domingo 2 de noviembre de 2025

Gestionar los bosques, imperativo global (+Foto)

Ciudad de Panamá (Prensa Latina) La región de América Latina y el Caribe concentra casi una cuarta parte de los bosques del planeta, ecosistemas esenciales para enfrentar el cambio climático, sostener la biodiversidad y garantizar medios de vida, sin embargo, incendios, plagas y deforestación continúan amenazando su futuro.

Por Mario Hubert Garrido

Corresponsal jefe en Panamá

En ese contexto, la 34 Sesión de la Comisión Forestal para América Latina y el Caribe (Coflac), de la FAO, tiene lugar en la primera semana de septiembre en esta capital con el objetivo de fortalecer la cooperación regional.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), oficia como secretaria técnica de la instancia, que asesora a los países en la gestión sostenible de los bosques y la restauración de ecosistemas, y coordina y apoya esta plataforma en el área.

A propósito del importante encuentro, Prensa Latina conversó con Juan Ferrando, oficial forestal de la FAO para América Latina y el Caribe.

Prensa Latina (PL): ¿Por qué América Latina y el Caribe ocupa un lugar tan estratégico en la agenda forestal mundial?

Juan Ferrando (JF): La región alberga el 23 por ciento de los bosques del planeta y casi la mitad de su superficie terrestre está cubierta por ellos.

Estos ecosistemas almacenan carbono, regulan el agua, mantienen suelos fértiles y son hábitat de una biodiversidad única. También sostienen actividades económicas y culturales de millones de personas.

En síntesis: lo que ocurra con los bosques latinoamericanos y caribeños afecta directamente al clima, la seguridad alimentaria y el bienestar global.

PL: ¿En ese sentido, ¿cuál es el objetivo central de esta cita de Coflac?

JF: Ofrecer un espacio regional de diálogo técnico y político donde los países miembros discutan los principales desafíos y oportunidades para el manejo sostenible de los bosques y paisajes.

Además, es la oportunidad para revisar avances y prioridades en restauración, gobernanza, financiamiento y bioeconomía, y acordar recomendaciones comunes que orienten tanto las políticas nacionales como la posición regional en los foros forestales y ambientales globales.

Todo esto en plena sintonía con el Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas, que nos recuerda que la recuperación de los bosques es también recuperación de futuro.

PL: En los últimos años, hubo avances en la reducción de la deforestación, pero persisten enormes retos.

JF: Los datos de la FAO muestran que en los años ‘90 se perdían 5.5 millones de hectáreas de bosques por año en la región. Entre 2015 y 2020 esa cifra bajó a 2.7 millones.

Es una mejora, sí, pero todavía insuficiente frente a la magnitud de la crisis climática y la presión sobre los recursos naturales.

Debemos escalar la restauración activa de bosques y paisajes.

PL: La COP30 está a la vuelta de la esquina. ¿Qué papel jugarán los bosques en esa agenda global?

JF: Un papel central. Proteger los bosques es esencial para cumplir los compromisos de mitigación del cambio climático. Los bosques no solo son los pulmones del planeta, sino que también son espacios donde se teje el futuro. Cuidarlos significa asegurar agua limpia, alimentos, polinizadores sanos y resiliencia para millones de personas.

PL: ¿Cuál es la prioridad más urgente para lograr estos objetivos?

JF: Escalar el financiamiento. Los bosques ofrecen uno de los mayores potenciales de mitigación climática, pero sin inversión adecuada, internacional y nacional, pública y privada, ese potencial queda truncado.

El desafío es diseñar mecanismos innovadores que canalicen esos recursos hacia la acción directa en los territorios y que estén alineados con la agenda del Decenio de la Restauración.

PL: ¿Qué rol cumple la Coflac en este proceso?

JF: Es un espacio único, donde 37 países se sientan en una mesa neutral para dialogar, cooperar y acordar políticas forestales.

Desde su fundación, la Coflac ha sido clave para alinear prioridades regionales con debates globales.

Lo que discutimos aquí alimenta al Comité Forestal de la FAO, a la Conferencia Regional y al Foro de las Naciones Unidas sobre los Bosques. En este Decenio de la Restauración, la Coflac es también un motor para que la región avance de manera conjunta y dé señales claras al mundo.

arb/ga/jf

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