Por Livia Rodríguez Delis
Corresponsal jefe en India
Dicha meta resultó pavimentada con los resultados de las elecciones para la decimoctava Lok Sabha (Cámara Baja del Parlamento), considerado el acontecimiento de la nación surasiática más importante de los últimos 12 meses.
En los comicios realizados del 19 de abril al 1 de junio y en los cuales fueron convocados casi mil millones de votantes, resultó ganadora la Alianza Democrática Nacional, liderada por el Partido Bharatiya Janata (BJP), lo que posicionó al primer ministro Narendra Modi al frente del país por tercera ocasión consecutiva.
El jefe de Gobierno enfatizó en la necesidad de cambios en todos los aspectos de la vida nacional, no solo en el económico, sino en la dirección del desarrollo.
Modi calificó de indispensable en ese proceso su proyecto de cambio, actuación y transformación y asumir la excelencia como principio fundamental con un trabajo basado en cuatro pilares velocidad, escala, alcance y calidad.
Sectores claves hacia el progreso
Los primeros 100 días de la nueva etapa gubernamental representaron esas aspiraciones con una serie de iniciativas destinadas a impulsar la infraestructura, el crecimiento económico y la innovación de la nación.
Se pusieron en marcha proyectos como la construcción de un megapuerto en Vadhavan, Maharashtra, la expansión de las redes de carreteras, la modernización de aeropuertos y el avance de los proyectos del metro.
De igual modo, políticas centradas en la economía como la reducción de las tasas de impuestos corporativos para las empresas extranjeras y el lanzamiento de un Fondo de capital de riesgo para nuevas compañías dedicadas a la investigación espacial.
Para Nueva Delhi, resultó una muestra de su visión de futuro la aprobación de políticas como la iniciativa GENESIS para empresas emergentes y BioE3 para la biofabricación, con la meta de allanar el camino para el surgimiento de la India como líder mundial en innovación e industria.
El gobierno centró sus esfuerzos en la continuidad del impulso de la competitividad de las pequeñas y medianas empresas (PYME) con garantías de crédito y una mayor inclusión en el comercio internacional a través de centros de exportación de comercio electrónico.
India también dio un nuevo paso hacia la autosuficiencia y la innovación científica y tecnológica con la inauguración de tres supercomputadoras y un sistema de ese sector de alto rendimiento para contribuir a la investigación meteorológica y climática.
Para la nación surasiática lo anterior forma parte del sueño de ser autosuficiente en el campo de la tecnología a través de la investigación científica. Asimismo, se avanzó en estrategia para promover la fabricación de vehículos eléctricos (VE) y las subvenciones de investigación inclusiva en ese sector, para, principalmente, apoyar el desarrollo de una transportación sostenible.
Además, otras iniciativas como las ciudades inteligentes para la resiliencia ante el cambio climático se extienden en el país, añadidos a estudios como el logro del mapeo de riesgos de inundaciones y sequías en varios territorios. La expansión de su interfaz unificada de pago (UPI) continuó en 2024 como uno de sus elementes identitarios del progreso indio en el sector tecnológico.
Desde la creación de alianzas globales hasta el avance de las capacidades de inteligencia artificial (IA), la expansión de las redes 5G y la apuesta por el dominio de la 6G, India demostró su ambición de consolidar su lugar como centro tecnológico global.
Entre lo pendiente para 2025
Reconocido por expertos y autoridades, la economía india estuvo en una montaña rusa durante 2024, pues demostró resiliencia con un fuerte crecimiento, una mejor recaudación de ingresos del impuesto sobre bienes y servicios y una fuerte inversión.
Sin embargo, no logró controlar la inflación como había planificado, se desaceleró el consumo y hubo una revisión de la tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto.
Si bien su reserva de divisas alcanzó un máximo histórico, la rupia cayó en un mínimo frente al dólar estadounidense por un enfoque agresivo de la Reserva Federal de Estados Unidos, según especialistas.
La inflación en octubre superó el límite de 6 por ciento previsto y alcanzó 6,21 por ciento, su nivel más alto en 14 meses, y empresas clave aumentaron los precios ante el incremento de los aranceles aduaneros y los costos de los insumos.
Pese a esas preocupaciones, se contabilizó un incremento de las inversiones masivas, especialmente en proyectos de infraestructura como carreteras, ferrocarriles y desarrollo urbano y las exportaciones para abril-noviembre de 2024 rondaron en más de 536 mil millones de dólares.
Los especialistas constataron la probabilidad de un aumento de las importaciones en alrededor de 619 mil millones de dólares, con un superávit comercial de casi 83 mil millones de dólares.
Impulsada por los incentivos vinculados a la producción y otros planes, la inversión extranjera directa registró en el primer semestre del ejercicio 2024-25 un aumento de 26 por ciento con 42 mil 100 millones de dólares.
Los expertos creen que, en 2025, es probable que la economía experimente un crecimiento sólido.
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