas se limitaron al 82,4 por ciento, centradas en alimentos y medicinas, indicó Alonso.

Añadió que en el balance energético, se observó una disminución en la generación eléctrica debido a la falta de capacidad y de combustibles, con perjuicios para el rendimiento económico. Durante 2024, la producción de acero fue nula, el cemento alcanzó solo el 43,2 por ciento de lo esperado y la producción de madera quedó en 17,6 por ciento.

Dada la importancia de las afectaciones que ocasiona la inestabilidad de la generación eléctrica, el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O, presentó en el Parlamento el Programa de gobierno para la recuperación del Sistema Electroenergético Nacional (SEN).

De la O explicó que el objetivo general del Programa prevé la recuperación del SEN en el menor tiempo posible, lograr su crecimiento acelerado y sostenibilidad para satisfacer la demanda de la economía y la población. Todo con un enfoque de transición y soberanía energética, y uso eficiente y racional de la energía.

De acuerdo con el titular de Energía y Minas, el Programa es un sistema de trabajo continuo que diseña el camino hacia una generación de electricidad y suministros de combustibles que no solo satisfagan la demanda actual, sino que permitan el desarrollo de la economía y el acceso de todo el pueblo, las 24 horas del día, al servicio eléctrico.

Otro de los múltiples reclamos pendientes de la población es la inflación que a juicio del ministro de Economía se estima que continuará su tendencia a la baja, con proyecciones de entre el 25 por ciento y el 30 por ciento para 2025, aún elevada.

Pese a todos los problemas existentes, Marrero indicó que actualmente, uno los principales impactos en el proyecto para la estabilización macroeconómica se concentra en la implementación de las políticas fiscales, de precios y monetaria, con efecto favorable en la ejecución del Presupuesto del Estado 2024.

Uno de los resultados es la ralentización en el ritmo del crecimiento del dinero en circulación.

Al presentar el Presupuesto para 2025, el ministro de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro, indicó que “los ingresos tributarios crecen en sí mismos en la estructura de los ingresos en un 20 por ciento y van a representar el 68 por ciento del total de los ingresos”, valor superior a la ejecución de años anteriores y al estimado de 2024.

Ello permite confirmar la recuperación y la sostenibilidad del sistema tributario como principal fuente de ingresos del Presupuesto del Estado, sostuvo y añadió que los aportes ascenderán a poco más de 60 mil millones de pesos en 2025.

Añadió que el Presupuesto del Estado priorizará la satisfacción de los servicios básicos para la población, aborda los desafíos demográficos y rurales, al tiempo que ofrece protección a las comunidades vulnerables.

También busca impulsar la recuperación de la actividad económica en sectores primarios y estratégicos, así como la mejoría gradual del sistema empresarial, actor esencial en el modelo económico cubano.

El 2025 puede ser un año de mayores desafíos, sentenció Marrero en su discurso, es de esperar más bloqueo recrudecido y más sanciones, y con ello más ataques de los enemigos que utilizando las redes sociales instan a fragmentar la unidad.

“Nosotros, con el ejemplo de los líderes históricos y bajo la guía del Partido, continuaremos combatiendo por la Revolución, junto a nuestro Pueblo, seguros de que saldremos adelante”, concluyó.

arb/tdd

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