Por Osvaldo Cardosa
Corresponsal jefe de Prensa Latina en Brasil
“No tengo recursos financieros, pero pude donar para las víctimas algunas ropas que hice con mucho amor y muchas horas en mi máquina de trabajo”, declaró a Prensa Latina la costurera Zeffa Lacerda, quien relata que desde los nueve años conoce de sacrificios.
De 49 años, Lacerda evoca también su aporte cuando ocurrió, en 2011, el mayor desastre ambiental en la historia nacional en el estado de Río de Janeiro. Un deslizamiento de tierra causado por fuertes precipitaciones en la región serrana dejó 947 muertos y más de 300 desaparecidos.
Ahora, una red de solidaridad con las víctimas de las lluvias e inundaciones tomó cuerpo en Rio Grande do Sul donde, hasta la fecha, se registran más de 140 óbitos y más de 130 personas en paradero desconocido.
Organizaciones y grupos sociales, agentes públicos, universidades y personas a nivel particular procuran recaudar alimentos y artículos de higiene para entregar a quienes más lo necesitan en el damnificado estado.
El Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, junto con autoridades locales y otras estructuras, mantiene los esfuerzos no solo para el alivio inmediato, sino también enfocándose en la recuperación a largo plazo de las comunidades afectadas.
Lacerda considera que la catástrofe en Rio Grande do Sul pone a prueba una vez más a Brasil y “puede transformarse en un ejemplo muy representativo de la capacidad de respuesta de nosotros ante desastres naturales”.
Según autoridades, los artículos más urgentes son colchones, agua, fundas de almohada, ropa y calzado para niños, productos de higiene y limpieza. Los animales también están necesitados de alimento y guías. Hasta el momento, la recepción de los donativos ocurre en la Asociación Médica de Rio Grande do Sul, en la Arena del club deportivo Grêmio, en el Sport Club Internacional y en el Auditorio Araújo Vianna, entre otros.
PREMIO NOBEL POR SOLIDARIDAD
Como era de esperar, Lula visitó el estado el 2 de mayo y manifestó que la prioridad es salvar vidas, tras reunirse con el gobernador Eduardo Leite.
“En el segundo momento, vamos a tener que cuidar de hacer una evaluación de los daños y, a partir de ahí, empezar a pensar en cómo encontrar el dinero para que la gente pueda reparar esos perjuicios”, señaló.
Tres días después, el mandatario retornó para acompañar trabajos de su administración en la asistencia humanitaria a los afectados. Por redes sociales, afirmó nuevamente que no faltarán recursos federales al territorio.
“El Gobierno federal está en diálogo permanente con el Gobierno de Rio Grande do Sul y con las alcaldías para apoyar a la región en lo que sea necesario. No mediremos esfuerzos para auxiliar a los municipios que sufren con las lluvias y salvar vidas”, rasgueó el fundador del Partido de los Trabajadores.
Ante los actos de ayuda, el jefe de Estado recomendó el 9 de mayo el premio Nobel para el pueblo brasileño por su solidaridad.
“Es algo fenomenal, tenía que tener un premio Nobel. Es un pueblo muy solidario y generoso, aunque una minoría es tan perversa”, afirmó en alusión a mentiras esparcidas por redes sociales.
Señaló que “nunca antes en la historia de Brasil hubo un desastre de esa magnitud y una solidaridad de esa magnitud, pero cada vez que hay una desgracia en algún lugar el pueblo brasileño se manifiesta”, remarcó.
El domingo 12 de mayo, Lula rindió homenaje por el Día de las Madres y mostró también solidaridad con las de la sureña región.
“Quiero dejar un mensaje de solidaridad a las madres de Rio Grande do Sul, (estado que es) víctima de una de las mayores tragedias ambientales de la historia de Brasil, ustedes no están solas”, afirmó el líder progresista en un comunicado oficial publicado en plataformas digitales.
MAYOR MOVILIZACIÓN DE DONACIONES
En un esfuerzo sin antecedentes, Brasil cumple la mayor movilización de donaciones en la historia de la Defensa Civil nacional.
Según declaró recientemente ante la prensa el ministro de la Casa Civil, Rui Costa, dos mil toneladas de donaciones fueron enviadas a Rio Grande do Sul, una marca histórica para el país en respuesta a desastres.
Explicó que los suministros, que incluyen artículos esenciales como agua y medicinas, están siendo operados por entes federales, incluyendo la Fuerza Nacional y la empresa Correos. Tales provisiones están destinadas a las áreas más afectadas por la crisis climática.
Resultó novedad en las operaciones de asistencia el comienzo de lanzamientos aéreos de donaciones utilizando paracaídas que, según Costa, reflejan la gravedad de la situación y la dificultad logística para alcanzar ciertas áreas aisladas en el estado.
La tragedia ambiental provocó además manifiestos de solidaridad internacional. Naciones como Uruguay, Argentina, Chile, Venezuela, Italia y Portugal expresaron desasosiego por el dantesco escenario en el sur de Brasil.
Algunos países, incluso, ofrecen ayuda voluntaria para rescatar a las víctimas del desastre natural.
Uruguay acordó enviar un avión KC-130H (con tripulación), un helicóptero Delfin Bell 212, dos drones (con operadores) y lanchas de rescate (con tripulación). Por su parte, Argentina divulgó un comunicado para expresar solidaridad con la situación y abrió los canales para disponer auxilio a las víctimas.
“El Gobierno de Argentina pone a disposición de las autoridades brasileñas toda la ayuda inmediata y los elementos que se muestren necesarios para asistir al perjudicado”, indicó el documento.
De igual manera, el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil, exteriorizó la disposición de su país de prestar auxilio a Brasil.
“En nombre del presidente Nicolás Maduro, del Gobierno y del pueblo de Venezuela, expresamos nuestra solidaridad y ofrecemos apoyo al pueblo y al gobierno de Brasil ante los efectos de las lluvias extremas en Rio Grande do Sul”, señaló Gil.
La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, en su cuenta en X enunció su lamentación por el fenómeno climático en el gigante sudamericano. “Es con dolor que tomo conocimiento de la terrible inundación que alcanzó Río Grande del Sur, dejando la ciudad de Porto Alegre, en Brasil, de rodillas”, escribió Meloni.
Gracias por la solidaridad con esa región de Brasil, que también tiene tantos descendientes de italianos emigrados a nuestro país, respondió Lula.
De la misma manera, el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Souza, reconoció su preocupación con la “secuencia de las inundaciones devastadoras que afectan al estado de Rio Grande do Sul”, el cual vuelve a estar en alerta ante el riesgo de retorno de más lluvias y la crecida de las aguas por las inundaciones.
Al parafrasear al periodista, filántropo, escritor y galeno Adolfo Bezerra de Menezes, apodado como Médico de los pobres, Lacerda afirmó que los “brasileños solidarios siempre seremos unión. Separados los unos de los otros seremos puntos de vista. Juntos, alcanzaremos la realización de nuestros propósitos”, sentenció.
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