Por Oscar Redondo
Corresponsal jefe en Italia
Esa legislación, según fuentes parlamentarias, tiene entre sus fines promover tanto la innovación como la defensa de los derechos fundamentales para garantizar un uso ético, seguro y transparente de la IA, basado en el respeto a la dignidad humana, la protección de datos personales y la prevención de riesgos tanto sociales como económicos.
La necesidad de esta herramienta jurídica se evaluó en Italia, dado el hecho de que en este país los usuarios de IA suman ya más de 13 millones, cifra que representa 28 por ciento de los internautas de este país, mientras que el alcance de estas tecnologías creció un 31 por ciento este año y tiende a incrementarse.
Un informe elaborado por la oficina en esta nación europea de la compañía Comscore, especializada en estudios del mercado de Internet, apunta que el mayor número de personas que emplean aquí estas aplicaciones son personas menores de 34 años.
La pesquisa, realizada con el empleo de la herramienta My Metrix, resalta, entre los avances más significativos, el aumento del tiempo dedicado a esas plataformas, con un salto este año del 51,0 por ciento, lo que se evalúa como “una clara señal de la expansión e integración de la IA en los hábitos diarios”.
Entre los softwares más empleados sobresale ChatGPT, de la empresa estadounidense OpenAI, con un alza del 65 por ciento en el número de usuarios, hasta alcanzar los 11 millones de internautas, y con un aumento de 118 puntos porcentuales en el tiempo medio de uso.
Esa plataforma cuenta actualmente en Italia con un público objetivo compuesto por un 44,5 por ciento de jóvenes, cuyas edades oscilan de 15 a 24 años, así como 34,3 puntos porcentuales en el grupo etario de 25 a 34, con un ligero predominio del sexo femenino en un porcentaje de 51,9 puntos, indica el estudio.
En segundo lugar aparece Copilot, herramienta desarrollada por Microsoft con una base de usuarios compuesta en un 60,8 por ciento por personas mayores de 45 años, mientras que el tercer puesto lo ocupa la aplicación china DeepSeek, que alcanza los 308 mil internautas.
Ese informe certifica que, en los primeros cuatro meses de 2025, las interacciones generadas por contenido sobre IA también aumentaron de una manera importante, al superar en un 233 por ciento las cifras registradas en igual período del año anterior.
El experto Fabrizio Angelini, director ejecutivo de la empresa Sensemakers, con sede en la norteña ciudad de Milán, señaló que esos procesos de adopción de nuevas tecnologías, tras una fase inicial impulsada por innovadores y expertos, “alcanzan un umbral de reversión más allá del cual se convierten rápidamente en fenómenos de masas”.
Sin embargo, lo que llama la atención deriva de lo acelerado de la penetración de la IA que, “de confirmarse en los niveles actuales, está destinada a determinar el cambio más fuerte y rápido de la historia en las formas de usar Internet”, aseveró Angelini.
Ante tal escenario surgió la necesidad de agilizar la aprobación de la iniciativa legislativa para regular su desarrollo y empleo, la cual fue enviada por el Senado a la Cámara de Diputados el pasado 20 de marzo.
Luego de un amplio debate, los legisladores italianos le introdujeron importantes cambios, entre ellos la supresión de la obligación para la Administración Pública (AP), de adoptar solo soluciones de IA basadas en servidores ubicados en esta nación.
Tal modificación se consideró necesaria para evitar que muchas de las soluciones de software actualmente en uso, como las pertenecientes al ecosistema de Google, incumplan la legislación y, en consecuencia, dejen de ser utilizables por la AP.
La legislación, según los diputados, debe regular orgánicamente el uso de la IA en el ámbito de la protección de los derechos de autor,de ahí que se establecen medidas para salvaguardarlos.
Se estipuló que las obras protegidas no pueden ser utilizadas por sistemas de IA generativa sin la autorización del titular de los derechos.
De mantenerse ese contenido en la versión final del documento, en Italia el uso de obras protegidas para alimentar modelos de IA deberá cumplir con la legislación vigente actualmente en materia de derechos de autor.
En tal sentido, se deberá modificar esa norma jurídica para especificar que las obras creadas con IA también estarán protegidas, si se derivan del trabajo intelectual del autor, aunque se permitirá la utilización de fuentes legítimamente accesibles para extraer contenido y reproducirlo.
Respecto a la responsabilidad civil, se establecen mecanismos para la protección de la parte perjudicada, mediante la regulación de la distribución de la carga de la prueba.
Por otra parte, se introduce el delito de “difusión ilegal de contenidos generados o manipulados con sistemas de IA”, y se prevé una sanción penal de hasta cinco años de prisión para quien, sin el consentimiento de una persona retratada o representada, difunda imágenes, vídeos o voces falsificadas o alteradas con los mismos.
El uso insidioso de sistemas de IA también se considerará como una circunstancia agravante, y aumentará las penas en un tercio en casos de suplantación de identidad, fraude, blanqueo de capitales, autoblanqueo y manipulación bursátil.
Se prevé una delegación que el Ministerio de Justicia podría ejercer, entre otras cosas, para proporcionar instrumentos, incluidos los cautelares, en los ámbitos civil, administrativo y penal con el fin de inhibir la difusión y retirar contenido generado ilegalmente.
Sin embargo, en el proyecto se establecen excepciones en relación con la investigación, el desarrollo y aplicación de la IA en interés de la defensa y seguridad nacional, para apoyar a los servicios de inteligencia, las fuerzas armadas, las fuerzas policiales y la ciberseguridad.
La legislación también incluye medidas de incentivo, como la autorización de una inversión de hasta mil millones de euros para apoyar a empresas innovadoras en los sectores de la IA, de la ciberseguridad y de la computación cuántica.
Se amplían las exenciones fiscales para los trabajadores repatriados y los investigadores activos en el campo de las tecnologías de IA, a la vez que se establecen medidas de respaldo para ampliar la formación de especialistas.
Como Autoridades para la Inteligencia Artificial se designan a la Agencia para la Italia Digital (AgID) y a la Agencia para la Ciberseguridad Nacional (ACN).
El proyecto legislativo debe ahora superar otra fase de debates en el Senado y, de lograrse su aprobación, Italia se podría convertir en el primer país de la Unión Europea (UE) con una ley marco en el ámbito de la IA.
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