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miércoles 18 de septiembre de 2024
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El Salvador y las interrogantes sobre un accidente

San Salvador (Prensa Latina) El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, lanzó al aire la interrogante sobre si manos criminales están detrás del accidente en que murieron los principales jefes de la Policía Nacional Civil (PNC).

Por Luis Beatón

Corresponsal jefe en El Salvador

La duda emergió cuando aun estaban calientes los cuerpos de las nueve víctimas del accidente de un helicóptero UH-1N que trasladaba hacia San Salvador al prófugo Manuel Coto Barrientos, exgerente general de la cooperativa de créditos Cosavi, presunto culpable de desfalco de 35 millones de dólares,

A pocas horas de la tragedia que cobró la vida de altos mandos de la PNC, incluido su jefe, el comisionado Mauricio Arriaza Chicas, el presidente informó que solicitaría ayuda internacional para determinar las causas del siniestro de la nave de la Fuerza Armada en el sector de San Eduardo, distrito de Pasaquina, La Unión Norte.

«Lo ocurrido no puede quedar como un simple “accidente”, debe ser investigado a fondo y hasta las últimas consecuencias. Solicitaremos ayuda internacional», indicó el mandatario en su cuenta en X.

En los primeros momentos no provocaron interrogantes las palabras de Bukele, pero, a medida que transcurrían las horas, surgieron inquietudes y cuestionamientos.

A quién beneficiaba que Coto Barrientos no llegara vivo ante la justicia y declarara sobre un desfalco millonario que conmocionó a la población, en especial, a los ahorristas afectados, preguntan medios locales.

Las dudas van incrementándose y habría que ver, luego de pasar la conmoción por el hecho que dejó sin sus altos mandos a la PNC, qué alcance tendrá y que mostrará la pesquisa con cooperación internacional, anunciada por el gobierno, y en la que participará un grupo de expertos estadounidenses en accidentes aéreos.

En ese escenario destaca una carta del periodista Paolo Luers al gabinete de seguridad, publicada en el sitio elsalavdor.com, en la cual plantea una serie de inquietudes a considerar en esta trama que sacude a los salvadoreños.

La gran pregunta es: ¿por qué tuvieron que ir los máximos jefes de la PNC, Arriaza y dos de sus segundos a la frontera para recoger al detenido (Coto Barrientos), y de noche subirse con él a un helicóptero? ¿Hubo una necesidad técnica para que fueran los jefes personalmente, en este caso, cuál razón?.

Hay aristas que las preguntas reflejan. Vamos por partes, plantea el periodista: ¿Qué estaba haciendo Manuel Coto en Honduras, donde lo apresaron en un retén, luego que el Fiscal General (Rodolfo) Delgado anunció el 27 de julio que el mismo prófugo fue detenido en Panamá y sería extraditado?. Tras la tragedia, Panamá desmintió esa información.

Hay que hacerles a ustedes la siguiente pregunta: ¿Realmente Coto fue detenido en Panamá o era mentira? Si realmente cayó preso, ¿por órdenes de quién fue liberado, por orden de ustedes o del gobierno de Panamá o de la Interpol o por qué razón?, señaló Luers.

Y si lo de Panamá fue una mentira, ¿quién la inventó y para qué fin?, cuestionò. Lo único que sabemos con certeza, agregó, es que Coto estaba libre y que trataba de atravesar Honduras cuando lo aprehendiò la policìa de ese paìs. También sabemos que en la noche del domingo Coto fue entregado a la PNC salvadoreña.

En este caso se puede excluir un atentado. ¿Entonces, por qué Bukele, en su segundo tuit publicado sobre la caída del helicóptero dijo: “Lo ocurrido no puede quedar como un simple ‘accidente’?”, escribió el periodista para incrementar las dudas.

¿Quiere Bukele insinuar que hubo sabotaje? ¿Sería esto responsable, cuando todavía no había información sobre la causa del accidente?, cuestionó el escribidor.

Después del luto y de los honores dispuesto por el gobierno, se imponen dos tareas igual de urgentes y relevantes: esclarecer lo ocurrido, informar al país si hay o no responsabilidades que deducir luego de la tragedia y profundizar las pesquisas en el escándalo de la cooperativa.

Que su exgerente y presunto autor intelectual de la defraudación millonaria muriera en el siniestro impactara sin ninguna duda en la reconstrucción de esos delitos, precisó el diario La Prensa Gràfica (LPG). El principal acusado ya no existe y algunos pueden preguntarse si sería un testigo incómodo para alguien o si fue victima real de un accidente.

Una investigación del siniestro que no deje lugar a dudas, conjure especulaciones y proteja la memoria de las víctimas de cualquier manipulación, se impone, aseveró el medio.

El otro modo de honrar a los fallecidos es que “el ministerio público redoble sus esfuerzos en el expediente Cosavi, que mejore su comunicación con los afectados y que haga de la reparación a esas personas y de la deducción de responsabilidades, su objetivo prioritario”.

Remarcó LPG que “dicho objetivo parece obvio, pero algunas acciones de las autoridades, en especial de los diputados oficialistas, apuntan a una dirección diferente. Hace una semana, la bancada del gobierno se negó a dar a conocer en su sesión plenaria una propuesta para la creación de un fideicomiso para apoyar a las víctimas del desfalco”.

En mayo, acentuó, la misma fracción desestimó la iniciativa de crear una comisión especial que investigue el caso.

Si bien la detención del principal indiciado en la trama no garantizaba la solución a las demandas y ansiedades de los afectados, constituía un poco de la justicia a la que pueden aspirar. El trágico desenlace de la operaciòn que lo transportaba de La Unión a San Salvador hunde en nueva desazón a estos cientos de salvadoreñas y salvadoreños.

La interrogante que muchos se hacen hoy está en el ambiente: ¿Fue lo de Pasaquina un accidente, o hay manos criminales detrás para evitar que fueran de conocimiento público información comprometedora para algunos?

En este caso, posiblemente, Bukele y su gobierno, con la ayuda de una investigación internacional, tengan la llave hacia la verdad.

arc/lb

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