Por Roberto F. Campos
De la redacción de Economía
Fotos: Roberto F. Campos (FotosPL)
Constituye sitio muy visitado, tanto por cubanos como por extranjeros, con muchos encantos, pues atrapa al peregrino con sus verdes extensiones y la naturaleza virginal que le rodea.
Cuba y en particular su región occidental, será sede del X Encuentro Iberoamericano de turismo rural, del 29 de septiembre al 5 de octubre próximo, con Las Terrazas en papel relevante.
El evento, organizado por el Ministerio de Turismo (Mintur) y la Agencia de Viajes Ecotur, facilitará intercambios de conocimientos, alianzas y el fomento del desarrollo sostenible en zonas rurales.
En la región occidental cubana y camino hacia Pinar del Rio, esta villa turística rural apoya el desarrollo sostenible.
Las Terrazas está ubicada a orillas del río San Juan, dentro de la Sierra del Rosario, en la provincia de Artemisa, y cuenta con una extensión de cinco mil hectáreas, y una población cercana a los mil habitantes.
Dicha comunidad surgió de un proyecto de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), dedicado a las reservas de la biosfera.
Iniciado en 1971 con el objetivo de vincular a las comunidades rurales y su entorno y la intención de detener una fuerte deforestación desde el periodo colonial, a causa de las minas de cobre cercanas, la silvicultura indiscriminada y las plantaciones cafetaleras.
Cuando la Unesco proclama a la Sierra del Rosario como Reserva de la Biosfera en 1985, y estar dentro de esa zona, comenzaron a proyectarse planes para la renovación y el desarrollo turístico.
En 1994, se creó oficialmente el Complejo Turístico Las Terrazas y se acomete la construcción de comodidades modernas y la transformación de la base económica con un traslado al sector de los servicios en especial el turismo ecológico de tipo sustentable.
De esa suerte incluso se construyó el hotel Moka, restaurantes, cafeterías, salas de rehabilitación y otras obras que mantienen en la actualidad sus moradores con un alto nivel de servicio y protección de la naturaleza.
Por la belleza del lugar se incorporan propuestas turísticas y culturales, pues este fue el hogar de un famoso cantante campesino, Polo Montañéz (1955-2002), otro de los atractivos para muchos visitantes, llegados desde varios rincones del Planeta.
También es un lugar para apreciar a los agricultores, su forma de vivir, sus tradiciones, para compartir con ellos esas experiencias, en un momento con el agroturismo de moda en el mundo.
El proyecto tiene mucha relación con Osmany Cienfuegos Gorriarán, quien murió a los 94 años el 17 de mayo de 2025 y en su momento fuera ministro de turismo.
Arquitecto de profesión, diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento), ocupó responsabilidades en la dirección del Estado.
Señalan los reportes oficiales que su impronta quedará por siempre en el área de la Reserva de la Biosfera Sierra del Rosario y en especial en la comunidad Las Terrazas.
Por encargo del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro (1926-2016), Cienfuegos Gorriarán estuvo al frente de los planes de reforestación en esa zona donde poco a poco reverdecieron los bosques y floreció la actividad turística en armonía con el medio ambiente.
De su surgimiento recuerdan que en 1971 aflora la pintoresca comunidad de Las Terrazas, con vistas a lograr el desarrollo auto-gestionable del territorio, y elevar la calidad de vida material y espiritual de sus habitantes.
Fue la segunda etapa de un proyecto iniciado en 1968, cuyo objetivo principal era la reforestación de cinco mil hectáreas, mejorar las condiciones de vida de la población dispersa en la zona y establecer vías de comunicación con la red nacional de carreteras.
Desde 1994, atendiendo a los atractivos geográficos y naturales, el área se transformó en un Complejo Turístico, orientado a la naturaleza y a la cultura, con una elevada demanda del turismo internacional.
Ello acarreó un compromiso, tanto de los residentes como de los visitantes, para garantizar la conservación, preservación y control de este lugar, así como el respeto a la sociedad y la cultura local.
Las Terrazas ofrece la posibilidad de internarse en los laberintos de una historia pasada, a través de un recorrido por ruinas de haciendas francesas, cuyos dueños huyeron de Haití a principios del siglo XIX y trasladaron sus conocimientos y prácticas del cultivo del café.
Cuenta con numerosos ríos que atraviesan la zona, entre ellos los más atractivos son el San Juan y el Bayate con pocetas naturales de aguas frescas y cristalinas.
El hotel Moka, de estilo colonial y exquisito confort, le hacen percibir el mundo de una manera diferente, brindando la posibilidad de disfrutar una experiencia única de mezcla con lo natural.
La Casa del lago situada a la orilla del San Juan es otro rincón para disfrutar ante la atmósfera de quietud que allí se respira.
A esas bondades le sirve de complemento la presencia de varios restaurantes que rinden culto a lo mejor de la comida criolla.
Prestan servicios el centro náutico, el centro de información al turista -Rancho Curujey- y el de investigaciones ecológicas, responsable de velar por la salud de los ecosistemas forestales.
En la comunidad hay una gran vida cultural y se hace más patente en la incesante actividad creadora de varios talleres de pintura, serigrafía, cerámica, madera y fibras vegetales. La zona goza de numerosos valores paisajísticos, cadenas montañosas y estrechos valles refrescados por ríos y arroyos con hermosos saltos de agua que se mezclan con profusos bosques siempre verdes de características semejantes a las selvas tropicales.
arc/rfc