Por Elizabeth Borrego Rodríguez
Corresponsal jefa en Naciones Unidas
En entrevista con Prensa Latina, la directora ejecutiva adjunta de ese organismo Nyaradzayi Gumbonzvanda encomió los resultados en las políticas de género mientras que reconoció otros retos propios de la región latinoamericana y caribeña, y del planeta en el avance hacia la igualdad.
Durante su primera visita oficial internacional a una oficina del organismo tras asumir el cargo, la representante intercambió en abril último con la vicepresidenta colombiana, Francia Márquez, y otras autoridades locales y nacionales.
El recorrido incluyó paradas en Bogotá y Pasto, capital del territorio de Nariño, para dialogar además con grupos de la sociedad civil, socios estratégicos y representantes del sector privado.
La diplomática, con más de tres décadas de experiencia en áreas como el desarrollo, los derechos humanos, la paz y la seguridad, se mostró optimista con los resultados del proceso hacia la estabilidad tras la firma del Acuerdo de Paz en 2016.
La agenda en Colombia resultó esencial para comprender algunos de los desafíos que afectan a las mujeres y las niñas a lo interno en los territorios colombianos como las dificultades económicas, los retos para las poblaciones migrantes y la seguridad, aseveró.
“Fue realmente bueno ver un compromiso con la construcción de la paz, constatar que el acuerdo de La Habana fue muy importante para el país y al mismo tiempo que las mujeres, incluyendo ONU Mujeres y otros socios, realmente apoyan el plan de acción nacional”, reconoció la funcionaria.
Además, agregó, las negociaciones pendientes con otros actores resultan muy importantes y eso fue muy evidente en las discusiones.
UN CAMINO POSIBLE
La labor de ONU Mujeres en Colombia tiene entre sus funciones la asistencia técnica para apoyar la aplicación de los marcos normativos y de políticas, el desarrollo de capacidades de los actores gubernamentales como garantes de los derechos de las féminas y de las organizaciones de la sociedad civil.
De acuerdo con su portal web, esa entidad de Naciones Unidas trabaja con las principales instituciones del Estado al tiempo que profundiza acciones programáticas en regiones priorizadas del país.
Otra parte importante de su labor es promover conexiones nación-territorio e intercambios entre regiones, en apoyo a los esfuerzos nacionales y locales para que las mujeres sean beneficiarias y protagonistas en la democracia, la paz y el desarrollo sostenible en Colombia.
Para su directora ejecutiva adjunta, temas como la seguridad, el acceso a la justicia, el asesoramiento a las políticas de empoderamiento del Gobierno y de otras agencias, y el apoyo al desplazamiento y la migración en su núcleo resultan esenciales en esos propósitos.
“Debemos seguir haciendo más para la prevención de la violencia de género y también para que aquellas que la han experimentado, encuentren formas de acceso a la justicia para la curación”, reconoció además.
No obstante, la alta representante saludó la apertura del actual Ejecutivo para explorar los problemas y encontrar soluciones, un paso muy poderoso a fin de abordar cuestiones esenciales con la participación de las mujeres y dentro del marco de las comunidades, dijo.
PRIORIDADES CON LENTE DE GÉNERO
Otras zonas de interés para el organismo fueron la participación de las colombianas en la toma de decisiones y el fin del matrimonio infantil, un tema en pleno debate dentro del Congreso y que, a juicio de la vicetitular de ONU Mujeres, resulta muy importante en países en conflicto y postconflicto.
El rol asumido por la propia vicepresidenta confirma un compromiso con el liderazgo de las mujeres luego de que Francia Márquez se convirtiera en la primera afrodescendiente en el cargo.
“Hubo una perspectiva clara de que la construcción de la paz también implica abordar los derechos de las mujeres indígenas, oportunidades para que obtengan su empoderamiento económico y que los afrodescendientes comprendan los problemas migratorios”, reveló sobre el encuentro con la también ministra de Igualdad.
Al igual que en la región, Gumbonzvanda calificó como esencial atender cuestiones relacionadas con la participación de las mujeres en la toma de decisiones y su papel en la economía y los cuidados.
“Hay ciertas cuestiones que no se limitan sólo a Colombia: necesitamos estabilidad, desarrollo y paz en la región, porque hay una serie de cuestiones que son transfronterizas y que no se refieren sólo a ese propio país”, remarcó.
ACOMPAÑAMIENTO DECISIVO
De acuerdo con la directora ejecutiva adjunta, el acompañamiento de agencias como ONU Mujeres resulta vital para consolidar el camino trazado para la paz total en la nación sudamericana.
“Es bueno sentir la confianza de varios donantes hacia las mujeres y también ver que existe un apoyo sólido desde hace mucho tiempo”, comentó. En ese sentido, también reconoció el respaldo de las instituciones nacionales y, en particular, el liderazgo de la vicepresidenta y ministra de Igualdad, Francia Márquez.
Al mismo tiempo, la agencia de Naciones Unidas dedicada a la igualdad de género y el empoderamiento goza también de un respeto en términos de lo que aporta al país.
“Las personas en las comunidades puede que no vean inmediatamente a ONU Mujeres o su trabajo pero sienten el impacto; lo que lo hace mucho más importante es que la gente pueda sentir la paz en su vida cotidiana”, remarcó.
Gumbonzvanda abogó por extender esa labor para brindar más información y concientización, visibilizar el trabajo de las colombianas y apoyar y asesorar la labor de otras agencias.
“Necesitamos seguir alentando al Consejo de Seguridad a apoyar a países como Colombia a monitorear los acuerdos de paz para acompañar al país desde el pueblo”, insistió además.
A su juicio, el acompañamiento internacional desde la ONU genera confianza en el país y entre las diversas partes interesadas, lo que impacta también en las condiciones de vida.
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