Por Jorge Petinaud Martínez (*)
Corresponsal jefe en Bolivia
“Sé que ustedes desean prosperidad, desarrollo, mejores empleos, más y mejores salarios, más salud y educación, lo mismo espera el pueblo brasileño, por eso, compañero Arce, hemos firmado estos acuerdos”, expresó el dignatario visitante en conferencia de prensa conjunta en Santa Cruz de la Sierra.
Consideró necesario dar oportunidad en el siglo XXI para que los países latinoamericanos no sean tratados como “en desarrollo o tercer mundistas” porque no cuentan con la misma tecnología de los desarrollados, pese a tener los recursos naturales que necesitan.
“Tenemos una agenda muy linda e interesante, no solamente hablar de gas, que lo vamos a hablar, porque es un producto que vamos a seguir explotando y produciendo y vendiendo, pero también hay otros temas (…)”, aseguró Arce en la conferencia de prensa conjunta con el líder
brasileño.
Mencionó entre otros rubros de colaboración “el litio, las sales minerales, fertilizantes, producción agroindustrial e industrial”.
Los dos países vecinos mantuvieron hasta el presente su relación sobre la base del gas, un recurso que se exporta al mercado brasileño.
Sin embargo, una vez identificadas las potencialidades y necesidades de los dos países fronterizos se decidió ampliar la base de relaciones entre ambos Estados en función de los intereses comunes de desarrollo y bienestar de sus habitantes. Durante las pláticas de Santa Cruz de la Sierra, se retomó el proyecto ferroviario de integración de los océanos Atlántico y Pacífico, impulsado por el Gobierno boliviano.
Arce destacó la importancia estratégica que representa para la mediterránea Bolivia el desafío de unir por vía férrea ambos océanos, abaratando costos y tiempos en el comercio marítimo.
“Bolivia es el enlace entre el Atlántico y el Pacífico. Bolivia forma parte de esta América Latina, de esta América del Sur, claramente somos un jugador importante para que todos nos podamos integrar”, enfatizó el mandatario.
Recordó que el ingreso al Mercosur convierte a Bolivia en el único país sudamericano que pertenece a este bloque integracionista y a la Comunidad Andina de Naciones, por lo que puede cumplir un importante papel como “bisagra” de la integración regional.
De acuerdo con Lula da Silva, lo acontecido en Santa Cruz de la Sierra, capital del departamento oriental boliviano, representa “una nueva era en las relaciones”.
Ambos Gobiernos pactaron 10 acuerdos. Uno se refiere a la cooperación para fortalecer la lucha contra la trata de personas, tráfico ilícito de migrantes y delitos conexos y el
otro se ocupa de la complementariedad en la cooperación técnica, científica y tecnológica para el proyecto de fortalecimiento en gestión migratoria.
El tercero prevé la cooperación técnica, científica y tecnológica para el proyecto de capacitación de personal encargado de la lucha contra el narcotráfico.
Muy útil para los ciudadanos de ambas partes resultará el Protocolo de Intención Sobre Acceso Recíproco a los Servicios Públicos de Salud.
A la esfera energética se refiere el memorándum de entendimiento para la modificación de la operación de la central hidroeléctrica de Jirau a cota 90 metros al igual que otro que prevé la integración eléctrica entre los sistemas interconectados de Bolivia y Brasil.
Las corporaciones estatales Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y del Litio Boliviano (YLB) se beneficiarán con la Tercera Adenda del Memorándum en materia energética y el Acuerdo de Cooperación para la Comercialización de Fertilizantes y Cloruro de Sodio, respectivamente.
Asimismo, la Empresa Siderúrgica del Mutún que se encuentra a más del 90 por ciento en su construcción y montaje y otras de la cartera de Minería y Metalurgia encuentran una importante oportunidad en la Carta de Intenciones sobre Comercialización e Industrialización de
Minerales Metálicos y no Metálicos.
Por último, la economía boliviana encuentra una importante inyección de oxígeno con el Memorándum de Entendimiento para la Exportación de Fertilizantes e Insumos Agrícolas, si se tiene en cuenta que el gigante sudamericano es el mayor importador de estos elementos en Sudamérica y Bolivia es un gran exportador.
En la conferencia de prensa conjunta, Lula da Silva aseguró que la riqueza que existe en Latinoamérica es necesaria y puede ser ofrecida al mundo para producir alimentos, minerales, pasar a una transición energética y otros, como piensan Bolivia y Brasil.
“A partir de ahora hemos decidido llamarnos por teléfono cada dos meses, cada vez que los ministros encuentren problemas se debe identificar y buscar soluciones”, indicó.
Los dos mandatarios acordaron evitar que una “mala gana burocrática” impida el avance de los proyectos, porque se está trabajando para lograr la integración marítima-férrea y que Bolivia
salga al Océano Pacífico y el Atlántico, y de esta manera abrir el continente al mundo y al desarrollo, según se informó.
“Yo quiero decir al hermano presidente de Bolivia que estamos empezando una nueva era en la relación Brasil-Bolivia”, sostuvo Lula. Como colofón, invitó al presidente Arce a la Cumbre del Grupo de las 20 economías más desarrolladas (G20), que sesionará en Río de Janeiro en noviembre de 2024.
En ese foro estarán presentes los líderes de esas 20 naciones más la Unión Africana y la Unión Europea. Igualmente, el mandatario visitante celebró la decisión de Bolivia de ser parte del grupo BRICS+ (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica más los incorporados en la Cumbre de Johannesburgo).
arc/jpm