jueves 9 de octubre de 2025

Feria Internacional del Libro celebra la infancia en Dominicana

Santo Domingo (Prensa Latina) Caminar por la Plaza de la Cultura Juan Pablo Duarte durante la Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2025 (Filsd 2025) fue encontrarse con un mar de publicaciones, colores, risas y curiosidad infantil.

Por Mariela Pérez Valenzuela

Corresponsal jefa en República Dominicana

Del 25 de septiembre al 5 de octubre, el encuentro literario transformó ese hermoso espacio de la capital en un enorme universo de imaginación, con los niños en el centro de cada actividad.

Desde el primer día, se notó que la Filsd 2025 quería que los pequeños no solo fueran espectadores, sino protagonistas.

El Pabellón de Editoriales Infantiles destacó con sus estands llenos de libros para colorear, cuentos clásicos adaptados, y caligrafía y literatura para ellos.

Editoriales como Maxwell WC, Grupo SM, Lexus Kids y Editora Monumental ofrecieron colecciones que mezclan enseñanza y entretenimiento.

Uno de los principales atractivos fue la exposición “Taína Almodóvar, 10 años en la ilustración infantil”, que muestra el proceso creativo de una de las voces más notables de la ilustración contemporánea.

MÁS DE 70 ACCIONES INTERACTIVAS

Pero el festival no se quedó solo en los libros. Más de 70 acciones interactivas con cuentacuentos, talleres de pintura, narración oral y teatro hicieron que cada día fuera una aventura para los más pequeños.

Autores como María Teresa Pérez, Dulce Elvira de los Santos, Virginia Read y Yuan Fuei Liao condujeron a los niños a mundos fantásticos mientras transmitían valores sobre la naturaleza y la conservación ambiental, combinando diversión y aprendizaje.

El teatro fue otro gran protagonista. Obras como Platero y yo (Teatro Guloya) y El flautista de Hamelín (Amamellys Martínez) compartieron escenario con montajes como Tito en el sueño de Penélope y El secreto de Kawasaki.

Incluso los talleres innovadores, como Don Quijote sin la mancha, invitaron a los más chicos de casa a convertirse en actores y creadores de sus propias historias.

En paralelo, el Instituto Superior de Formación Docente Salomé Ureña presentó su primera colección de libros infantiles, recuperando clásicos de autores locales como Pedro Henríquez Ureña, Juan Bosch, Virginia Elena Ortea y Carmita Henríquez de Castro.

La rectora del Instituto, Nurys del Carmen González, destacó la importancia de rescatar la tradición literaria y acercarla a los nuevos lectores, para fortalecer la identidad cultural desde la infancia.

Esta recopilación reunió a los primeros autores dominicanos en publicar historias infantiles, entre estos “Con el burro” y “Con el corderito”, de Henríquez Ureña; “Por el amor de Guabonita”, de William Mejía; “La princesa de los cabellos platinados”, de Virginia Peña de Bordas; y “La ignorancia de doña Gallina Pinta”, de Bosch.

Con el objetivo de promover el conocimiento de la identidad cultural entre los más jóvenes, se realizó el coloquio “La cultura dominicana en la literatura infantil”, dirigida por los profesores Débora Parra y Jason Peña.

En un auditorio compuesto en su mayoría por adolescentes, Parra destacó que la narrativa para niños permite a este segmento de la población conectarse con sus raíces.

Por su parte, el profesor Peña subrayó que también transmite valores, estimula la imaginación y fomenta el hábito de la lectura.

Como parte del programa de actividades de la Feria se efectuó el coloquio “Bibliotecas escolares, literatura infantil y juvenil dominicana como eje cultural identitario” en el Pabellón Biblioteca Abierta.

Otro de los espacios que llamó la atención fue el Pabellón del Cómic, con talleres de entintado, charlas sobre escritura saludable, mesas de artistas y proyecciones de documentales sobre cómic dominicano.

El pabellón exhibió los catálogos de cinco estudios dominicanos -Mondo Sikys, Lite Visual, Alpha Eve, Papaya Studios y Moro Studio-, además de ofrecer sus publicaciones en venta.

Los jóvenes pudieron descubrir títulos como Cámbium, Más freak de lo normal, Duarte y Exorcismo 101.

Cada actividad ofrecía un espacio para que desarrollaran creatividad, narración visual y habilidades para contar historias.

Se realizaron presentaciones de cómics, incluyendo MUNENE: una aventura intergaláctica, de Gabriel Castillo y Kosena, que combina ciencia ficción y tradición caribeña.

APUESTA GANADORA

La Filsd 2025 demostró que poner a los niños en el centro es una apuesta ganadora. Aquí, ellos no solo leen: participan, crean, imaginan y sienten que los libros son parte de su mundo.

Entre cuentos, talleres, teatro y cómics, descubren que leer puede ser divertido y que la cultura está presente en cada historia.

Con esta edición, la Filsd reafirmó su compromiso con la lectura, el ingenio y la identidad cultural, al consolidarse como un lugar donde los libros y las artes se encuentran para crear experiencias que quedarán en la memoria de los niños.

PRINCIPAL ENCUENTRO CULTURAL El evento cerró sus puertas en la Plaza de la Cultura Juan Pablo Duarte, después de 10 jornadas entregadas al libro, la lectura y el pensamiento.

Dedicada al historiador Frank Moya Pons y con la Red de Ferias y Festivales Literarios de Latinoamérica como invitada de honor, la edición número 27 confirmó su papel como el principal encuentro cultural de la República Dominicana.

Más de 600 actividades -entre conferencias, paneles, conciertos, exposiciones, talleres y presentaciones de publicaciones- atrajeron a miles de visitantes reafirmando su capacidad de convocatoria.

Durante sus 10 días, el certamen sirvió como plataforma de diálogo entre autores, docentes, investigadores, estudiantes y familias.

Ministerios, universidades y fundaciones aprovecharon la ocasión para exhibir proyectos y debatir sobre temas tan diversos como la innovación educativa, el medio ambiente, la inclusión social y el pensamiento caribeño.

La Plaza de la Cultura devino un gran escenario de diálogo. Allí, el lector común compartió espacio con el investigador, el maestro con el editor, el niño con el poeta. Esa convivencia -más que cualquier cifra o venta- es el mayor éxito del evento.

Pero también dejó el recordatorio de que la cultura necesita continuidad, apoyo y visión de futuro.

Si el libro sigue siendo el corazón de la feria, el desafío está en mantener vivo ese latido durante todo el año: en las escuelas, en los barrios, en las bibliotecas y en los hogares. Su cierre no marca un final, sino un punto de partida.

arb/mml/mpv

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