domingo 16 de noviembre de 2025

El Templete, donde surgió la capital de Cuba

La Habana (Prensa Latina) El Templete es un monumento muy particular por constituir el lugar donde surgió La Habana, la capital cubana, y hoy centro de atención de muchos turistas interesados en la historia y cultura de este país.

Por Roberto F. Campos

De la redacción de Economía

Por demás, es un espacio muy bonito y fotogénico que atrae la atención de los transeúntes y donde cada año en fecha de la fundación de la ciudad (16 de noviembre de 1519) las personas le dan vueltas a una ceiba de su patio, como elemento religioso y tradicional.

El Templete es una edificación de marcado carácter histórico, situada en la Plaza de Armas de La Habana Vieja, Patrimonio de la Humanidad.

Su construcción data de 1827, a partir de los planos del coronel Antonio de la Torre y bajo la dirección del Regidor Francisco Rodríguez y Cabrera.

Fue erigido a propuesta del gobernador y capitán general de Cuba, Francisco Dionisio Vives, en el lugar donde se cree se fundó la Villa de San Cristóbal de La Habana en 1519.​

La villa primigenia de San Cristóbal de La Habana fue fundada en 1514, originalmente a orillas del río Mayabeque (el lugar exacto del asiento es aún desconocido). Después se asentaría definitivamente en la costa norte, en la Bahía de Carenas, hoy de La Habana.

El Templete, según expertos fue la primera construcción de carácter neoclásico de La Habana, y una de las obras civiles que más influyó en la arquitectura de Cuba.

Este monumento tiene la forma de templo dórico griego. La fachada está conformada por un pórtico de seis columnas dóricas, sosteniendo un friso decorado, y un frontón prominente con una inscripción conmemorativa de la inauguración.

La contrafachada tiene cuatro pilastras con capiteles dóricos y otros adornos decorativos, techo plano y cornisa amplia, zócalos áticos y los pisos interiores están hechos de mármol.​

En el interior del recinto se encuentran un busto de Cristóbal Colón y una ceiba.

En los jardines se encuentra la Columna de Cajigal en honor el gobernador español que mandó a construirla en 1754, al morir la primera ceiba plantada.

Sobre esa columna hay una imagen de la Virgen del Pilar, patrona de los navegantes españoles. En la base se observa un busto de mármol del adelantado Hernando de Soto, primer gobernador de la villa de San Cristóbal de La Habana.

Como todo lugar y monumento de este tipo cuenta con mitos, por lo que todos los años cada víspera del 16 de noviembre, fecha en que fue fundada la ciudad, el lugar es testigo de una peregrinación de cientos de habaneros que dan tres vueltas a la ceiba y echan una moneda a sus raíces y en silencio, formulan un deseo.

A mediados del siglo XVIII murió la primera ceiba y fue reemplazada varias veces hasta llegar a la actual.

​ Ubicado actualmente en Baratillo e/ O’Reilly y Enna, Plaza de Armas, La Habana Vieja, esta edificación, se encuentra en el Centro Histórico de La Habana Vieja declarado Patrimonio de la Humanidad desde el año 1982.

Su belleza y significación las tomaron en cuenta en la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) al declararla como tal.

La primera misa, en 1519, se ofició debajo de una ceiba existente en el lugar. En el Siglo XIX fue construido el edificio junto al árbol, que con el paso lógico de los siglos fue necesario sustituir y renovar.

El edificio fue decorado interiormente con tres murales del pintor francés Juan Bautista Vermay, quien fuera fundador de la Escuela de San Alejandro de La Habana.

Las obras culminaron con su inauguración el 19 de marzo de 1828, en homenaje a la reina Josefa Amalia, esposa de Fernando VII.

En su interior se colocaron tres grandes lienzos realizados por Vermay, que representan una advocación a la primera misa, el primer cabildo, y un lienzo central –pintado con posterioridad- donde aparece una escenificación del acto de bendición del lugar y la misa del obispo de Espada.

Misa en presencia del Capitán General, la aristocracia y altos funcionarios del gobierno colonial.

Como curiosidad, la mencionada Columna de Cagigal consta de tres caras, que representan la división territorial en tres provincias de la colonia.

En lo alto lucía una imagen de la virgen del Pilar. En ella estaban inscritos dos textos, uno en latín y otro en castellano antiguo.

Este último decía: Fundóse la villa (hoy ciudad) de La Habana el año de 1515, y al mudarse de su primitivo asiento a la ribera de este puerto el de 1519, es tradición que en este sitio se halló una frondosa ceiba bajo de la cual se celebró la primera misa y cabildo: permaneció hasta el de 1753 que se esterilizó.

La inscripción latina fue sustituida en 1903, al restaurarse la columna, por otra cuyo texto es una versión del antiguo.

La hizo el doctor Juan M. Dihigo, a la sazón profesor de latín de la Universidad de La Habana y reza: Detén el paso, caminante; adorna este sitio un árbol, una ceiba frondosa, más bien diré signo memorable de la prudencia y antigua religión de la joven ciudad.

Con motivo de la construcción del Templete, el obispo Juan José Díaz de Espada hizo erigir a sus expensas, muy cerca del edificio, un busto en mármol, con su pedestal.

Agregado además el primer Gobernador de La Habana, el adelantado, conquistador y explorador Hernando de Soto, una obra de 1827 de autor desconocido y pobre ejecución que aún se conserva.

Dentro del recinto cerrado por las verjas que circundan el Templete quedaron incluidos ese busto, la ceiba y la columna de Cagigal.

REMODELACIÓN Y VIGENCIA

Para noviembre de 2017 se le practicó una remodelación. Elementos valiosos del conjunto son también la cerca de lanzas de hierro terminadas en puntas de bronce, con pilares rematados por copas con piñas, lo que introduce un toque tropical en la concepción neoclásica.

Y como complementos la columna de presencia barroca y la ceiba, árbol bajo el cual la tradición sitúa la celebración de los hechos que se conmemoran.

Con motivo del aniversario 498 el 16 de noviembre de 2017 al recinto de El Templete le fue restituido su espacio original, se amplió siguiendo la huella arqueológica.

También fueron restaurados los cuadros originales de Jean Baptiste Vermay. En esta celebración el doctor Eusebio Leal Spengler (1942-2020) , Historiador de la Ciudad, expresó:

La Habana es ahora y será, sin lugar a dudas, más bella. Vengan ciclones, vientos, proscripciones y encierros, siempre seremos capaces de salir, romper el muro y salir adelante. Esa es la historia del árbol y es la historia de nosotros. Es como el árbol de la vida, a su sombra nos refugiamos.

Considerado hoy tesoro de la arquitectura colonial en Cuba, El Templete traspasa la huella del tiempo por ser lugar donde – según afirma la historia– fue oficiada la primera misa en San Cristóbal de la Habana.

Distintiva imagen, espacio para el recogimiento, conocer y fotografiar como fueron las cosas en los inicios de una ciudad que llama mucho la atención.

arc/rfc

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