lunes 20 de enero de 2025
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Partidos en El Salvador enfrentan probable desaparición

San Salvador (Prensa Latina) Los partidos políticos de oposición en El Salvador, tanto de derecha como de izquierda, enfrentan un escabroso camino hacia las elecciones de 2027 para diputados y alcaldes.

Por Luis Beatón

Corresponsal jefe en El Salvador

Así se aprecia en un país donde el partido en el gobierno, Nuevas Ideas (NI), consolida posiciones con un presidente, Nayib Bukele, que goza de gran popularidad entre la población, según encuestas.

Pese a que algunos lo tildan de manipulador, de gobernar con “mucho circo y muchas luces”, el 56.1 por ciento de la población manifestó tenerle mucha confianza a su desempeño.

Ese guarismo fue reflejado por la última consulta, en diciembre de 2024, del Instituto Universitario de Opinión Pública (Iudop), de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) que, además, encontró que Bukele recibe una aprobación de su desempeño de un 8.3 de calificación en una tabla de 10.

Estos números son un desafío para los partidos de oposición, el derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), y la formación de izquierda Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), ambos con serias contradicciones en lo interno de sus estructuras.

Ya el Tribunal Supremo Electoral (TSE) que encabeza la magistrada presidenta, Roxana Soriano, puesta por NI, inició la planificación de las elecciones municipales y legislativas de 2027.

Si no hay modificaciones en las leyes, en esos comicios los salvadoreños deberán elegir 44 concejos municipales y 60 diputados de la Asamblea Legislativa, cuya integración domina ahora con mayoría absoluta de 54 el partido en el gobierno.

RECORRIDO DIFÍCIL

Desde el ente rector de los comicios ya se vislumbra que las agrupaciones enfrentarán un recorrido difícil para arrebatarle el poder a NI, aunque críticos señalan que los representantes de la agrupación cian, color que los identifica, no deben confiarse en la popularidad de Bukele.

Hasta ahora el mandatario parece intocable pero su entorno es blanco de críticas, tanto alcaldes como diputados, y, aunque será un proceso difícil, no es imposible que los legisladores sean víctimas de votos de castigo al aprobar leyes como la de Minería Metálica, la cual es adverada por amplios sectores sociales.

El escenario fue descrito por la consulta de la UCA, la cual mostró que los partidos Arena, FMLN y Vamos, que constituyen la oposición política, siguen con bajos niveles de preferencia entre la ciudadanía.

En la pesquisa los areneros, el partido tricolor, alcanzó el 1.9 por ciento de preferencia, el FMLN, el 1.5 y Vamos, el 0.2 por ciento. El primero y el último tienen representación en la presente legislatura (2024-2027).

El FMLN carece de representación en el legislativo tras su derrota electoral en los comicios del 4 de febrero de 2024 donde, pese a ganar el segundo lugar en número de votos, no alcanzó diputados ni alcaldes, por lo cual ahora marcha cuesta arriba para recomponer estructuras y ganar el favor del pueblo, que una vez tuvo como alternativa a Arena.

NI se confirma como el partido de mayor preferencia política con el 32 por ciento, en momentos en que la encuesta descubrió un campo para trabajar. El 61.5 por ciento de los entrevistados indicó que ninguna organización política es de su preferencia.

En este escenario cabe mencionar un dato interesante abordado en el muestreo de la UCA: la población percibe algún nivel de corrupción -poca, alguna o mucha- en todas las instituciones del país.

La población atribuye corrupción a los partidos políticos con un 42.7 por ciento, más que el 28 hacia la Asamblea Legislativa y el 23.9 hacia las alcaldías.

ESCENARIO COMPLICADO

“El escenario se vuelve complicado para el FMLN, que es el partido más comprometido, puesto que han perdido un capital político sin precedentes, de modo que ya no tienen representación alguna en los organismos tomadores de decisión”, afirmó el analista político y docente Mauricio Rodríguez, en declaraciones citadas por el Diario El Salvador.

“Ellos están condenados a la desaparición”, dijo. Mientras, agregó, por el lado de Arena, que mantiene una representación de apenas dos diputados en el legislativo, la situación es muy parecida.

Sobre esta situación Juan Contreras, experto en temas electorales, opinó que una reingeniería tampoco es viable para los dos partidos tradicionales, ya que el tiempo y sus acciones generaron resultados irreversibles y están encaminados a la desaparición.

“Lo que estamos viendo son sus últimas elecciones, si no es en 2027, desaparecen en 2029. Eso matizando que pueden aparecer nuevas fuerzas políticas. Pero estamos hablando que Arena y FMLN tendrán entre tres u ocho años para que desaparezcan”, afirmó Contreras.

Por otra parte, el analista Francisco Góchez opinó que Arena nació como un proyecto para proteger los intereses de grupos oligárquicos, que finalmente perdieron el poder político en la elección presidencial de 2009.

Lo mejor que puede hacer Arena es entender que su ciclo ya pasó, hacer una asamblea nacional extraordinaria y con los dos tercios de los votos de los asistentes disolver el partido, remarcó.

Entre los problemas de la agrupación tricolor destacan contradicciones sobre fondos recibidos, cerca de 72 millones de dólares, que enfrentan a la diputada Marcela Villatoro y al presidente del Consejo Ejecutivo Nacional (Coena), Carlos García Saade.

La interrogante se mantiene luego que la organización Acción Ciudadana indicó que los partidos políticos recibieron 160 millones en financiamiento público y privado durante las últimas dos décadas, de los cuales solo Arena obtuvo al menos 72.6 millones, más de la mitad del total.

La polémica se intensificó luego que Villatoro exhortara a realizar la auditoría anunciada por García Saade, no solo a los “anteriores Coenas” sino también al “actual Coena”.

El pasado 7 de enero, García Saade anunció una auditoría a los fondos recibidos por el partido, pues afirmó que detectaron “deudas ficticias” en anteriores Coenas.

Esta y otras contradicciones muestran los serios problemas que enfrenta la derecha con falta de transparencia, la formación de grupos paralelos y de amenazar con expulsar del instituto a quienes critican la gestión de sus actuales dirigentes.

En comentarios de pasillos y en la calle, muchos salvadoreños se abstienen de mencionar a Bukele aunque sí arremeten contra diputados y alcaldes de la tolda cian, lo que pudiera convertir a El Salvador en un pantano que se traga, con el paso del tiempo, a agrupaciones cuyo desempeño no apoya el pueblo.

En este escenario hay que recordar que a inicios de febrero de 2024, cuando proclamó su victoria en las elecciones, Bukele dijo que la oposición “quedó pulverizada”.

“Sería la primera vez que existe un sistema de partido único en una democracia”, dijo el mandatario en esa ocasión, a lo que se suma que controla el parlamento, la justicia y el resto del aparato estatal.

Sin embargo, hay que considerar la encuesta de UCA, la cual encontró que el 61.5 por ciento de los preguntados indicó que ningún partido político es de su preferencia, lo cual quiere decir que si hay desencanto con el presidente “cool”, como se califica Bukele, aún otras agrupaciones tienen opciones válidas.

arb/lb

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