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sábado 23 de noviembre de 2024
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La cuestión del combustible en Cuba, reajustes impostergables

La Habana (Prensa Latina) El actualización de los precios minoristas de los combustibles en Cuba forma parte de un programa de Gobierno para buscar solución a distorsiones estructurales y reimpulsar la economía, sustentó el ministro de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro.

Por Marìa Julia Mayoral

De la redacciòn de Economìa

Hoy comenzó la aplicación de tarifas más elevadas para la venta al por menor de gasolina y diésel, así como para los consumidores de electricidad por encima de los 500 kilowatts-hora (Kw-h) al mes.

Sin embargo, no hay cambios en los precios mayoristas de los carburantes que benefician a los transportistas privados de carga y pasajeros, con el propósito de evitar el encarecimiento de servicios a la población, aclaró el titular.

A escala nacional, están registrados más de cuatro millones de clientes eléctricos y solo un 2,7 por ciento consume más de 500 Kw-h como promedio anual, aunque la proporción sube a 5,7 por ciento en los meses de verano de julio y agosto.

Es decir, el incremento de la tarifa repercutirá en una porción minoritaria de los usuarios y el Estado tendrá que mantener importantes subsidios para el servicio de electricidad, precisò el ministro de Energía y Minas, Vicente La O Levy.

La modificación de precios, comentó, está sustentada en la necesidad de promover el ahorro, pues el sector residencial consume 63 por ciento del total de electricidad.

De acuerdo con ambos ministros, la actualización está en correspondencia con el encarecimiento de las importaciones por la crisis global derivada de la pandemia de la Covid-19, los conflictos geopolíticos que afectan el comercio internacional y los daños inherentes al bloqueo económico, financiero y comercial impuesto a la isla por el Gobierno de Estados Unidos.

Además, hace años que la expresión de los combustibles en términos de precios no estaba reconociendo los costos reales en los cuales incurre el país, ello condujo a la aplicación de elevados subsidios con dinero del Presupuesto del Estado para cubrir el diferencial, lo cual resulta insostenible, remarcó Regueiro.

Al decir de La O Levy, la situación con los combustibles es “extremadamente difícil”: Cuba, señaló, consume más de ocho millones de toneladas al año y apenas produce unos tres millones de toneladas de petróleo equivalente (crudo y gas).

Cinco millones de toneladas provienen de la importación, pero actualmente en condiciones adversas, porque disminuyeron suministros de socios tradicionales. Entonces, fue preciso encarar el déficit con adquisiciones más caras en el mercado internacional y el valor anual de la compra superó los dos mil millones de dólares, indicó.

En 2023, ejemplificó, la importación de gasolina ascendió a 203 mil toneladas por un monto superior a 390 millones de dólares y, pese al incremento en las erogaciones, no fue posible cubrir la demanda interna anual estimada en alrededor de 360 mil toneladas.

Mientras tanto, las importaciones de diésel bajaron mucho más; de 942 mil toneladas en 2021 a 814 mil en 2022 y a 609 mil toneladas el año pasado; eso acrecentó el desabastecimiento frente a la demanda planificada que, en 2023, fue de un millón 800 mil toneladas, detalló.

Es decir, en 2023 Cuba apenas pudo satisfacer una tercera parte de su necesidad de diésel para los distintos fines productivos y los servicios, en detrimento de cuestiones clave como la generación de electricidad, la agricultura y la actividad industrial.

El objetivo de la subida de las tarifas no es recaudar dinero, buscamos que los precios actúen también como un regulador del mercado. En particular, el Estado busca contener el incremento en la demanda de gasolina asociada a la devaluación de la moneda nacional, expresó La O Levy.

Al mismo tiempo, se decidió introducir el expendio en divisas de la gasolina y el diésel como una fuente de ingresos para financiar el reaprovisionamiento nacional de combustibles e incentivar la entrada de inversionistas extranjeros interesados en hacer negocios en el giro energético, detalló.

Sobre los aspectos prácticos, la vicepresidenta económica de la Corporación Cimex, Tania Danay Vives, corroboró que en la red de servicentros los pagos continuarán siendo exclusivamente a través de medios electrónicos.

También las nuevas medidas incluyen incentivos para distintos actores de la economía nacional; ahí sobresale la reciente reducción en un 50 por ciento de los aranceles aduaneros a las importaciones de materias primas, insumos y bienes intermedios, con destino a procesos productivos, con especial enfoque hacia la producción de alimentos y la producción agropecuaria.

El Gobierno aprobó igualmente aumentos salariales para estimular la permanencia de los profesionales en los sectores de la Salud y la Educación, cuyas prestaciones son conquistas fundamentales del pueblo cubano.

A fines de enero en una reunión del Consejo de Ministros, el presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, aseguró que la idea es avanzar con coherencia en la implementación de un grupo de transformaciones económicas y abordar la problemática social, ideológica y económica, con integralidad en los análisis.

Las medidas, reiteró, “son necesarias e impostergables, porque corrigen profundas distorsiones y desviaciones estructurales, que lastran el desempeño de la economía cubana”.

Una economía “no funciona a la medida de los deseos y necesidades de todos, pero el socialismo se propone que funcione para la mayoría”, aseveró el mandatario por la red social X.

arc/mjm

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